Quién paga el costo de los ascensos frustrados  

Hasta ahora sólo lo cubre el Estado El descenso del volcán Lanín costó unos $ 10.000. y hay voluntarios.

SAN CARLOS DE BARILOCHE- El constante incremento en las actividades de montaña y la correlativa cantidad de accidentes llevó a impulsar la creación de un sistema de seguro que cubra los gastos que ocasionan los rescates. Hasta ahora, solo el Estado Nacional (y en algunos casos el provincial) se hace cargo de los costos que rondan los miles de pesos.

Los recientes accidentes, con una decena de muertos, parecerían haber concientizado a las autoridades y clubes de montaña en que “algo hay que hacer” para solventar los altos costos de los rescates.

En el Aconcagua la operación para descender los cuerpos de los cuatro andinistas fallecidos en el glaciar de los Polacos rodeó los 8.000 pesos, el rescate de un alpinista francés, con serios congelamientos, costó 4.000, mientras que la búsqueda y el descenso de los dos jóvenes accidentados en el Lanín superó los 10.000 pesos.

La mayoría de los entrevistados por este diario opinó que el estado nacional no debería hacerse cargo de gastos ocasionados muchas veces por la imprudencia de inexpertos aventureros.

No obstante, ante la emergencia, voluntarios y profesionales acuden en auxilio del necesitado sin escatimar esfuerzos ni costos.

Las estadísticas indican que la mayoría de los accidentes ocurren en montañas de fácil acceso, visitadas por andinistas sin experiencia.

Tal es así que el Aconcagua encabeza el ránking de fatalidades, seguido por el Lanín, el Tronador y el Plata, todas montañas con rutas de baja dificultad (ver infografía). En Mendoza, el auxilio corre por cuenta de la provincia que cobra 60 pesos a los argentinos y 120 a los extranjeros que suben al Aconcagua.

En parques

En los parques nacionales Lanín y Nahuel Huapi los rescates son coordinados por personal de Incendios, Comunicaciones y Emergencias (ICE). La delegación neuquina cuenta entre sus efectivos a cuatro experimentados andinistas mientras que en esta ciudad la delegación nacional se apoya en la Comisión de Auxilio del Club Andino Bariloche (CAX).

Víctor Arrechea, intendente del PNNH, explicó que el ICE tiene equipos de comunicaciones, movilidad, personal especializado y helicópteros. Muchas veces los mismos guardaparques rescatan a perdidos o lesionados en picadas aledañas a su seccional. En caso de accidentes en alta montaña se complementan con la CAX, la que posee personal experto.

Algo similar ocurre en Lanín, donde el ICE cuenta con equipos técnicos propios pero ante hechos de magnitud acude a los escaladores de San Martín y Junín de los Andes.

En intendente del parque, Daniel Marchetti, aseguró a “Río Negro” que “esta manera de trabajar funcionó muy bien en la reciente operación del volcán Lanín”.

Marchetti informó que los mayores costos del reciente rescate correspondieron a las horas de vuelo en helicóptero, ya que la mayoría del personal fue voluntario. Parques debió asumir todos los gastos.

En la actualidad para subir el Lanín o Tronador hay que llenar un formulario de ascensión que es gratuito, y responsabiliza al visitante al pago de los gastos de rescate. Esto último en la práctica no se cumple.

Miembros de la CAX explicaron que su grupo siempre intenta cobrar los rescates. “Se le pide al accidentado o a sus familiares que colaboren con los costos operativos de la salida: combustible, comida y eventualmente medicamentos. Nunca se cobró por el trabajo personal. No obstante, son pocos los que pagan”, relató Ramón Chiocconi, médico de la CAX.  

Cualquiera puede ser guía de montaña en la Argentina

Durante mucho tiempo existió la tendencia a considerar el accidente como una fatalidad inherente a los riesgos asumidos por la práctica de una actividad considerada como peligrosa.

Pero hoy en día cualquier ciudadano de un moderno “Estado de Derecho” debe y puede beneficiarse de la seguridad que ese mismo Estado le garantiza.

En Europa, Estados Unidos y hasta en el Himalaya existe abundante legislación y doctrina jurídica vinculada con los accidentes en la montaña.

En montañismo los riesgos son generalmente previsibles, ya sea en relación con la dificultad de la marcha, ascensión o escalada, las condiciones meteorológicas, así como las aptitudes y el equipamiento de los participantes.

Los guías, profesores y técnicos deberían tener presentes algunos puntos para contribuir a la seguridad de las mismas: objetivos, elección del camino para la ida y regreso, horarios, equipamiento y material más idóneo, composición del grupo, su experiencia y otros puntos.

Hay consenso en que el que crea una fuente de riesgos tiene el deber jurídico de adoptar todas las medidas para evitar los peligros.

De la misma manera se afirma que la responsabilidad penal no puede ser exonerada por cláusula contractual alguna.

El guía o instructor no puede ser eximido por su falta de profesionalidad. Aún en escaladas deportivas, entre amigos, existen derechos, obligaciones y si cabe, responsabilidades.

En Europa

En Francia e Italia existe una tendencia judicial dominante que estima que debe asegurarse el riesgo, pero los sindicatos de guías mantienen su postura de que el riesgo debe ser compartido y que forma parte consustancial del paisaje. En Europa los derechos y deberes de los guías son muy claros, existiendo sanciones para los infractores.

Por el contrario, en Argentina no existe ninguna protección estatal hacia la profesionalidad: cualquiera puede autotitularse guía y trabajar. Análogamente, no se sancionan a los infractores ni se investigan las causas de accidentes.

Estos últimos continúan tratándose como una fatalidad inherente a los riesgos asumidos por el montañismo, un “deporte peligroso”. (AB)

El viernes hicieron cumbre en el Aconcagua

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un grupo de militares argentinos y extranjeros alcanzó la cumbre del monte Aconcagua (6.959 metros), la montaña más alta de América.

El grupo llegó a la cima el viernes a las 14,30, siguiendo la ruta normal, desde Plaza de Mulas, por la vertiente norte.

El coronel Roberto Daniel Parra, jefe de la expedición, informó a “Río Negro” que todos los integrantes descendieron ayer hasta Puente del Inca. “La expedición fue un éxito, hemos cumplido la mayoría de los objetivos”, aseguró Parra.

El coronel destacó el espíritu de solidaridad y cooperación que reinó en el grupo.

La expedición militar “Aconcagua 2000” alistó un total de 54 efectivos, 52 hombres y dos mujeres, oriundos de esta ciudad, Neuquén, Mendoza, San Juan, San Luis, España, Estados Unidos, Italia, Inglaterra, Chile, Francia y Eslovenia.

Parra, director de la escuela militar “Tte. Cnel. Juan Domingo Perón”, con asiento en Bariloche, informó que el grupo local se complementó con personal de la VI brigada de montaña (con asiento en Neuquén) y la VII brigada, con sede en Mendoza y San Juan. El grupo se conformó con militares de probada experiencia en montaña.

El día viernes desde el hotel de Plaza de Mulas (a 4.200 metros de altitud) el capitán Varela informó a la prensa que el grupo que alcanzó la cumbre lo hizo en una jornada a pleno sol pero mucho viento. Allí los expedicionarios desplegaron la bandera que les entregara el intendente de esta ciudad, Atilio Feudal, antes de partir hacia Mendoza.

“El martes 25, en la formación de clausura, devolveremos la bandera al intendente Feudal. Cumplimos el objetivo”, aseguró Parra.


SAN CARLOS DE BARILOCHE- El constante incremento en las actividades de montaña y la correlativa cantidad de accidentes llevó a impulsar la creación de un sistema de seguro que cubra los gastos que ocasionan los rescates. Hasta ahora, solo el Estado Nacional (y en algunos casos el provincial) se hace cargo de los costos que rondan los miles de pesos.

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