Explosiva declaración en el juicio por planes sociales en Neuquén: una arrepentida comprometió a casi todos los imputados

En una extensa exposición, una mujer que estuvo imputada y aceptó colaborar con la fiscalía ratificó los detalles de la maniobra. Salpicó a casi todos los acusados con datos y fechas.

Una mujer que trabajó con los presuntos cabecillas de la asociación ilícita reveló detalles escandalosos de la estafa con planes sociales cometida en Neuquén: dijo quién daba las órdenes; mencionó quién se llevaba parte del dinero; explicó cómo manejaban las planillas del «voto seguro» del Movimiento Popular Neuquino; admitió haber participado de las extracciones ráfaga y del cobro de cheques destinados a personas vulnerables.

El cuadro que pintó al declarar como testigo en el juicio contra 14 imputados refleja una maniobra amplia, compleja, pero en parte desprolija hasta la grosería, que sólo pudo ser posible por la falta de controles o la complicidad absoluta.

Por otra parte despejó todas las dudas de que la defraudación con planes sociales viene desde hace muchos años, aunque en este juicio solamente se investiga el período que va del 30 de septiembre del 2020 al 31 de julio del 2022, y hay un terrible celo del tribunal, los fiscales y de casi todos los defensores para que no se corra ni un día más hacia atrás. Tienen argumentos procesales para respaldar esa decisión.

Extenso vínculo con planes sociales


El nombre de la testigo no se puede difundir por orden del tribunal. Tampoco su imagen. Es una mujer de 32 años que, según su relato, desde joven atravesó una situación de vulnerabilidad y dependió de la ayuda social.

El primer puntero que le dio un plan fue Héctor «Zapallito» Molina, ya fallecido, en Centenario. Lo conoció a través de una amiga, Noelia Albornoz. Relató que le dieron como tarea «hacer asistencia, controlar las planillas en las que dan el presente» las personas que van a los actos.

En 2018 le prometieron lo que le parecía inaccesible: entrar a trabajar en la provincia, con aportes y obra social. Lo que obtuvo fue un empleo precario, bajo programa, en la dirección de Planes Sociales. Pronto pasó a ser una especie de secretaria privada de Néstor Pablo Sánz, exdirector de Fiscalización, uno de los imputados. «Me mandaba a realizar tareas personales, compras para su mujer, buscar la forma para que se pudiera ver con su amante Noelia Albornoz», contó.

Dijo que se sentía presionada. «A Pablo le tenías que rendir al cien por ciento». Por su contrato precario «me podían dar de baja en cualquier momento».

Planillas del «voto seguro»


Ricardo Soiza, exdirector de Planes Sociales. (Cecilia Maletti)

Tuvo un embarazo complicado, y volvió en 2021. El trabajo que le dieron, en la dirección de Planes Sociales del gobierno de Neuquén, fue «cargar el voto seguro, las planillas que hace el MPN para asegurarse el voto de la gente en las elecciones». Las subía a un programa informático cuyo nombre no recuerda.

No le consta, dijo ante una pregunta, que esas planillas se «cruzaran» con las de beneficiarios de planes sociales.

«Sobres para referentes políticos»


De ahí pasó a convertirse en una extractora. Sánz le daba entre 10 y 12 tarjetas de débito con el PIN correspondiente y la mandaba a cajeros del BPN a retirar dinero de cuentas de beneficiarios. «Iba con otros compañeros, en horario de trabajo, a veces también de noche. Tenía que retirar 20.000, otros 20.000 y después lo que él llamaba el remanente. Todo, hasta los billetes de 20 pesos», explicó.

Le llevaban el dinero a Sanz quien se lo entregaba al director de Planes, Ricardo Soiza -también imputado- o lo guardaba en una caja azul. El paso siguiente era armar «sobres que se repartían entre referentes políticos, todos del MPN», dijo la testigo.

«Los sobres tenían escritos apellido y nombre, otros alguna referencia». Recordó los casos de Esther Villalobos, una puntera del partido provincial, y del empresario de medios Carlos Eguía, a quien nunca vio personalmente.

Cheques endosados


Otra modalidad de estafa era con cheques. «Se emitían a nombre de casi todos los que trabajábamos ahí» pese a que ninguno calificaba para un plan social. «Los empleados lo endosábamos y se lo entregábamos a referentes políticos para que los cobren por ventanilla».

El principio del fin


Juan Kees, el juez que preside el Tribunal, con el equipo de la fiscalía antes del comienzo de la audiencia de este martes. (Cecilia Maletti)

La testigo refirió que una vez, a la salida de las extracciones ráfaga de un cajero de calle Rivadavia, un hombre la siguió y la filmó. Se lo contó a Marcos Osuna, otro de los acusados, quien la tranquilizó. «Para mi no era un puntero, era un policía», dijo la testigo. Fue pocos días antes de que se descubriera la maniobra.

Era un viernes. Soiza bajó de su oficina y le ordenó: «vos no vas más» (a los cajeros). Al exdirector lo tenía ubicado como el máximo responsable de la oficina, aunque su jefe directo era Sánz.

Al respecto la testigo introdujo otra información. Señaló que en esa época su jefe estaba casado con Valeria Honorio -quien también está siendo juzgada como parte de la banda- y después se puso en pareja con Isabel Montoya -otra imputada- «a quien yo conocía de antes porque fue amante de Zapallito Molina». Montoya niega esa relación y asegura que denunció a Molina por violencia de género.

Luciano Palma y Siegenthaler


El fin de semana posterior al incidente con el hombre que la filmó, la testigo habló con Sánz. «Me dijo que lo llamó Luciano Palma que le dijo Tomás Siegenthaler que no vayas más al cajero». Ella no conoce a ninguno de los dos.

En el organigrama de la dirección de Planes Sociales, Palma figuraba como jefe de Ricardo Soiza. Está imputado en Planes Sociales II, un legajo separado. Es un hombre cercano al intendente Mariano Gaido y ocupa un sillón como síndico de CALF.

Siegenthaler era Coordinador Provincial de Administración y está siendo juzgado ahora como otro de los presuntos cabecillas de la asociación ilícita.

El abogado imputado


Fabián Flores es el abogado del contador Luis Gallo. (Cecilia Maletti)

Cuando estalló el escándalo, las oficinas de Planes Sociales fueron allanadas por la fiscalía y el departamento Delitos Económicos de la Policía. La testigo relató que a todos los empleados «nos dijeron que nuestro abogado era Alfredo Cury», quien hoy es otro de los 14 imputados.

«Cury nos dijo que todo esto es político, que va a estar todo bien, y nos dijo que nos preparemos porque ahora nos van a allanar nuestras casas, que tenemos que limpiar todo». A la noche fue a su vivienda con Marcos Osuna (también juzgado en esta etapa) y le retiraron el celular.

Café con leche en el Faraón


Al otro día fue el allanamiento «y nos llevaron a la comisaría de la calle Olascoaga». Cuando los liberaron, los empleados de Planes Sociales «nos juntamos en el Faraón», el restaurante de Soiza. «Ahí nos esperaba el hijo con café con leche».

A ella, junto con una veintena de funcionarios y empleados, los acusaron de asociación ilícita. Preocupada por el rumbo que tomaban los acontecimientos decidió buscar otra ayuda profesional. «Dí con la abogada Sol Pérez de León, sentí que ella trabajaba con ética y moral, me sentí acompañada. Me aconsejó que me tenía que presentar a declarar así que fui a la fiscalía a contar mi verdad».

Con el tiempo, la fiscalía retiró la acusación en su contra y fue sobreseída.

La testigo es una de las cuatro arrepentidas que dieron un vuelco al caso. Este miércoles declararán otras dos mujeres y un varón que están en su misma situación.


Una mujer que trabajó con los presuntos cabecillas de la asociación ilícita reveló detalles escandalosos de la estafa con planes sociales cometida en Neuquén: dijo quién daba las órdenes; mencionó quién se llevaba parte del dinero; explicó cómo manejaban las planillas del "voto seguro" del Movimiento Popular Neuquino; admitió haber participado de las extracciones ráfaga y del cobro de cheques destinados a personas vulnerables.

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