Crumble de manzana sin azúcar: la receta saludable de un clásico irresistible

Clásico, aromático y fácil de hacer, el crumble de manzana se reinventa en una versión sin azúcar ideal para quienes buscan disfrutar de un postre casero más liviano y nutritivo.

El crumble de manzana es uno de esos postres que nunca pasan de moda. Su mezcla de manzanas horneadas y una capa superior crocante lo convierten en un clásico de la repostería, ideal para acompañar el café o disfrutar después de una comida. Aunque tradicionalmente se prepara con azúcar, hoy te proponemos una versión más liviana y saludable, perfecta para quienes buscan cuidar su alimentación sin resignar sabor.

Este postre tiene su origen en el Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el racionamiento de alimentos llevó a crear recetas simples y económicas. Con el tiempo, el crumble se transformó en una delicia universal, conocida por su aroma a canela y su textura dorada y crocante.

La buena noticia es que se puede preparar una alternativa sin azúcar, con ingredientes naturales y accesibles. Solo necesitás manzanas, avena, harina integral, manteca o aceite de coco, canela y un toque de endulzante natural. En pocos pasos, vas a lograr un crumble delicioso, ideal para compartir con familia o amigos sin culpa.

Todos los ingredientes que necesitás:


Para el crumble:

  • 10 gr de avena
  • 10 gr de proteína
  • 8 gr de jarabe de maple sin azúcar

Para las manzanas:

  • 150 gr de manzanas cortadas en cubos
  • 1 cda de edulcorante
  • 1/8 taza de agua
  • 1 cda de canela

Paso a paso para hacer el crumble de manzanas


  1. Colocar las manzanas en una olla junto con el edulcorante, agua y canela
  2. Dejar cocinar por unos minutos y remover perfectamente 
  3. Mezclar los otros ingredientes del crumble en otro recipiente hasta tener una sola consistencia
  4. Colocar en un recipiente la manzana seguido del crumble
  5. Llevar al horno a 180°C hasta que tenga una textura crujiente 
  6. Disfrutar

Con información de Terra


El crumble de manzana es uno de esos postres que nunca pasan de moda. Su mezcla de manzanas horneadas y una capa superior crocante lo convierten en un clásico de la repostería, ideal para acompañar el café o disfrutar después de una comida. Aunque tradicionalmente se prepara con azúcar, hoy te proponemos una versión más liviana y saludable, perfecta para quienes buscan cuidar su alimentación sin resignar sabor.

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