Insólito: estuvieron 50 días detenidos por tuitear sobre Tulia Snopek, esposa de Gerardo Morales

La insólita situación en Jujuy fue cuestionada desde diversos ámbitos, por el ataque a la libertar de expresión que representa, y por la desproporción de aplicarles a los acusados prisión preventiva. Hay otra mujer con  una orden de detención por la misma causa.

La Justicia jujeña ordenó finalmente, en medio de una fuerte repercusión nacional por lo insólito de la detención,  liberar a dos hombres que a principios de enero por haber hecho posteos en redes sociales con sugerencias sobre una supuesta infidelidad de Tulia Snopek, esposa del exgobernador Gerardo Morales.

En una audiencia realizada hoy, se decidió cesar sobre esa prisión preventiva que tenía un lapso de 60 días y, tras el pedido hecho por el fiscal Walter Rondón, serán liberados por orden del juez Gustavo Ortiz.


En qué se basó la acusación contra Nahuel Morandini y Roque Villegas


Sin embargo, la investigación sigue y hasta se prevé que pueda realizarse el juicio en marzo, pues están acusados ambos de lesiones psicológicas sobre Snopek, a raíz de los comentarios hechos de su supuesta infidelidad y de supresión de identidad por comentar que la niña en común entre ella y Morales tendría otro papá. 

Ambos fueron detenidos a principio de enero por esos dichos en las redes sociales, Nahuel Morandini en X y Roque Villegas en Facebook.

“Hace ya varios años que en Jujuy se hace el carnaval de los tekis (una estafa en la que caen los turistas). Pero este año no se hace. Y todo parece que es porque uno de los tekis le enseña a tocar la quena a la mujer del ex gobernador. Imposible aburrirse en kukuy”, fue el posteo en X de Morandini el 26 de diciembre del 2023.

El 4 de enero fue detenido y, desde entonces, tenía impuesta la prisión preventiva para evitar que siga haciendo posteos en redes sociales así como por supuesto peligro de fuga. 

Por lo pronto, aún está pendiente la orden de detención sobre una arquitecta en Jujuy que también hizo comentarios en un chat privado de WhatsApp sobre la infidelidad de Snopek. 

La información surge del análisis del teléfono de Morandini, quien tiene cierta amistad con Lucía González, sobre la que pesa la orden de captura.


«Criminalización de la libertad de expresión», solo una de las críticas a las detenciones


Agustina Lloret, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), dijo que para esta asociación, la causa contra Morandini y Villegas es “un caso muy grave de criminalización a la libertad de expresión”.

Afirmó que los acusados solo “hicieron posteos en clave satírica sobre un rumor que ya venía circulando desde hacía varios días” y que les imputaron delitos que jamás podrían haber cometido, como la alteración del estado civil de la hija de Morales.

El CELS denunció el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Relatoría para la Libertad de Expresión de Naciones Unidas. “Es un proceso absolutamente desmesurado e irracional, de un uso abusivo del derecho penal”, afirmó Lloret.

Para el constitucionalista Daniel Sabsay, esta causa es, directamente, “un disparate que no tiene nombre”, implica “un enorme quebrantamiento de la libertad de expresión, que es clave en toda democracia, y de comunicación de una persona, sin ninguna fundamentación válida”.

“Además, no se respetó el derecho de defensa. Es un caso que habla de cómo funciona la Justicia en Jujuy”, dijo Sabsay.

Andrés Gil Domínguez, constitucionalista, advirtió que “la Convención Americana sobre Derechos Humanos y la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos han establecido que en el marco de un ejercicio de la libertad de expresión que afecta derechos de terceros violando su honor, la responsabilidad ulterior que debe aplicarse debe ser primordialmente la civil, y excepcionalmente -y con tendencia a desaparecer-, la penal”. Destacó que en la Argentina “las calumnias e injurias tienen una pena de multa, no de prisión”.

Consideró “irrazonable y abusivo” aplicar la figura de la sustitución de identidad en este caso y sostuvo que las prisiones preventivas son “absolutamente irrazonables”.

Pedro Caminos, también constitucionalista, dijo que el caso le genera “alarma”. Sostuvo que “el tuit, por sí solo, plantea una conjetura y que, al ser conjetural, no genera responsabilidad ni civil ni penal”. Advirtió que, avanzada la causa, el fiscal introdujo como prueba contra Morandini una conversación que mantuvo en un grupo de WhatsApp, donde da por cierta la infidelidad, pero Caminos observa que el fiscal no explica “en qué medida enviar un mensaje en un grupo privado de WhatsApp impacta en la vida de Tulia Snopek”.

También cuestionó las prisiones preventivas, que solo se pueden dictar -advierte la Corte- cuando hay peligro de fuga o de entorpecimiento de la investigación, dos situaciones no acreditadas en el caso.


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