Primer desencuentro entre Quiroga y Zambón

El intendente electo y el futuro presidente del Concejo Deliberante, ambos de la Alianza, evidenciaron ayer la primera grieta en sus relaciones. La votación sobre la construcción de barrios privados en la zona de Confluencia encontró a los actuales concejales en veredas diferentes. El primero estuvo de acuerdo en aprobar la iniciativa y el segundo aseguró que ese tipo de barriadas es nocivo porque "atenta contra la integración de la población".

NEUQUEN- Todavía no asumieron y ya el intendente electo Horacio Quiroga y el futuro presidente del Deliberante, Humberto Zambón, muestran en público posiciones diferentes. Ayer, en el Concejo, la discordia fue la autorización para construir barrios privados en la Confluencia, un área de valor estratégico por su vinculación con el Paseo de la Costa.

Pese a que en la sesión se esforzaron por dar una imagen de unidad y hasta tuvieron palabras elogiosas para el otro, a la hora de levantar la mano votaron divididos: Quiroga a favor y Zambón en contra.

Esta situación no fue inesperada pero marcó lo que podrá ser la relación futura entre los dos poderes locales y el juego interno de fuerzas del bloque aliancista, que se integrará con cinco representantes del Frepaso y cuatro de la Unión Cívica Radical.

Poco después del triunfo electoral en Neuquén, Zambón hablaba de consolidar a la Alianza y de la intención de mantener con el Ejecutivo municipal que administrará la ciudad los próximos cuatro años una relación fluida aunque no condescendiente, por lo menos de su parte.

«Espero que no existan hechos equivocados pues de haberlos y no rectificarse, actuaremos como actuamos con el gobierno del Movimiento Popular Neuquino», decía por esos días.

De hecho, ayer, sin que se haya llegado a esa situación, puesto a consideración el proyecto urbanístico de la Confluencia, Zambón y Quiroga fueron los únicos de todo el Concejo en fundamentar las posiciones diferentes de sus bloques, que se fundirán en uno solo dentro de 34 días.

Como muchas otras veces, Zambón volvió a oponerse a los barrios cerrados en el ámbito urbano porque «atentan contra la integración de la población». Si bien admitió que la iniciativa otorga un uso condicionado a este tipo de condominio, «evidentemente ese es el destino final» que tendrá gran parte del área agrícola, dijo. Antes había suavizado su intervención indicando que sus asesores tuvieron participación en el trabajo y que muchas de las observaciones fueron aceptadas por la comisión redactora.

«Comparto el criterio de mantener en el sector la fisonomía de oasis irrigado y los canales de riego pero el proyecto (devenido ordenanza) no lo garantiza suficientemente porque no prevé fondos para mantenerlos», observó también.

Enseguida Quiroga pidió la palabra. Sin mencionar en ningún momento el motivo de la discordia, habló de la coherencia de proseguir con las directrices generales de la Confluencia aprobadas el año pasado, de la «conveniencia» de definir el uso de un área que «ahora no es ni urbana ni productiva» y de las ventajas de establecer el desarrollo estratégico de la ciudad que cabalgará sobre una base tributaria mayor.

Lo emparentó con la avenida costanera y con las posibilidades de establecer un sector de servicios que capte el turismo de paso y genere empleo.

Como el futuro presidente del Deliberante, sobre el final Quiroga suavizó los términos de su alocución y hasta lo llamó «mi compañero y querido amigo», pero al igual que Zambón mantuvo firme su posición.

Puesto a votación el proyecto, la UCR votó en consonancia con el peronismo y el Movimiento Popular Neuquino.

En diez días podrán comenzar con el loteo

En no más de 10 días, cuando sea promulgada la ordenanza, quedará permitido el loteo en la Confluencia y la construcción de barrios privados, aunque con características especiales.

En el sector pegado al área urbana se localizará la mayor densidad de viviendas mientras que en el centro predominará la combinación de espacios productivos con residenciales y en la última los hoteles y emprendimientos de servicios.

En cualquiera de las tres franjas están autorizados los barrios cerrados aunque con algunos condicionantes: no podrán ser menores de una hectárea ni mayores de cuatro, tienen que estar rodeados por calles y mantener una distancia mínima entre ellos de 1.200 metros.

No permitirán los cercos de material

No están permitidos los cercos de material por lo que sólo podrán cerrarse con mallas tejidas y arbustos. Y además de tener que satisfacer las necesidades propias de espacios verdes, estarán obligados a ceder el 10 por ciento de las tierras al fondo inmobiliario municipal.


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