Qué pasa con las obras en Río Negro tras el anuncio de Milei: entre las dificultades y la suspensión de Nación

El financiamiento de Nación es un componente central en la ejecución de la obra pública, a partir de asignaciones a la Provincia o, directamente, a los municipios. Las partidas nacionales al Estado rionegrino del presupuesto del 2023 para construcciones rondan los 14.000 millones de pesos, entre aquellas fijadas por las leyes especiales y, además, las transferencias acordadas por las negociaciones políticas. El efectivo nivel de ejecución ya es otra cosa.

La discontinuidad de las transferencias o las variaciones en las condiciones -como el impacto de la inflación y la discusión por la actualización de los costos- tiene su efecto inmediato en los trabajos, llegando a la paralización.

Si existe un cese está generado -esencialmente- por el complicado contexto económico-financiero, pero se sostiene la expectativa de su impulso, su avance y su conclusión.

Esa perspectiva aparece ahora pulverizada. El presidente electo, Javier Milei anunció que no habrá más financiamiento de Nación para obras públicas.

En concreto, esas ejecuciones quedarán suspendidas y sus conclusiones dependerán de los recursos de Río Negro o, también, de los municipios. Alternativas -ciertamente- improbables frente al cuadro porvenir.

La deserción nacional abre un horizonte oscuro en la política de obras públicas.

El primer impacto recaerá en las construcciones directas de Nación. Allí, la incertidumbre en las conclusiones de las rutas N° 23 y N° 22, que son financiadas y también ejecutadas totalmente desde el Estado Nacional, desde Vialidad.

Esa situación se extenderá a la repavimentación de la ruta Nª 151, que empezó este año aunque cayó después también en postergaciones por las pulseadas por los costos.

En el caso de la modernización de la Avenida Bustillo de Bariloche, la provincia -que tiene a cargo al ejecución a través de Vialidad Rionegrina– habla de continuidad, pero en la práctica está paralizada, excepto por tareas menores sin intervención directa en la traza.

Un paréntesis para las repavimentaciones de las rutas N° 6 y N° 8, con marchas y contramarchas en sus diseños y licitaciones. Estos proyectos tienen financiamientos aprobados por el BID aunque se tramitan por Nación. Pero, su inclusión en un programa internacional otorga cierto optimismo del sostenimiento de los recursos y los proyectos.

Otro golpe recaerá en Educación porque las partidas nacionales son importantes para refacciones, ampliaciones o edificios nuevos. Actualmente, la cartera educativa dispone de medio centenar de proyectos aprobados, algunos en ejecución. Estas transferencias se generan por cumplimiento de leyes y, además, asignaciones por proyectos impulsados por el gobierno provincial.

Entre esas previsiones, Nación programó recursos para 25 edificaciones nuevas, de las cuales, 13 son Jardines. Se convocaron, recientemente, licitaciones para dos construcciones: uno para Campo Grande y otro para Belisle.

Las concreciones de tres plantas de agua -Viedma, Roca y Catriel- se programaron con convenios con financiamiento del ENOHSA (Ente Nacional de Obras Hídricas y Saneamiento) pero casi nada se avanzó. Las tareas en la Capital provincial y en Catriel, desde hace meses, están paralizadas por falta de actualización de costos mientras que en Roca quedó desierta la licitación aunque la obra de cloacas llega al 23% de ejecución.

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Obras en Río Negro: Viviendas

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Se diluye también la esperanza, si aún existía, de que Río Negro comience con los programados planes federales de viviendas.

Esta posibilidad viene maltrecha porque, desde hace años, Nación no envía recursos para proyectos de unidades habitacionales, aún sus reiterados anuncios de barrios que nunca se concretaron.

En enero del 2021, el gobierno provincial firmó un convenio por 1326 viviendas con el ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat. Casi tres años después, el trámite no llegó a la firma de los contratos con las constructoras y, según trascendió, Nación estaría ofreciendo ese trámite a los privados, que -obviamente- dudan de firmarlos.

Anteriormente, la gestión de Mauricio Macri desactivó directamente ese financiamiento público y acordó un diseño compartido con la Provincia para la conclusión de los conjuntos habitaciones de Techo Digno.

La Provincia anticipa sus limitaciones. El gobernador electo Alberto Weretineck ya había anunciado restricciones de las arcas rionegrinas para avanzar en nuevas obras.

El Plan Castello tiene pendiente de finalización tres proyectos: el riego de Campo Grande, el edificio del Ipross y la plan director de Villa Regina. Los trabajos en las dos primeras están paralizados por conflictos con las constructoras.

Entre los acuerdos de cofinanciamiento, el hospital de Bariloche sigue en obra, sostenida por los recursos provinciales mientras Nación cumple con parte de sus transferencias que no llegan actualizadas entonces su participación real se reduce.

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Parecida situación se advierte en los financiamientos compartidos para las Terminales de Ómnibus. Son siete proyectos convenios con el ministerio de Transporte.

La Provincia participa en el proyecto de Bariloche mientras que Nación acordó directamente con los gobiernos locales para Viedma, Cinco Saltos, El Bolsón, San Antonio, Regina y Sierra Grande. Sus avances varían, desde administraciones que desistieron de sus construcciones hasta Viedma que ya rondaría el 60% de avance.

El futuro depara un cuadro más incierto aún.

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Obras en Río Negro: Echarren, entre el balance y “un futuro preocupante”

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Alejandro Echarren, actual secretario de Obras Públicas y posible responsable del área en el futuro gobierno, señaló que “el balance es positivo” porque “la obra pública se mantuvo en el último tiempo, con los vaivenes económico y financiero” y destacó “el volumen importante de obras, la mayoría con recursos provinciales”.

Entre ellas enumeró “la ejecución del Plan Castello” porque “hicimos obras que con un presupuesto provincial hubiera sido imposible, como las líneas eléctricas, planes directores de cloacas, el gasoducto de la Línea Sur y el Parque Tecnológico de Bariloche”.

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En ese sentido reconoció que “quedan inconcluso el edificio del Ipross y el sistema de Riego de Campo Grande”, pero aclaró que “fue incumplimientos de las empresas no del Estado”.

Por eso “se pudo dar mucha respuesta, nunca alcanza y no estamos conforme”.

El funcionario valoró “la inversión en Salud Pública. Pudimos terminar el hospital de Ramos Mexía, llevar adelante el de Maquinchao, el de Bariloche, la segunda etapa de Cinco Saltos, más las pequeñas ampliaciones; que para la comunidad son importantes”.

Echarren sostuvo que “lo que viene es sumamente preocupante” aunque separó las obras que tienen financiamiento del BID, “con esas no creo que haya problemas”.

Pero “es preocupante lo que se dice desde las futuras autoridades, sobre todo del presidente electo, porque demuestra un desconocimiento absoluto de lo que es la obra pública”.

Subrayó que “como concepto decir que es un gasto, nosotros estamos en las antípodas” porque “hay obras que el privado no va a hacer”.

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Obras en Río Negro: Proyectos escolares por 7.337 millones

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Medio centenar de obras escolares en ejecución o por iniciarse tienen financiamiento de Nación. Estos proyectos totalizan unos 7.337 millones, con 25 nuevos edificaciones: 13 jardínes de infantes, 3 escuelas Primarias, 4 Técnicas y 5 Salón de Usos Múltiples. Se suman 6 ampliaciones.

Actualmente, hay cinco en ejecución: 2 Jardines, 1 SUM y 2 reformulaciones. El resto está en proceso de licitación o adjudicadas.

Además, la Nación asiste a Río Negro con 32 construcciones menores, de las cuales, 11 ya están finalizadas.

Otras 21 están en construcción o en licitación. El monto total de inversión por estos diseños se aproximan a los 771 millones de pesos.

Según los montos originales, la inversión nacional para Río Negro por construcciones escolares llega a los 8.108 millones.