Con este clima no hay candidato en Cambiemos

El macrismo rionegrino resolverá en la primavera su candidatura mayor para el 2019. El radicalismo se inserta -poco a poco- en su proceso partidario, convocado para setiembre. El PRO y el ARI deben normalizarse y salir de sus actuales intervenciones.

Persiste el déficit de espíritu de conjunto y pululan las individualidades, con fronteras confusas. Por eso, intendentes radicales o dirigentes aristas actúan en las filas del PRO.

Las candidaturas se anidan en ese núcleo macrista y los límites no pueden con las expectativas. El diputado Sergio Wisky tiene claramente un rival interno para su candidatura a la gobernació: el cipoleño Aníbal Tortoriello.

Las opciones radicales siguen -por ahora- desdibujadas. El intendente viedmense José Luis Foulkes ratifica su pretensión, pero todavía sin acciones, mientras la diputada Lorena Matzen recién cree en su proyección. Ambos igualmente se focalizan en la definición de autoridades para los comités, con internas el 30 de setiembre. La parlamentaria se alinea con la continuidad de Dario Berardi en la conducción provincial, pero hay resistencias, especialmente, en los intendentes. Incluso, Foulkes -histórico aliado de Berardi- transmitió sus reparos a Matzen.

Ese proceso radical se mezcla con la resolución del camino hacia el 2019. Las ansiedades se acumulan y aparecen intendentes de la UCR insinuando respaldo a candidaturas del PRO y dirigentes radicales -como Juan Carlos Vallés, funcionario de Foulkes- militando por Tortoriello. En contrapartida, el jefe serrano Nelson Iribarren lanzó su apoyo a Wisky.

El cruzamiento llega -además- desde el ARI. El legislador Jorge Ocampos -que será el presidente de esa fuerza despues de la intervención- no oculta su respaldo al intendente cipoleño.

El conjunto, Cambiemos, se reunió recientemente en Buenos Aires y lanzó el armado de las mesas locales para su territorialidad. Eso, por ahora, no prosperará. La dirigencia radical pide tiempo para definir cada estructura partidaria.

Así, el presente se juega en el posicionamiento de Wisky y Tortoriello. El diputado insiste en un armado territorial de Cambiemos y repite que no hay apuro en las candidaturas, a pesar que ya teje sus acuerdos regionales. Quiere sellar y reparar vínculos dañados.

Motivado y decidido, Tortoriello atropella e ignora toda lógica política. Esta condición explica que el cipoleño insista en sus recorridas en los peores momentos del gobierno nacional. El sábado almorzó con la Cámara de Comercio de Regina y el viernes militó en Viedma, con distintos encuentros, desde políticos (entre ellos, con el ex intendente Gustavo Costanzo) hasta referentes de iglesias. El jueves, en Choele Choel, el cipoleño se juntó con el interventor del PRO, Enrique Braun, acompañado por Juan Martín. Se habló de la normalización y la conducción partidaria.

Tortoriello aceptó bajar sus aspiraciones de liderar el Pro, siempre que Wisky también se corra y que se acuerde un tercero para la presidencia.

Iribarren, el primer apoyo municipal para Wisky

El jefe serrano, Nelson Iribarren hizo público su apoyo a Wisky en su candidatura a la gobernación. La primera expresión de un intendente. Ponderó el “fuerte apoyo de Casa Rosada” y resaltó la necesidad de resolver “la mejor estrategia”, partiendo de predicar con los ejemplos. Reivindicó “abandonar posturas caprichosas e individuales”, aceptando que “el objetivo será dificil” y “no nos podemos dar ese lujo”. “Hay que generar confianza para abajo, a partir de cerrar el liderazgo del proceso”. Para eso, señaló a Wisky y resignó su propia postulación, sumando en el acompañamiento al parlamentario “al Grupo Playas Doradas” y mencionando a Miguel Martínez (Huergo) y Hugo Curi Mansilla (Darwin). Pero, estos jefes radicales se muestran aún cautelosos en alinearse con semejante respaldo.

En principio, Iribarren ya logró el compromiso de Wisky que será incluido -en lugar expectante- en la sábana de legisladores.

Tortoriello se juntó el viernes en Viedma con su par capitalino José Luis Foulkes, acompañado por otro radical, Yamile Direne. Con la fachada institucional, el encuentro derivó en mensajes políticos en sus respectivos reacomodamientos internos.