Quedó firme la condena a un padre que violaba a su hija

VIEDMA (AV).- La condena de 13 años de prisión contra un padre por abusar sexualmente de su hija quedó firme. El Superior Tribunal de Justicia declaró inadmisible el recurso de casación planteado por Marcelo Esteves en representación del imputado. De esta forma fue confirmada la sentencia dictada por los jueces de la sala B de la Cámara Penal de Viedma que condenó al hombre a 13 años de prisión por “abuso sexual agravado por el acceso carnal y al haber sido efectuado por un ascendiente aprovechando la situación de convivencia preexistente en forma continuada”. El defensor del imputado fundamentó en el recurso que la primera cámara Gesell realizada a la niña fue obtenida de modo irregular, pidiendo la nulidad de las pruebas. Esteves agregó que en la segunda cámara fue violentado el Código Penal al no poder plantearse contradicciones entre lo señalado por la madre e hija. Respecto del primer cuestionamiento los jueces del STJ coincidieron con los camaristas en que la primera declaración de la víctima mediante cámara Gesell “no fue motivo de valoración, en tanto se manifestó en el debate en una segunda cámara, que es la que sirvió de fundamento a la sentencia de condena junto con otra prueba de cargo.” Agregaron que “la primera declaración no era el único cauce investigativo –como afirma el recurrente– a poco que se advierta que las actuaciones prevencionales se iniciaron por denuncia de la madre de la niña, quien proporcionó un relato de los hechos y mencionó al imputado como su autor.” En este marco el fallo del STJ firmado por los jueces Sergio Barotto y Enrique Mansilla aseguró que la primera declaración en cámara Gesell fue válida en la etapa instructoria pero la defensa tenía derecho a solicitar una nueva para el debate a los efectos de garantizar sus derechos. “En consecuencia, el agravio debe ser desestimado.” Sobre el segundo planteo de la defensa se agregó que la Sala B citó a la chica para el debate, a lo que se opuso la defensora de Menores e Incapaces “pues la niña había expresado su voluntad de no volver a declarar, por ya haberlo hecho mediante cámara Gesell”. Agregó que la defensa del imputado se opuso y por esta razón se hizo una segunda cámara. Los hechos ocurrieron entre 2009 y 2011 cuando la niña tenía entre 12 y 14 años.


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