La corrida del dólar todavía no causó problemas serios en el comercio de Bariloche

El impacto, por ahora, es acotado, sin grandes saltos de precios ni problemas de abastecimiento.

Los efectos de la corrida cambiaria en la construcción, la venta de automóviles, de electrodomésticos y otras actividades comerciales de Bariloche por ahora son acotados, sin grandes saltos de precios ni problemas de abastecimiento.

Con cautela y expectativa” fue la respuesta más repetida por los encargados y gerentes consultados sobre cómo siguen la evolución de los indicadores económicos de los últimos días.

El responsable de la concesionaria de automóviles Fiorasi y Corradi, Martín Corral, afirmó que no tuvieron cambios inesperados en la lista de precios “salvo algún retoque menor” y la única reacción de la fábrica -Volkswagen en su caso- fue “el retiro de las promociones”. Dijo que la mayor consecuencia del nuevo escenario es el cambio de actitud del público.

Los clientes están expectantes, viendo en qué valor nuevo se estabiliza el dólar -explicó-. Se enfrió todo a la espera de que se acomode el nuevo precio. Lo usual en estos casos es que la gente que tiene ahorro en dólares salga después a hacer operaciones, porque suelen abaratarse los autos en dólares. Pero no ocurre todavía”.

En los corralones de materiales también hay tranquilidad y la relación con los proveedores no sufrió grandes alteraciones. Solo cuesta conseguir “estructurales de hierro” señaló Luciano, de corralón Andino. Explicó que “no hubo grandes cambios en las listas de precios” y los proveedores se manejan hasta ahora “con ajustes mensuales de alrededor del 7%, al ritmo de la inflación”.

El aumento de dólar todavía no causó problemas serios en el comercio de Bariloche. Foto: Chino Leiva

Dijo que algunos “tienen listas en dólares” y que el mayor impacto podrá registrarse en los materiales importados, como sanitarios, grifería y algunas máquinas.

Sobre el manejo de stocks aseguró que la aceleración del dólar no los obligó a aplicar políticas diferentes a las que ya traían. “Tengo mercadería pendiente de entrega y si un proveedor me corta no puedo vender. Pero no he visto nada raro hasta ahora. Hay algunas demoras, pero siempre fue así”, según indicó.

Reconoció que se manejan con mayor recelo en la relación con los clientes y si alguno les pide cantidades que no son usuales, analizan caso por caso y pueden llegar a imponer límites, si ven que no van a poder reponer. Aclaró que no suben los precios ni quitan productos de la venta “por las dudas”.

La ferretería Ghiglia, que también trabaja mucho con la actividad constructiva, no sufrió mayores consecuencias por el contexto económico, más allá de la caída en las ventas, que viene desde hace varios meses. Cristian Ghiglia dijo que “está todo bastante quieto” y los precios evolucionan en el último tiempo a razón del 6% mensual. “A partir de ahora se acomodará”, afirmó.

Según su percepción, “en todo lo relacionado con la construcción las ventas están muy paradas pero no es por los precios, o por el dólar, sino por la falta de crédito. La facturación bajó para todos y no es de ahora, se nota muchísimo desde noviembre”.

En la marmolería Tronador también siguen de cerca la evolución del tipo de cambio y el encargado, José Castro, dijo que algunos productos sólo se consiguen “a valor del dólar billete”, pero no hay faltantes. Dijo que el dólar a 500 pesos “es una locura” y afecta toda la cadena de precios, pero se ve más en algún producto importado “como granitos de la India” u otros materiales procedentes de Irán, que trabajan en esa empresa.

Clientes, resignados

Las casas de repuestos de automóviles no son ajenas a la crisis y los clientes lo tienen asumido. Roberto Godoy, de Warnes Bariloche, dijo que “los precios aumentan todo el tiempo y no es de ahora”. Se manejan con listas de las firmas proveedoras y actualizan todos los días, porque de otro manera tendrían problemas para reponer. “Los clientes en general no se quejan, saben cómo es”, dijo Godoy.

En Casa Valdés el panorama es similar. Carlos Valdés dijo que la situación es preocupante por la volatilidad del dólar “pero no ha habido grandes aumentos de precio”. Dijo que en su caso trata de “pagar más rápido”. Si tiene cuenta corriente a 30 días, paga a los 10 días, para que el proveedor no lo desatienda en caso de escasez.

Dijo que los aumentos en promedio rondan el 8 a 10% mensual y no hay casos que escapen a ese parámetro “ni siquiera en rulemanes o juego de aros”, que son todos importados.

Señaló que algunos clientes se muestran “con miedo, no saben qué hacer”, pero dijo que este tipo de situaciones “ya han ocurrido varias veces: puede pasar que algún producto falte, porque algún vivo se lo guarda y cuesta un poquito más conseguir. Pero si el proveedor sabe que cobra rápido lo manda. Si uno es consecuente lo respetan”.

Este medio también consultó en el supermercado La Anónima, donde dijeron que la evolución de precios no se alteró por los saltos del dólar y se ajustan casi a diario, con la inflación. También aseguraron que no hay desabastecimiento, aun en los productos más buscados como aceite, leche y harinas.

Efecto gradual

Jorge Elvira, titular de una cadena de electrodomésticos, dijo que el impacto de los saltos en el dólar, como ya pasó en otras oportunidades “se van a ver en el tiempo, nunca es inmediato”.

Señaló que en su caso se fijan especialmente en “los dólares financieros”, no tanto en el “blue” e insistió en que el traslado a precios “no es automático y se va a verificar en tres o cuatro meses”. Dijo que el impacto más rápido, “tristemente se da con los alimentos”, pero no pasa lo mismo con la electrónica, muebles y artículos del hogar.

Elvira dijo que el momento comercial para el rubro en el que trabaja no es nada bueno, porque “los bienes durables son más durables que nunca” y la gente repara todo lo que puede.

El empresario marcó una diferencia sustantiva cuando se lo consultó sobre los efectos del tipo de cambio entre productos nacionales e importados. “El problema grande que tenemos es que en la Argentina no se fabrica nada, se ensambla todo, y los componenetes son importados. Eso no lo comunican bien y algunos creen que hay productos nacionales -explicó-. Por eso el dólar tiene influencia en todo, pero es el dólar oficial, porque es el que se usa en esas operaciones”. Ese dólar está controlado por Economía y no tuvo la volatilidad del dólar financiero y el paralelo.

Elvira dijo también, al igual que sus colegas, que no hay que esperar grandes alteraciones en los precios para hoy o mañana y que el traslado “va a ser gradual”. Señaló que el mercado “está habituado a los vaivenes de la situación” y no hay conductas desesperadas como las de acaparar stock o remarcaciones de precios preventivas. Elvira señaló que para las pequeñas empresas, en esta coyuntura, “llegar a fin de mes y que cierre todo ya es un logro”.


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