Preocupan los casos de Sífilis en la población adulta de Río Negro

Hay preocupación en el área de Salud provincial. "A los mayores solamente se los ve en una guardia hospitalaria", resaltan sobre la prevención.

El incumplimiento de pautas de autoprotección principalmente en adultos, quienes por falta de uso de preservativo aparecen con síntomas de sífilis en un centro público o privado, es materia de preocupación en el Ministerio de Salud de Río Negro.

“Hay que poner énfasis en volver al preservativo porque se están infectando hombres con edad promedio en los 34, y 35 en las mujeres”, afirman en la cartera ministerial donde dicen no tener cifras de la ocurrencia anual.

Se observa que en esta franja etárea, muchos han cerrado su ciclo como padres, sin embargo se infectan. “Es gente de esa edad para arriba la que se atiende más, y se trata de personas adultas que tienen pautas asimiladas desde hace rato”, sostiene Celeste Gómez del Departamento Epidemiología que comparte con Liliana Fonseca y Laura Margaría.

Incluso se han atendido en hospitales públicos casos de personas muy mayores de entre 65 y 72 años.

25 mil
dosis anuales de penicilina distribuye Salud Pública en los hospitales, donde además hay dispensers con preservativos. En el área alegan que no hay muchas denuncias de los centros privados.

La especialista destaca que “nosotros hacemos campañas (de concientización sobre el uso del preservativo) pero tenemos que saber cómo vender (la misión) a los adultos porque a los jóvenes los encontramos en las escuelas, las esquinas o en los clubes», sin embargo “a los mayores solamente se los ve en una guardia hospitalaria para medirse la presión arterial, y además el hombre es displicente con su salud”.

De las evaluaciones ministeriales se extrae que algunas atenciones médicas están vinculadas a hombres que tienen sexo con otros hombres, aun cuando no son homosexuales. “Traen al marco de la pareja cuestiones que son de afuera”, acota Gómez.

Por su parte, la secretaria de Políticas de Salud, Mercedes Iberó, pone énfasis en la dejadez y en la frase ‘A mí, no me va pasar’ «como cuando comenzaron a conocer casos de VIH”. Recuerda en ese sentido que “hubo un gran miedo en la población, y por eso quizá se reforzó el uso del preservativo pero al mejorar los tratamientos y que la gente no se moría tanto, se dejó de usar”.

Para Gómez, “los síntomas no son inmediatos, y la sífilis se diagnostica y trata en forma fácil, y es curable en un ciento por ciento” pero “tiene que haber una instancia de educación, y ahí es cuando el  equipo de salud tiene que sentarse (con el paciente) y mientras se le suministra la penicilina, hay que hacer un llamado a la conciencia”.

Insiste en que “debe existir una instancia educativa importante” poniendo como ejemplo que si el hallazgo de la enfermedad es en un  control de embarazo se debe reclutar a la pareja para que haga tratamiento. A su entender la embarazada “se va a volver a infectar y ahí vamos a tener una sífilis congénita que es el verdadero drama”.

Sin estadísticas provinciales. “La provincia no es la excepción (en la tendencia alcista de casos) a un comportamiento global”, afirman las expertas de la cartera ministerial.

En el mismo sentido, Gómez e Iberó consideran inoportuno calcular cantidades porque el tratamiento “es como un fuego artificial, se enciende y se apaga rápido” y en consecuencia “la tasa cambiaría, y además lo dicen las tendencias que las cosa sigue en aumento”.

La secretaria de Políticas de Salud concluye en que “cuantos casos no lo sé porque puede haber muchos, pero nosotros enviamos la penicilina, lo tratan y ya está, y cuando se detectan empezamos a trabajar con los equipos de salud, en prevención y promoción, y ver en qué estamos fallando en educar a la gente en el uso de preservativos”.


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