Previsible: se profundiza la interna en Economía

La falta de conducción por parte del ministro Lorenzino es aprovechada por Kicillof, Moreno y hasta el titular de la Anses, Diego Bossio.

El gabinete que acompaña a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en su gestión está sufriendo un fuerte y progresivo desgaste. Según admitieron fuentes allegadas al Ejecutivo, los funcionarios están cada vez más enfrentados entre sí, al tiempo que se han agigantado las versiones sobre eventuales reemplazos, enroques y nuevos ministros para después de las elecciones. “Río Negro” pudo conversar esta semana con funcionarios de la Casa Rosada y del Ministerio de Economía de la Nación y todos coincidieron en que el clima interno del gobierno es complicado, con peleas en los sectores que concentran poder de decisión, y –se estima– generará diferentes cambios de nombres tras los comicios legislativos del 27 de este mes. De acuerdo con las fuentes, las internas se concentran en los enfrentamientos que mantienen desde hace varios meses los ministros de Planificación Federal, Julio de Vido, y del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, por un lado, y los integrantes del gabinete económico en general por otro. El cuadro de situación muestra que el ministro de Economía de la Nación, Hernán Lorenzino, es eje de severos cuestionamientos de todos lados, de propios del gabinete económico y de integrantes de otros sectores del gobierno. En los pasillos de la Casa Rosada se sabe que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le ha pasado a Lorenzino duras facturas por la falta de respuesta positiva que ha tenido la Argentina en el tratamiento judicial por el pleito de los fondos buitre en Estados Unidos. Para peor, el principal apoyo de Lorenzino, el vicepresidente Amado Boudou, ha sido totalmente “borrado” de la escena política por parte de la mandataria y de la dirigencia política de La Cámpora, que no para de criticarlo en cada reunión que se realiza. Otros integrantes del equipo económico, como el viceministro Axel Kicillof, el secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, el titular de la AFIP Ricardo Echegaray y la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, consideran que “Lorenzino no existe” y que “tampoco aporta nada”. Es más, Axel Kicillof, en las últimas presentaciones que hizo ante el Congreso, remarcó el concepto de “supongo que el ministro (de Economía) estaba al tanto de este tema”, en una dura referencia de consideración hacia el titular de la cartera económica. Pero, a la vez, Kicillof –quien hasta hace dos meses tenía un perfil más bajo– ha tomado más vuelo y logrado colocar a Pablo Pérez, un hombre de su riñón, en el directorio del Banco Central, mostrando de esta manera que busca tener más injerencia en la gestión que realiza Marcó del Pont. A todo esto, la titular del Banco Central está absolutamente distanciada de Kicillof y también de Moreno, el hombre más cuestionado del gobierno por estas horas. Moreno llama a Marcó del Pont “la Arrostito” en forma peyorativa pero, además, quiere ganar la pelea de espacios de poder que disputa con Kicillof ante Cristina. Sin embargo, parte de los funcionarios de Economía acusa a Moreno de los últimos grandes fracasos, como el congelamiento de precios, la Supercard y el blanqueo impositivo. Claro que en los últimos días Moreno ganó más aire, ya que la presidenta resolvió una prórroga en el blanqueo –por tres meses– y Echegaray quedó “pagando”, puesto que horas antes había sugerido no continuar con la iniciativa y admitir que la medida no había cumplido los objetivos fijados. A todo esto se agrega un nuevo integrante en la discusión: el titular de la Anses, Diego Bossio, respaldado por La Cámpora y esencialmente por la presidenta. Esta semana tanto Bossio como Kicillof fueron señalados como posibles sucesores de Lorenzino para después de las elecciones. Pero la interna no se limita sólo al Ministerio de Economía. El ministro Randazzo no ha ocultado su fastidio con De Vido por la deficiente gestión que se realizó en los trenes y la situación vial del país. “El panorama de los trenes y de la situación vial en general es mucho más grave de lo que se suponía”, habría expresado Randazzo, según algunos de sus principales allegados, en obvia referencia al titular de Planificación e Infraestructura. Tal es el enfrentamiento que, de acuerdo con algunos funcionarios de la Casa Rosada, Randazzo habría tenido una extensa reunión con Carlos Zanini, el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, para explicarle el estado “calamitoso” de los ferrocarriles y la infraestructura en general del país. Esto llevó a que Zanini tuviera una conversación con De Vido, hace dos semanas, donde hubo conceptos duros y reproches mutuos y hasta un conato de pelea a puños que fue neutralizada por otros asesores que participaron en la reunión. Pero, además de esta pelea, hay otras internas también al rojo vivo. Versiones de cambio Dos teorías se manejan para Economía. Diego Bossio suena como posible reemplazante de Lorenzino tras las elecciones parlamentarias, aunque también se comentó que Axel Kicillof podría ocupar ese cargo y el puesto de viceministro sería para el actual titular de la Anses, conformando así una conducción económica absolutamente camporista. Además, se habla del avance de Kicillof en el Banco Central, con el objetivo de desplazar a Marcó del Pont de su titularidad. En tanto Moreno, sobre quien existen pedidos de reemplazo, en principio continuaría en su cargo a pesar de las presiones. En este escenario, los operadores del mercado aseguran que más que cambios lo que se producirá en Economía serán enroques. Un esquema tradicional dentro del estilo de ejercicio del poder del kirchnerismo. (Agencia Buenos Aires)

Ya se habla de cambios para después de las elecciones


El gabinete que acompaña a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en su gestión está sufriendo un fuerte y progresivo desgaste. Según admitieron fuentes allegadas al Ejecutivo, los funcionarios están cada vez más enfrentados entre sí, al tiempo que se han agigantado las versiones sobre eventuales reemplazos, enroques y nuevos ministros para después de las elecciones. “Río Negro” pudo conversar esta semana con funcionarios de la Casa Rosada y del Ministerio de Economía de la Nación y todos coincidieron en que el clima interno del gobierno es complicado, con peleas en los sectores que concentran poder de decisión, y –se estima– generará diferentes cambios de nombres tras los comicios legislativos del 27 de este mes. De acuerdo con las fuentes, las internas se concentran en los enfrentamientos que mantienen desde hace varios meses los ministros de Planificación Federal, Julio de Vido, y del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, por un lado, y los integrantes del gabinete económico en general por otro. El cuadro de situación muestra que el ministro de Economía de la Nación, Hernán Lorenzino, es eje de severos cuestionamientos de todos lados, de propios del gabinete económico y de integrantes de otros sectores del gobierno. En los pasillos de la Casa Rosada se sabe que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le ha pasado a Lorenzino duras facturas por la falta de respuesta positiva que ha tenido la Argentina en el tratamiento judicial por el pleito de los fondos buitre en Estados Unidos. Para peor, el principal apoyo de Lorenzino, el vicepresidente Amado Boudou, ha sido totalmente “borrado” de la escena política por parte de la mandataria y de la dirigencia política de La Cámpora, que no para de criticarlo en cada reunión que se realiza. Otros integrantes del equipo económico, como el viceministro Axel Kicillof, el secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, el titular de la AFIP Ricardo Echegaray y la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, consideran que “Lorenzino no existe” y que “tampoco aporta nada”. Es más, Axel Kicillof, en las últimas presentaciones que hizo ante el Congreso, remarcó el concepto de “supongo que el ministro (de Economía) estaba al tanto de este tema”, en una dura referencia de consideración hacia el titular de la cartera económica. Pero, a la vez, Kicillof –quien hasta hace dos meses tenía un perfil más bajo– ha tomado más vuelo y logrado colocar a Pablo Pérez, un hombre de su riñón, en el directorio del Banco Central, mostrando de esta manera que busca tener más injerencia en la gestión que realiza Marcó del Pont. A todo esto, la titular del Banco Central está absolutamente distanciada de Kicillof y también de Moreno, el hombre más cuestionado del gobierno por estas horas. Moreno llama a Marcó del Pont “la Arrostito” en forma peyorativa pero, además, quiere ganar la pelea de espacios de poder que disputa con Kicillof ante Cristina. Sin embargo, parte de los funcionarios de Economía acusa a Moreno de los últimos grandes fracasos, como el congelamiento de precios, la Supercard y el blanqueo impositivo. Claro que en los últimos días Moreno ganó más aire, ya que la presidenta resolvió una prórroga en el blanqueo –por tres meses– y Echegaray quedó “pagando”, puesto que horas antes había sugerido no continuar con la iniciativa y admitir que la medida no había cumplido los objetivos fijados. A todo esto se agrega un nuevo integrante en la discusión: el titular de la Anses, Diego Bossio, respaldado por La Cámpora y esencialmente por la presidenta. Esta semana tanto Bossio como Kicillof fueron señalados como posibles sucesores de Lorenzino para después de las elecciones. Pero la interna no se limita sólo al Ministerio de Economía. El ministro Randazzo no ha ocultado su fastidio con De Vido por la deficiente gestión que se realizó en los trenes y la situación vial del país. “El panorama de los trenes y de la situación vial en general es mucho más grave de lo que se suponía”, habría expresado Randazzo, según algunos de sus principales allegados, en obvia referencia al titular de Planificación e Infraestructura. Tal es el enfrentamiento que, de acuerdo con algunos funcionarios de la Casa Rosada, Randazzo habría tenido una extensa reunión con Carlos Zanini, el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, para explicarle el estado “calamitoso” de los ferrocarriles y la infraestructura en general del país. Esto llevó a que Zanini tuviera una conversación con De Vido, hace dos semanas, donde hubo conceptos duros y reproches mutuos y hasta un conato de pelea a puños que fue neutralizada por otros asesores que participaron en la reunión. Pero, además de esta pelea, hay otras internas también al rojo vivo. Versiones de cambio Dos teorías se manejan para Economía. Diego Bossio suena como posible reemplazante de Lorenzino tras las elecciones parlamentarias, aunque también se comentó que Axel Kicillof podría ocupar ese cargo y el puesto de viceministro sería para el actual titular de la Anses, conformando así una conducción económica absolutamente camporista. Además, se habla del avance de Kicillof en el Banco Central, con el objetivo de desplazar a Marcó del Pont de su titularidad. En tanto Moreno, sobre quien existen pedidos de reemplazo, en principio continuaría en su cargo a pesar de las presiones. En este escenario, los operadores del mercado aseguran que más que cambios lo que se producirá en Economía serán enroques. Un esquema tradicional dentro del estilo de ejercicio del poder del kirchnerismo. (Agencia Buenos Aires)

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