Neuquén y Río Negro van por un abaratamiento de las tarifas eléctricas

El gobernador Alberto Weretilneck dijo hoy en Bariloche que una de las ventajas que pretenden asegurarse Río Negro y Neuquén en el marco de los procesos de licitación de las represas hidroeléctricas de la zona Comahue es un trato preferencial en las tarifas de energía aplicadas en la región.

Weretilneck dijo que ese es uno de los puntos que negocian con el ministerio de Economía de la Nación, por ahora en forma reservada, y que encontraron “receptividad” al planteo, lo cual permitiría el acceso a electricidad más barata tanto en la industria y el comercio como en el universo de usuarios residenciales, lo cual redundará -dijo Weretilneck- en un impulso clave para la economía regional.

El gobernador no quiso brindar otros datos y solo dijo que hay en marcha una negociación “silenciosa” orientada a consolidar el beneficio. Tampoco apuntó de qué proporción sería la quita respecto de las tarifas vigentes a nivel nacional, cuando este diario lo consultó sobre ese punto.

Aclaró que todavía no hay nada acordado y que no quería adelantarse con detalles que entorpezcan la negociación.

Weretilneck formuló el anuncio durante un acto realizado en la Cooperativa de Electricidad Bariloche, que inauguó en la mañana de hoy un auditorio en el quinto piso de su sede central, destinado a actividades culturales, capacitaciones y encuentros cooperativos.

El gobernador eligió ese acto, colmado de autoridades de la provincia, de la CEB y con presencia de los intendentes de Bariloche y Dina Huapi para transmitir la novedad, que presentó como el resultado de una relación auspiciosa con el gobierno nacional.

En contraposición, instantes después comunicó que la obra de Alipiba II, la segunda línea eléctrica de alta tensión para abastecer a Bariloche y la región quedó interrumpida porque la Nación cortó las transferencias económicas, como ocurrió con la obra pública en general, y el futuro de esa inversión es incierto por ahora.

En relación con las concesiones de las represas sobre el río Limay, que comparten Río Negro y Neuquén, Weretilneck dijo que la postura común que sostienen con el gobernador Rolando Figueroa es la de lograr una tarifa a menor costo. “Es una negociación, silenciosa, trascendente, que está en los últimos días y esperamos que pueda terminar como deseamos -afirmó Weretilneck-. Pretendemos y aspiramos que por el hecho de usar nuestra agua nos permitan tener a los rionegrinos y lso neuquinos un costo de la electricidad mucho menor al que pagamos hoy”.

Aseguró que hay “un ambiente de diálogo importante” y los negociadores por el gobierno central “son receptivos a los planteos de las dos provincias”.

Subrayó que contar con una electricidad más barata que la que se paga hoy en las dos provincias, además del alivio a la economía de las familias, permitiría “fomentar el desarrollo y el crecimiento económico, que es lo mismo que hablar de trabajo, de dignidad, de luchar contra la pobreza”.

En diálogo posterior con este medio el gobernador precisó que la negociación “está en pleno proceso” y son 19 los puntos bajo análisis. Dijo que buscan un esquema que les permita “cobrar regalías en especie” y que hay otros aspectos abordados “que van de lo ambiental a lo económico”. Según el gobernador, las dos provincias encontraron buena disposición y un reconocimiento de que son “las dueñas del recurso”.

La nueva línea eléctrica desde Alicurá

La construcción del nuevo tendido eléctrico desde la central Alicurá hasta Dina Huapi, en paralelo del que ya existe, fue proyectada durante años y licitada durante el gobierno anterior de Alberto Fernández, con el objetivo de reforzar la provisión a Bariloche y también conectar a Villa La Angostura a la red nacional.

Weretilneck dijo que la obra alcanzó un grado de avance del 14 al 15% y que Nación “cortó el financiamiento”. Sostuvo que esa parálisis es para Río Negro “motivo de fuerte preocupación” y que también están en contacto permanente con Economía en la búsqueda de destrabar el proyecto.

Dijo que la inversión restante ronda los 38 millones de dólares y que una de las opciones en estudio es mantener una parte a cargo del Estado nacional y que otro porcentaje sea asumido por Río Negro y por Neuquén, aunque no dio otras precisiones.