Crece de manera sostenida el reporte de casos de sífilis en la región

Es una infección de transmisión sexual que tiene cura, pero si se demora el diagnóstico puede generar graves complicaciones. La situación en Neuquén y Río Negro.

Hace cinco años que se registra a escala nacional un importante salto en el reporte de los casos de sífilis. Neuquén y Río Negro no son la excepción: en ambas provincias el crecimiento ha sido sostenido. Se trata de una infección de transmisión sexual (ITS) que detectada a tiempo es tratada, y tiene cura, pero si se demora el diagnóstico puede generar complicaciones.

“En el 2014 teníamos el 5% de tasa de sífilis y hoy, a 2019, tenemos 34% en la provincia”, aseguró Cecilia Felizia, jefa de Departamento de Vigilancia Epidemiológica de Neuquén.

Esta ITS se transmite a través de relaciones sexuales (vaginales, anales u orales) sin preservativo y desde la persona gestante al bebé durante el embarazo.

En cuanto a las razones por las aumentan los casos, la profesional manifestó que es multicausal, pero hizo especial hincapié en el uso del preservativo: “nosotros creemos que es una relajación en las medidas de prevención y de precaución en la transmisión de estas enfermedades, más puntualmente la falta de uso de profilácticos. Los números de Nación también han aumentado y la OMS (Organización Mundial de la Salud) está preocupada.”

Con relación a las franjas etarias, Felizia manifestó: “arranca a los 19 años y el pico lo hace entre los 25 y 34 años. Si miramos 2018-2019 han aumentado en todos los grupos casi un 40% la notificación de casos con respecto al año anterior.”

Los síntomas aparecen después de contraer la bacteria, y difieren según el estadio. Con un análisis de sangre se puede saber si una persona tiene o si tuvo sífilis alguna vez. Se cura con penicilina, que se administra de manera ambulatoria, pero no genera inmunidad. Es decir que el tratamiento no implica que no se puede volver a contraer la infección. La pareja sexual también debe hacerlo.

“El paciente generalmente consulta porque tiene molestias al orinar o al tener relaciones, básicamente por secreciones purulentas o ardor. Si el médico está en duda puede pedir un análisis, el tratamiento se hace por clínica, por sintomatología. Tiene cura creen que no vuelve a aparecer, tiene cura pero queda ahí latente, al próximo contacto sin protección puede tener una reactivación”, explicó la jefa de Departamento.

En Neuquén, la tasa más alta de casos se registra en la zona metropolitana, que es la que concentra la mayor cantidad de población. “(De todas formas) en las seis zonas crecieron entre un 30 y un 40% en 2019 con respecto a 2018, en cuanto a casos”, agregó la profesional.

El Castro Rendon es el hospital de mayor complejidad.

En general los varones, afirmó, “esperan a presentar síntomas para ir a consultar, no hacen consultas preventivas como hacemos las mujeres, porque ya estamos acostumbradas a los controles ginecológicos.”

Sobre este aspecto también se refirió el jefe de infectología del hospital Castro Rendón, Adrián Morales. “Un problema somos los hombres que no hacemos estas rutinas de control (de ITS). El análisis es muy sencillo, el más común es de sangre, es barato, y se puede hacer en cualquier lado”, señaló.

Y sumó: “La mayoría de las personas no tienen síntomas o no se dan cuenta de los síntomas, porque como es por contacto hay una lesión que es como una inoculación local que es el primer estadio, que es la sífilis primaria, y muchas veces pasa sin diagnóstico. En los hombres la lesión inicial la mayoría de las veces está en el pene, y en las mujeres está en la vagina, pero no se la ven porque no da muchos síntomas. Se ve fea pero no duele. Después, de las personas que se contagian mas o menos dos tercios se curan solas y en un tercio de las personas la enfermedad progresa, con o sin síntomas, puede progresar durante años.”

En números

51
casos cada 100.000 habitantes fue la tasa que alcanzó en 2018 la sífilis en Argentina.
14.8
era la tasa en 2014 y nunca decreció: en 2015 fue de 21,3, en 2016 de 24 y en 2017 llegó a 35,2, según el boletín sobre ITS en la Argentina.

1
caso cada mil nacidos vivos era en 2013 el registro de sífilis congénita, transmitida de una persona gestante a un bebé durante el embarazo. En 2017 trepó a 1,7.

En Roca faltan recursos para el tratamiento de la infección


“Hace tres semanas tuve cinco casos de sífilis. La semana anterior vi tres y la anterior, tres más. Todos casos nuevos”, comentó la médica del Centro de Salud de barrio Nuevo de General Roca, Claudia Hardzieg. Once casos en el último mes y otros tres sospechosos, que aparecieron el mismo día en el que Río Negro visitó la salita.

En Roca, “se han triplicado o cuadriplicado los casos (en 2019)”, expresó Laura Ulzurrum, coordinadora del área de Infectología y Control de Infecciones del Hospital Francisco López Lima.

“En lo que va del mes y medio de 2020, se mantienen; pero semana a semana siguen siendo demasiado altos”, aseguró. Contó que en el hospital se tratan muchos casos, pero aún así, saben que hay muchos más a los que no han llegado todavía. “Detrás de cada paciente hay como mínimo dos casos más para diagnosticar (…) La mayoría son relaciones ocasionales”, explicó la médica.

Uno de los focos está en el Centro de Salud de barrio Nuevo, donde los profesionales están en alerta.

De marzo a enero pasado, siete personas hicieron tratamiento por sífilis en esa salita, de las cuales tres eran mujeres embarazadas. En los últimos cinco meses, llegaron a ese centro dos casos de sífilis terciaria, la enfermedad en su etapa avanzada.

“Muchos de los pacientes con sífilis les hice la orden y tuvieron que ir al hospital porque no hay penicilina en el Centro de Salud. Tener que andar rastreando una penicilina es una vergüenza”, criticó Hardzieg.

Por su parte, Laura Ulzurrum, coordinadora de Infectología del hospital dijo que si se quedaron sin stock en algún momento fue por la alta demanda. “Uno espera cuatro casos en un mes y resulta que llegan ocho”, señaló, sin embargo, dijo que siempre se pudo resolver a tiempo.

Pero las quejas no sólo son por la falta de penicilina, sino de preservativos, el método de prevención.

En ese centro utilizan aproximadamente tres cajas por semana, es decir, 300 preservativos y sólo hay una caja de 100.

También faltan médicos en la salita, que atiende a unas 400 personas por semana; y turnos para análisis de sangre. “A los análisis los estoy pidiendo urgentes por guardia, porque no tengo turnos de Laboratorio, sólo tengo 15 por mes”, agregó la médica.

“La gente no tiene para comer, para pagarse un pasaje de colectivo y que tenga una sífilis y encima le tengas que decir que se vaya al hospital a hacerse una penicilina, le complica la existencia”, se quejó. “Es algo básico”, agregó.


Preocupan los casos en la población adulta de Viedma


El incumplimiento de pautas de autoprotección, principalmente en adultos, quienes por falta de uso de preservativo aparecen con síntomas de sífilis en un centro público o privado, es materia de preocupación en el Ministerio de Salud de Río Negro.

“Hay que poner énfasis en volver al preservativo porque se están infectando hombres con edad promedio en los 34 años, y 35 en las mujeres”, afirmaron en la cartera ministerial donde dicen no tener cifras de la ocurrencia anual.

“Es gente de esa edad para arriba la que se atiende más, y se trata de personas adultas que tienen pautas asimiladas desde hace rato”, sostuvo Celeste Gómez del Departamento Epidemiología, que comparte con Liliana Fonseca y Laura Margaría.

Incluso se han atendido en hospitales públicos casos de personas de entre 65 y 72 años.

La especialista destacó: “nosotros hacemos campañas (de concientización sobre el uso del preservativo) pero tenemos que saber cómo vender (la misión) a los adultos porque a los jóvenes los encontramos en las escuelas, las esquinas o en los clubes (sin embargo) a los mayores solamente se los ve en una guardia hospitalaria para medirse la presión arterial. Además el hombre es displicente con su salud”.

Para Gómez, “los síntomas no son inmediatos, y la sífilis se diagnostica y trata en forma fácil, y es curable en un ciento por ciento” pero “tiene que haber una instancia de educación, y ahí es cuando el equipo de salud tiene que sentarse (con el paciente) y mientras se le suministra la penicilina, hay que hacer un llamado a la conciencia”.

Las expertas aseguraron que “la provincia no es la excepción (en la tendencia alcista de casos) a un comportamiento global”.

Gómez e Iberó consideraron inoportuno calcular cantidades porque el tratamiento “es como un fuego artificial, se enciende y se apaga rápido” y en consecuencia “la tasa cambiaría, y además lo dicen las tendencias que las cosa sigue en aumento”.

Desde Salud Pública se distribuyen en los hospitales 25.000 dosis anuales de penicilina, donde además hay dispensers con preservativos.


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