Cómo una casa de comidas puede lucir como una boutique

La remodelación de un local que vende productos gastronómicos y bebidas enfatiza en el diseño global, donde todo luce y destaca de un modo único, capaz de tentar hasta al sibarita más exigente. El mix de los estilos rústico e industrial es perfecto.

Gonzalo Viramonte

Una tradicional casa de comidas quería renovar su marca tras 14 años en el mercado de la gastronomía, en Córdoba. A pesar de las escasas dimensiones del lugar –34 m²– buscaban maximizar el espacio para convertirlo en un local tipo self-service de comidas, vinos y productos exclusivos. Sus dueños tenían en mente “una boutique gastronómica”.

Para ello recurrieron al estudio Efeeme Arquitectos. “Nuestra premisa de diseño pasó por generar una abstracción de un antiguo almacén –un lugar amigable, fresco, de identidad clara y que trasmita a los clientes la calidad del producto– y plasmarlo en una boutique con aire internacional”, comenta una de las arquitectas del grupo a “Río Negro”, Marina Alves Carneiro.

“El salón de ventas se organiza en torno a una mesa central que esconde un pozo de frío y deja espacio de apoyo para comidas fraccionadas. Esta disposición permite y guía el movimiento fluido de los clientes en el interior del local. Dos jaulas metálicas laterales ordenan y sectorizan la exposición y stock de productos. De este modo, un mismo elemento define el espacio y es soporte de mercadería”, es la memoria descriptiva de la obra que Marina comparte con este diario.

Criterios en juego

“La iluminación se resuelve con un sistema de luces led puntuales y lineales que resaltan la intervención y contribuyen a la visualización del producto. Sobre la mesa central tres lámparas elaboradas artesanalmente en hierro enfatizan la importancia de este elemento en la generación y ordenamiento del local”, agrega.

“Así, con un cuidadoso un cuidadoso gusto por la estética –que combina maderas al natural, con ladrillo, hierro, concreto y azulejos– más la calidez y el sentido del gusto convergieron en la funcionalidad y transformación de un almacén tradicional en una delicada boutique de tinte internacional”, concluye Marina.

Más fotos e info de esta obra en rionegro.com.ar/propiedades

Singularidades

del proyecto

• Material protagónico: la madera al natural. “Trasmite calidez y cercanía. Cambiando tipos, tramas y colores en diferentes planos y funciones asegura un juego perceptivo que da profundidad y aumenta la sensación de tamaño del pequeño salón”, afirma Marian Alves Carneiro.

• La estética industrial acompaña toda la intervención. ¿Con qué elementos? Madera, hierro, concreto, ladrillos a la vista y azulejos subway.

• Una mesa central organiza el salón y deja espacio de apoyo para comidas fraccionadas. Sobre la mesa se destacan tres lámparas artesanales en hierro; su protagonismo es fantástico y llamativo.

• Dos jaulas metálicas laterales ordenan y sectorizan la exposición y stock de productos.

• Iluminación: sistema de luces led puntuales y lineales que resaltan la intervención y contribuyen a la visualización del producto.


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