Toma forma el polo agroalimentario de Vaca Muerta en el abasto neuquino
El proyecto prevé crear en inmediaciones de las naves un sitio de transformación y elaboración alimenticio. El abasto neuquino provee de productos a buena parte de la Patagonia Norte.
El Polo Agroalimentario del Mercado de Concentración de Neuquén surgió como una apuesta concreta para diversificar la matriz productiva de la región.
Mientras Vaca Muerta concentra inversiones y atención, este nodo agroindustrial se instaló en Centenario con una orientación exclusiva: alimentos, insumos y servicios conexos.
Diego Molina, gerente del Mercado de Concentración, explicó que el proyecto no persigue fines inmobiliarios, sino que se autofinancia con la venta de lotes a empresas interesadas en radicarse y operar allí.
Las restricciones de uso impiden destinos ajenos a la producción, procesamiento, distribución o acopio de alimentos y productos del agro.
“Es un esquema cerrado, con vigilancia 24 horas, todos los servicios incluidos y un formato pensado para potenciar sinergias”, explicó Molina.
El predio abarca ocho hectáreas, con lotes ya adjudicados a una heladería que busca relocalizar su fábrica, a una empresa de verdura de cuarta gama y a emprendimientos de acopio y envasado de nueces y almendras.
También se incorporaron fabricantes de dulces y distribuidores que hoy operan en zonas saturadas como el oeste neuquino o el centro.
Actualmente se vendieron 16 lotes y se espera alcanzar un piso mínimo de ventas para firmar contrato con la empresa constructora.
“Son dos o tres firmas más las que faltan para cerrar esa etapa. En cuanto se concrete, comienza el desarrollo de servicios con el dinero de esas ventas”, detalló el gerente.
Semaforo en la calle Ingeniero Huergo
El entorno ofrece ventajas logísticas. En conjunto con el Consorcio de Administración del Parque Industrial de Neuquén, Capin, el Ministerio de Economía provincial y los municipios de Centenario y Neuquén, se presentaron proyectos para mejorar la accesibilidad desde la calle Ingeniero Huergo.
Ya se adquirió un semáforo y se solicitó la ampliación del trazado hasta el ingreso del Polo. También se gestiona con EPEN la instalación del alumbrado público.
El interés crece. Empresas logísticas y grandes operadores realizaron consultas, aunque sin decisiones firmes aún.
Algunas plantas de producción evalúan expandirse y dudan entre continuar en Buenos Aires o instalarse en este nodo neuquino.
En paralelo, el Mercado de Concentración consolida su rol como eje de abastecimiento regional.
Cuenta con dos naves principales para frutas y verduras, una nave sur para alimentos elaborados y espacios anexos para carnicerías, fábricas de pastas, almacenes secos y forrajerías.
Allí operan unas 60 empresas distribuidas en 60 puestos, más de 100 productores ocupan la playa libre en temporada estival.
Durante el verano, entre el 60 y el 70 por ciento de la mercadería proviene del Alto Valle. En invierno, el aporte regional se reduce al 20 o 30 por ciento.

La zona de influencia va desde 25 de Mayo y Valle Medio hasta la cordillera norte, el interior provincial y localidades del sur como Esquel y Trevelin.
En esas áreas, invernaderos y manejo de ventanas de producción prolongan la estacionalidad y permiten abastecer mercados más amplios.
El Polo Agroalimentario emerge así como una infraestructura inédita en la región, sin comparables en parques industriales privados, con reglas claras y proyección de crecimiento.
La sinergia entre actores ya instalados y futuros inversores proyecta un ecosistema capaz de generar empleo, valor agregado y abastecimiento eficiente en una provincia que busca ampliar sus horizontes más allá del petróleo.
Experiencias de parques específicos en el país
En distintas regiones del país, se consolida una tendencia hacia la creación de parques industriales con orientación agroalimentaria.
Aunque no todos son exclusivos del sector, sí priorizan la radicación de empresas vinculadas a la producción, logística y procesamiento de alimentos, generando polos de especialización y sinergia empresarial.
Además del de Neuquén – Centenario, con un esquema de inversión público-privada y terrenos destinados exclusivamente a actividades del rubro, hay otras experiencias.
En La Pampa, se desarrollaron parques apícolas y agroalimentarios en Santa Rosa y General Pico, integrados a la política provincial de impulso industrial.
Chubut avanza con el Parque Científico, Tecnológico y Agroforestal de Esquel, enfocado en innovación agropecuaria y forestal patagónica.
Córdoba exhibe el caso del Parque Industrial de General Cabrera, con fuerte presencia de industrias maniseras y agroalimentarias, mientras que el Parque Industrial Pilar, en Buenos Aires, alberga una proporción significativa de firmas de alimentos y bebidas.
La especialización responde al perfil productivo nacional y busca facilitar infraestructura adecuada, logística específica, servicios compartidos y desarrollo tecnológico en la cadena de valor agroalimentaria. Estos parques fortalecen una red nacional de nodos productivos con arraigo territorial y proyección estratégica.
Persisten los galpones en el Bajo neuquino
El 20 de abril de 1993 marcó un punto de inflexión para el abastecimiento mayorista en la ciudad de Neuquén.
Ese día se inauguró el Mercado de Concentración, con el objetivo de ordenar y profesionalizar la distribución de frutas y verduras, que hasta entonces se realizaba desde galpones ubicados en la zona del bajo capitalino.
La situación previa generaba múltiples conflictos. El movimiento nocturno de camiones y camionetas, sumado al manejo inadecuado de residuos vegetales, provocaba proliferación de roedores e insectos y afectaba la convivencia urbana. La necesidad de trasladar esta actividad a un área específica se volvió ineludible.
Una década después, el actual ministro de Economía de la provincia, Guillermo Koenig, lideró una estrategia de expansión cuando se desempeñaba como presidente del Mercado. Su plan consistió en integrar a mayoristas de otros rubros, con el propósito de conformar un verdadero polo de abastecimiento para todo el Alto Valle.
En paralelo, el entonces secretario de Producción del gobierno neuquino, Elías Sapag, encabezó las gestiones para reubicar a los comerciantes mayoristas que aún operaban en el bajo.
A pesar de los avances, muchos de esos locales continúan funcionando dentro del ejido urbano, amparados por habilitaciones como comercios de venta minorista por kilo.
Actualmente, el desafío sigue vigente: terminar de consolidar el predio de Centenario como nodo único de distribución mayorista. Para ello, se requiere avanzar en aspectos legales y promover incentivos .
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