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Marcha por lago Escondido: el cartel que fue considerado una provocación y quemado

Tenía la estética idéntica a una señalética que años atrás habían instalado organizaciones sociales. Uno mencionaba el carácter público de la senda vehicular, otro indicaba que era privado.

“Aquí comienza el camino privado Domingo Puchy”. El cartel de lona verde, con la misma estética de la señalética vial, copiaba el modelo de uno anterior, de madera, que años atrás habían instalado las organizaciones sociales al lado de la vieja tranquera que daba inicio al camino Tacuifí, pero con una consigna totalmente opuesta.

El anterior cartel decía: “Aquí comienza el acceso público al lago Escondido” y con esa premisa se mantiene hasta ahora el reclamo judicial mediante un mandamus que lleva 19 años y actualmente se encuentra en queja en la Corte Suprema de Justicia, luego de que el STJ el año pasado le diera la razón a Joe Lewis y descartara el camino por Tacuifí para llegar al lago, ratificando solo el sendero de montaña.

El nombre de «Domingo Puchy», utilizado en el último cartel para mencionar al camino -que popularmente es llamado Tacuifí- es como lo conocen los pobladores de la zona. Antes había un pequeño cartel de madera tallada. Ese nombre es el de un poblador de la zona, propietario de campos en las inmediaciones, que los lugareños señalan como el pionero que creó esa senda. Sus descendientes permanecen en la región.

La similitud entre los dos carteles, el que dice «camino público» y el que reza «camino privado», no solo es la estética idéntica, las letras blancas, la misma tipografía y la flecha que indica la orientación del sendero vehicular, sino que también en ambos se menciona el expediente judicial y la sentencia de 2009 del Superior Tribunal de Justicia de Río Negro, cada uno con una interpretación distinta.

El cartel que indicaba el carácter privado del camino simulaba ser el anterior, colocado por organizaciones sociales. Foto: Marcelo Martinez

El cartel actual fue considerado una “provocación” para Rodolfo Aguiar, titular de ATE e impulsor de la octava marcha por el lago Escondido. Y una manifestante molesta lo arrancó con sus manos. Estaba atado en la reja de hierro.

Luego, Aguiar y el dirigente roquense Mateo Canosa lo arrojaron al piso, saltaron sobre él, le frotaron barro sobre la consigna de “privado” y posteriormente, otros manifestantes, lo prendieron fuego. Allí quedó envuelto en llamas cuando los gremialistas se retiraron y dieron paso a un camión de bomberos que terminó de apagarlo.

El viejo cartel que organizaciones habían colocado junto al camino Tacuifí años atrás. Ya no existe en el lugar. Archivo

Un acto político en la puerta del camino Tacuifí


Un nuevo acto político, cargado de simbolismo, protagonizó ayer la CTA Autónoma y algunas organizaciones sociales que se movilizaron hasta el ingreso del camino Tacuifí que conduce al lago Escondido, para reclamar el libre acceso al espejo de agua que quedó rodeado por la propiedad del magnate inglés Joe Lewis.

La movilización se prolongó por 40 minutos en los que los manifestantes cortaron la Ruta Nacional 40 mientras avanzaron unos 500 metros detrás de una bandera argentina con cánticos contra el magnate inglés y por la soberanía nacional. Rodolfo Aguiar, líder de ATE Nacional y la CTA de los Trabajadores encabezó la columna de unas 250 personas bajo un intento sol y con unos 30°C de temperatura, pasadas las 13:30.

En la octava marcha a lago Escondido hubo cruce de piedras entre manifestantes y pobladores; gritos; cánticos; la quema de un cartel y un intermitente corte en la Ruta Nacional 40. Pero no hubo operativo federal ni fuerzas de otra jurisdicción, a pesar de que se bloqueó el tránsito por aproximadamente media hora en una ruta nacional que comunica Bariloche y El Bolsón.

No se registraron heridos ni incidentes mayores, más que escaramuzas y cruces verbales, y luego de arrojar piedras de un lado y otro de la reja de hierro de 2 metros que da inicio al camino, los manifestantes se retiraron hacia el punto de inicio, el poblado del paraje donde aguardaban los colectivos en los que llegaron desde Bariloche.

Junto a la reja del camino Tacuifí la Policía de Río Negro estableció un cordón modesto de unos 20 uniformados, y una cifra similar se encontraba en las inmediaciones, bajo los árboles o dirigiendo el tránsito. Los agentes fueron blanco de críticas encendidas por parte de Aguiar que los cuestionó porque “están al servicio de Lewis”. “Les tendría que dar vergüenza, cuándo se van a poner del lado del pueblo”, acusó el gremialista y afirmó que “ninguno de los policías llega a fin de mes, la plata la tiene Lewis. Tenemos que darnos ese debate”, planteó.

Al otro lado de la reja, junto al camino Tacuifí, se encontraban pobladores observando, respondiendo a los gritos y más atrás se observaban algunos caballos y camionetas. Durante la protesta de la CTA un parlante transmitió música folclórica a todo volumen.

Cuando la manifestación parecía llegar a su fin, cerca de las 14, desde el lado de adentro del camino, personas no identificadas comenzaron a arrojar piedras a los manifestantes. Tras una escaramuza y respuesta de piedras del lado de los gremialistas, la columna se desconcentró alentada por la dirigencia sindical que pidió “no entrar en provocaciones”. Así volvieron sobre la ruta y regresaron al poblado del paraje El Foyel donde esperaban los colectivos.


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