Powell admite «graves dificultades» en Irak

Reconoció que las elecciones podrían sufrir las consecuencias.

BAGDAD (AFP/AP/DPA)- El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, admitió ayer que la insurrección en Irak se está «agravando», mientras se proseguían los esfuerzos en Bagdad para liberar a los rehenes extranjeros, entre ellos seis egipcios por cuya libertad su empleador está dispuesto a pagar rescate.

Los insurgentes «están determinados a perturbar las elecciones» previstas en Irak en enero del 2005, declaró Powell a la cadena de televisión estadounidense ABC. «Deberemos aumentar nuestros esfuerzos para vencer porque se agrava» la rebelión, agregó.

Powell reconoció, no obstante, en otra intervención en la cadena Fox News, que la violencia podría dificultar la realización de comicios en el conjunto del territorio iraquí. «No se puede decir que no habrá ataques contra los colegios electorales o que no habrá lugares donde resulte difícil votar», declaró.

Aunque juzgó «prematuro» evaluar las posibilidades de celebrar «elecciones totales y libres a través del país», reiteró que el objetivo de Washington y del gobierno transitorio iraquí sigue siendo la organización del plebiscito en todo Irak.

Por su parte, el primer ministro británico, Tony Blair, en referencia a la seguridad en Irak, admitió que «probablemente» la coalición estadounidense-británica había cometido «un error» después de la invasión del país en marzo del 2003 «al desmantelar demasiado rápidamente el ejército» iraquí tras el derrocamiento de Saddam Hussein.

Blair, entrevistado por la BBC antes de la apertura del congreso anual del Partido Laborista, también reconoció que la coalición había expulsado «demasiado rápidamente» a «los miembros del antiguo partido Baas» del depuesto Saddam Hussein del «conjunto de las estructuras del poder» iraquíes.

En cuanto a la suerte del británico Kenneth Bigley, secuestrado el 16 de septiembre en Irak junto a dos estadounidenses, que ya han sido decapitados, por el grupo islamista del jordano Abu Musab al Zarqaui, Blair rechazó «suscitar falsas esperanzas» y reiteró que está excluido ne

gociar con los secuestradores.

Sin embargo, el grupo de telecomunicaciones Orascom, que emplea a los seis egipcios secuestrados el miércoles y jueves en Irak, ha propuesto pagar un rescate para liberarlos, según el diario gubernamental egipcio Al Ahram de este domingo.

En Bagdad, el jefe de la misión diplomática egipcia, Faruq Mabruk, se reunió ayer con miembros del Comité de Ulemas, la principal organización religiosa sunita de Irak.

El ex cantante británico Cat Stevens, convertido al islam, dirigió un llamamiento a los secuestradores de Bigley para que lo liberen. «En tanto que miembro del Consejo de Musulmanes de Gran Bretaña, les pido en nombre de Alá el misericordioso que liberen a Ken Bigley por la buena reputación de nuestra religión y conforme a los preceptos de nuestro glorioso Corán», escribe el ex músico, que ha adoptado el nombre de Yusuf Islam, en una carta difundida por la embajada británica en Bagdad.

El jeque Mahdi al Sumaydai, de la corriente salafista (sunismo fundamentalista), aseguró que los bombardeos militares estadounidenses a la ciudad sunita de Faluya, que han dejado 15 muertos desde el viernes, no ayudan a la causa de los rehenes en Irak.


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