Unas 18.500 familias del Alto Valle viven en tomas

Surge de un informe realizado por la ONG Techo.

CIPOLLETTI (AC).- Cerca de 18.500 familias del Alto Valle de Río Negro y Neuquén viven en 131 asentamientos informales que carecen de los servicios básicos como acceso a la red cloacal, al agua corriente y al gas natural. Si se tiene en cuenta un promedio de cuatro habitantes por grupo da un total de 74.000 personas, la mayoría niños y adolescentes, viviendo en condiciones de precariedad.

La ciudad que más cantidad de asentamientos informales tiene es Neuquén: cerca de 5.872 familias viven en 45 tomas. Le sigue Cipolletti con 26 ocupaciones y unas 5.274 familias, un número casi similar al de Neuquén que es una ciudad con una densidad habitacional mucho mayor. En la capital de la vecina provincia residen alrededor de 250.000 personas mientras que en Cipolletti el número llega los 90.000. Es decir, que en esta última ciudad rionegrina una de cada cuatro personas vive hoy en un asentamiento.

Aunque es territorio cipoleño, el paraje Las Perlas se relevó independientemente y allí se detectaron cinco asentamientos con 1.480 familias.

Le siguen Roca con 16 asentamiento y 2.491 familias; Allen con 13 y 652; Centenario con 10 y 1.717; Plottier con ocho y 1.258; Cinco Saltos con cuatro y 181 familias; Fernández Oro con dos asentamientos y 500 familias; Vista Alegre con una toma que agrupa a 18 familias. El informe no computa datos sobre Villa Regina.

Los datos surgen del informe que realizó la organización no gubernamental Techo que relevó los asentamientos informales de la provincia de Buenos Aires, Córdoba, Gran Rosario, el Alto Valle, el departamento capital de Misiones y parte de Salta. En los siete territorios vive el 63% de la población del país y existen 1.834 asentamientos informales que alojan cerca de 532.800 familias.

Más de la mitad de los asentamientos informales del Alto Valle cuenta con una conexión irregular a la red pública de energía eléctrica (65,9%). En Neuquén, las conexiones irregulares alcanzan el 77,8% y en Río Negro el 54,5%.

En cuanto a la posibilidad de acceso a la red cloacal, el 63% elimina las excretas a través de un desagüe hacia un pozo ciego; casi un tercio de los barrios (32%) registra como método de eliminación más común el pozo ciego con cámara séptica y sólo el 4% de los barrios (cinco) tiene acceso mayoritario a la red cloacal pública.

El agua potable es quizá una de las problemáticas de mayor impacto por lo indispensable que resulta este servicio para la calidad de vida de las personas. Más de la mitad de los asentamientos informales cuenta con una conexión irregular a la red pública de agua. La proporción de barrios que utilizan agua de pozo en el Alto Valle es mayor en el lado rionegrino, donde alcanza el 24,6%. Solamente el 12% de los barrios informales cuenta con conexión formal a la red pública.

El acceso a la red de gas natural es casi una quimera en los barrios precarios del Alto Valle. Según el relevamiento de Techo, casi las tres cuartas partes de los asentamientos informales (74,2%) utilizan el gas licuado en garrafa como fuente principal de energía para calefacción y cocina. “Prácticamente un cuarto de los barrios de este territorio (23,4%) utiliza leña o carbón como fuente principal de energía. Únicamente dos barrios (1,6%) cuentan con acceso a la red natural”, se especificó.

Miguel Gambera


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