Putin en un cauto regreso hacia la guerra fría
Kiev/Moscú.- La visita del presidente ruso Vladimir Putin a Ucrania fue una clara señal dirigida al nuevo presidente estadounidense George W. Bush.
Mientras Estados Unidos propone al resto del mundo sus controvertidos planes de una defensa con cohetes espaciales, el presidente ruso visita una de las mayores fábricas de cohetes del mundo. Los misiles crucero producidos allí en tiempos de la guerra fría no han perdido para los norteamericanos su impacto como portadores de ojivas nucleares.
Junto con el presidente ucraniano Leonid Kuchma, que entre los años 1986 y 1992 fue director de la gigantesca fábrica de cohetes “Yushmash”, Putin se concentrará aparentemente en la tecnología espacial. Hasta ahora, Putin se ha abstenido de hablar “en buen ruso” a Bush. El hacer ruido de sables se los deja a los generales.
Si EEUU denuncia el tratado AMD (defensa antimisiles) de 1972, Rusia adoptarà “las contramedidas correspondientes”, amenazaron los militares en Moscú. Yuri Alexeyev, director de la planta “Yushmash” replicó con entusiasmo, invitando el sábado pasado a los rusos a colaborar, como en los viejos buenos tiempos de la Unión Soviética.
Pero Putin no va sólo a Ucrania a hacer política mundial.
Periodistas señalan que, en su visita a esa Ucrania independiente desde 1991, el presidente se encuentra ante una oportunidad histórica única.
“El decaído Kuchma busca quedarse en el poder con ayuda de Moscú”, comentaba el sábado el diario moscovita “Zevodnia”. Una alianza al estilo de la cerrada con Bielorrusia por el momento sólo parece apenas un deseo secreto de Moscú. Pero Kiev está bajo presión interna y externa.
Kutchma, de apariencia tímida, pero de mano férrea en el gobierno, sería responsable, junto con su aparato de seguridad, de la muerte de un periodista opositor. En la capital Kiev, miles de ucranianos debían salir ayer a las calles para protestar contra su presidente. El gobierno se ha visto obligado en este escándalo a hacer concesiones cada vez mayores. El sábado pidió Kuchma la renuncia al jefe de los servicios secretos, cosa que los críticos interpretan como una nueva prueba contra esa inocencia de la cual el presidente protesta reiteradamente.
En Dnjepropetrovsk, los rusos harán presión sobre su vacilante vecino. “Si el parlamento ucraniano no ratifica el acuerdo con Rusia, Rusia repensaría en el futuro sus suministros de gas”, amenazó el viernes em Kiev el consejero de seguridad de Putin, Serguei Ivanov.
El renacido interés de Putin por los países vecinos se hace notar especialmente en Ucrania.
La influencia de Moscú se hace notar a todos los niveles: a mediados de enero, Kuchma destituyó a Julia Timoshenko, la vice primer ministro competente para asuntos energéticos, supuestamente por haber vendido ilegalmente al exterior gas ruso. En las últimas semanas, bajo dudosas circunstancias, inversores rusos se apoderaron de la mayoría de las acciones de la mayor fábrica de aluminio en Ucrania. Y el viernes pasado los consejeros de seguridad de ambos presidentes acordaron una estrecha colaboración militar. (DPA)
Rusia quiere seguir vendiéndole armas a Irán
MoscU.- Pese a las amenazas formuladas en el pasado por Estados Unidos, Rusia suministrará en los próximos meses armas a Irán, según fuentes oficiales.
Los envíos podrían comenzar ya este verano dijo ayer a la agencia de noticias rusa Interfax un portavoz de la empresa estatal rusa que exporta armamento, Rosoboronexport, en el marco de una feria de armamento en la ciudad india de Bangalore.
El pasado diciembre, el ministro de Defensa ruso, Igor Sergueiev,visitó Teherán para conversar sobre la futura cooperación técnico-militar entre ambos países. El gobierno estadounidense amenazó con imponer sanciones económicas si Moscú volvía a suministrar armas a Irán.
“Estados Unidos es nuestro competidor en el mercado mundial del armamento”, señaló el vicedirector de Rosoboronexport, Viktor Komardin, al comentar la relación rusa con la superpotencia.
El acuerdo secreto entre Estados Unidos y Rusia para no seguir suministrando equipos militares a Teherán expiró a finales de 1999. (DPA)
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