Producen fruto híbrido de la ciruela y el damasco

RIO COLORADO (ARC).- En una chacra de Río Colorado, propiedad de Carlos y Oscar Mao, han optado por diversificar ofertas, riesgos y posibilidades trabajando frutos relativamente exclusivos para explotar nichos pequeños. Entre las nuevas variedades producidas está el Pluot, un híbrido de la ciruela y el damasco.

La idea general es producir menores volumenes con variedades que le resulten al consumidor bien diferenciados.

«Si tuviésemos la posibilidad de exportar, las estrategias a seguir serían totalmente opuestas, pero teniendo en cuenta la realidad del sector entendemos que puede ser una alternativa válida», explican los responsables del emprendimiento.

Hasta ahora, las experiencias «están enmarcadas dentro de lo proyectado. No fue un fracaso, ni tampoco la salvación. Está dentro de lo proyectado y para sacar mayores conclusiones debemos esperar al menos un par de temporadas más», indicaron.

Los Mao se han encargado de buscar nuevas variedades y es así que han plantado pera asiática -con disímiles resultados-, pelón blanco, etc.

La última incorporación se llama Pluot, que es un híbrido de la ciruela y el damasco. Esta especialidad es el trabajo de un viverista norteamericano llamado Zaiger, reconocido por las creaciones de variedades exclusivas a través de la manipulación genética.

Tiene un 70% de genes de ciruela y el resto de damasco y el resultado es una fruta con sabor nuevo y muy rico. Hay diferentes variedades con pulpa roja, amarilla y negra.

La temporada pasada merced a un buen trabajo de diferenciación del producto para que no se confunda con la ciruela común, se lograron precios interesantes que rondaron los 75 centavos por kilo.

Otra ventaja apreciable es que el fruto madura pero no se ablanda con rapidez, prolongando los tiempos de comercialización.

Sin embargo, vale aclarar ciertos aspectos de manejo de la explotación, porque no todo resulta tan fácil.

El sistema de plantación utilizado es el de tatura, con una alta densidad que alcanzan a las 2.222 unidades por hectárea. Aquí la planta es una pantalla solar que intercepta mejor la energía solar y se colocan de norte a sur, inclinadas (60 grados aprox.) para tener mayor superficie de captación de la misma. «El sistema tatura se utiliza generalmente cuando la tierra es cara o insuficiente, porque la sola elección de este método implica 3,75 veces más costosa la inversión. En nuestro caso la usamos porque en esta parte de la chacra teníamos poco espacio disponible», indicaron. El frutal se planta sin podar y al segundo verde ya empieza a dar unos 2 kilos por planta. Si bien no hay datos precisos, se estima que en máxima producción puede dar un rinde de 50.000 kg./ha.

Se supo que la inversión por ha. de esta variedad y bajo esta modalidad puede llegar a los $ 13.000.

Una alternativa válida

Los mercados para la producción frutícola son cada vez más exigentes. Se podría enumerar que los principales requisitos son -no necesariamente en ese orden- innovación, calidad, variedad, presentación y frutos con garantía de bajos residuos. Si a esto le sumamos los caprichos de paladar, no resulta del todo fácil obtener una producción de gran demanda, homogénea en calidad y además con buenos precios de ventas.

En el caso del Pluot, más allá de lo climático, se puede mencionar que son muy susceptibles a la bacteriosis, un hongo que puede llegar a matar a la planta. Para ello hay que tener mucho cuidado con la humedad, no utilizar riego por aspersión y seleccionar otro método de defensa contra las heladas.

En épocas de crisis para todos los sectores productivos, la idea de no estancarse y apostar a los cambios surge como válida, en un difícil camino sin resultado asegurados. (ARC)