La casa, ¡para los chicos!
Es bien sabido que es importante crecer en lugares seguros e integrados. La propuesta incluye pequeñas adaptaciones en el hogar.
Por Arq. Mijal Orihuela (*)
Los chicos necesitan crecer en lugares donde se sientan seguros, libres e integrados. Por eso, cuando tenés hijos pequeños y un poco de creatividad, tu casa se transforma en otra.
Conversamos al respecto con las mexicanas Carmina Pué y Haydée Pineda, fundadoras de Gemu (@gemu.mx), un estudio de diseño de interiores especializado en arquitectura infantil. Es clave ponernos a su nivel, por un montón de motivos. Las neurociencias ya han demostrado que nos relajamos más, nos concentramos y dormimos mejor en lugares protegidos y con techos bajos.
Imaginate ahora, tener 3 años y dormir en una habitación de 2,6 metros de alto. Camas puente, telas que hacen un falso techo y tipis, son algunas de las herramientas que podemos usar para adaptar nuestro hogar, en dormitorios, espacios de lectura y relajación.
Asimismo, podemos favorecer su autonomía, darles cierta para libertad de elegir qué objetos o prendas usar e inculcarles el orden. ¿Cómo? Poniendo en el hall un perchero y banquito a su nivel, dándoles una cama a ras del suelo, haciendo estantes bajos para la ropa y juguetes. Cuando no es posible incorporar una cocina o mesa infantiles, podemos recurrir a torres de aprendizaje o sillas evolutivas, de altura ajustable. Incluso en el baño, les será más fácil acceder a la canilla del vanitory si esta se encuentra al costado del mismo, en vez de atrás.
“Un chico que al salir de casa puede agarrar una de dos chamarras [camperas], siente que está eligiendo cual usar. Si al llegar, cuenta con un lugar donde sacarse y guardar los zapatos, aprende que no todo se deja en cualquier parte. Y a su vez, poder estar a la altura de sus ‘mapadres’ mientras ellos cocinan, colaborando o no, lo hará sentirse más integrado a las actividades familiares”, nos explican las especialistas.
Incluso, es conveniente repensar los materiales de las terminaciones: pisos y paredes. Un revoque de arcilla, resulta en ambientes más silenciosos, con menor acumulación de polvo, mayor confort térmico y menos secos. Además, pueden pintarse o dejarse a la vista, garantizando que en el ambiente sólo haya materiales naturales.
Por otra parte, un piso de madera, si bien puede mancharse, resulta más blando para correr descalzo o si nos caemos que uno cerámico. Asimismo, estos pueden recubrirse con alfombras suaves o con planchas de goma eva, las cuales son fáciles y relativamente económicas de reemplazar. Lo bueno de esta opción, señalan las profesionales, es que también viene en colores neutros como el blanco y el gris, lo cual permite mantener el estilo de cualquier vivienda.
Tradicionalmente, pensamos nuestras casas para los adultos. Empecemos a idearlas con toda la familia en mente. Los chicos nos lo van a agradecer.
(*) Buen Vivir. Arquitectura y diseño. @mijal.arquitecta
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