El río Limay resiste el avance de la ciudad para hacer negocios inmobiliarios
Máquinas de las desarrolladoras que angostaron el río y tala de árboles se ciernen sobre la anchura del brazo Todero, por una obra, a la altura de Anaya. La Defensoría del Pueblo aseguró que el humedal sigue protegido por el amparo y volverá luego a su dimensión de río ancho, lagunas y avifauna.
“El amparo sigue en pie”, aseguró el Defensor del Pueblo de la ciudad de Neuquén, Jorge Rey, al ser consultado porque nuevamente las máquinas de las desarrolladora urbanas volvieron a angostar las márgenes del brazo del río que, a la altura de Senguer y de Anaya en la zona sur de la capital, se muestra como un humedal en esplendor del río Limay.
En otros sectores, taponado por el avance de las calles rurales desde la ruta hacia el río o por los escombros de las desarrolladoras que buscan ganar espacio, el agua del Limay escurre en forma subterránea para reaparecer en algunos bajos antes de volver al río en inmediaciones de las parrillas del balneario Gatica.
Recursos Hídricos fijó, el año pasado, los límites del curso del Todero y emplazó a las desarrolladoras y sus máquinas que habían avanzado sobre las márgenes del humedal, a que retrocedieran y devolvieran espacios ganados al río.
Luego, algunas de las mismas empresas que fueron reprendidas por cerrar el brazo del río, ganaron la licitación del puente que hoy se construye sobre Anaya con el fin ulterior de sistematizar (recuperar el curso de agua) el brazo Todero.
Y nuevamente hubo cortes de la arboleda del Todero, como cuando los vecinos de Altos el Limay avisaron que el humedal estaba en peligro porque de a poco y sin impedimentos, las máquinas ganaban nuevos espacios para sumarlos a los loteos de chacras en toda la zona.
El amparo fue en 2016. Durante la pandemia un grupo de vecinos mantuvo la vigilancia y avisaba a la comisaría que nuevamente se avanzaba sobre el curso de agua. Hubo inspecciones oculares de la justicia y recomendaciones para cesar el corte de árboles y los rellenos no autorizados con restos de escombros vertidos de a camionadas.
Un año después de los festejos por la delimitación cartográfica de lo que será el cauce restituido del brazo del río, hubo una reunión con los vecinos del barrio para hablar de la obra del puente.
La folletería que se presentó, muestra el brazo de río urbanizado y reducido cuatro o cinco veces a una mínima expresión de canal (con bicisendas y paseos) similar a algunos tramos del Durán o Villa María.“El arroyo sigue protegido, se sigue trabajando para que se libere el cauce que hoy está obstruido” a lo largo de su trazado, insistió Rey.
Agregó que será la primera obra para restituir el brazo. Se requieren al menos otros dos puentes (en Saavedra y Rivas) en zonas que fueron rellenadas en tiempos de sequía, para que el Todero pueda volver hacia el cauce madre. “Para construir el puente, se requiere encauzar el río y trabajar en seco, luego volverá a como estaba antes”, sostuvo Rey.
La reunión de las promesas
Los primeros días de noviembre se llevó a cabo una reunión en la zona de Altos del Limay convocada por Recursos Hídricos para dar a conocer los detalles de la obra vial del puente en Anaya, sobre el arroyo Todero.
Según se explicó, se habló de abrir un paso alternativo para los autos hacia las zonas urbanizadas, mientras se encauza el río y se “trabaja sobre seco”.
El Defensor del Pueblo, Jorge Rey, (que participó de la convocatoria) explicó que se hará una contención al río en la zona y cuando termine la obra, se restituye como estaba. Reconoció que hubo tala de alameda.
“En la reunión estaban todos más preocupados de cómo entrar y salir hacia la margen sur, en Valentina, que como se estaba rellenando el río. Se cortaron árboles por todos lados”, dijo uno de los participantes del encuentro.
El amparo sobre el humedal prohibió “los vuelcos hacia el río y el retiro de vegetación ribereña”, luego de insistentes reclamos y presentaciones.
Debido al cambio de gobierno en marcha no se logró una explicación de la subsecretaría de Recursos Hídricos del Neuquén, sobre el control de los trabajos en la calle Anaya. La obra se lleva a cabo con permisos y licencia ambiental, se indicó desde la Defensoría.
Las fechas para tener en cuenta
1973: Se corta el ingreso del brazo del río Limay a la altura de la chacra de Todero.
2016: La Defensoría del Pueblo inicia un amparo para frenar la tala de árboles en las márgenes del Todero y el arrojo de relleno en la ribera.
2022: Recursos Hídricos estableció la delimitación de las márgenes del Todero para avanzar en restituir el cauce.
2023: Se forma una comisión de monitoreo con vecinos, integrada también por Recursos Hídricos y la Defensoría del Pueblo para el seguimiento.
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