Insisten en la reconversión de la PIAP

Proponen crear un régimen de incentivos para sumar una planta de fertilizantes. En el país el 60% de ese insumo se importa.

El diputado del Frente Grande, Raúl Podestá, presentó un proyecto de ley para eximir de impuestos y promover subsidios a la empresa que decida invertir en la reconversión de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) a la producción de fertilizantes.

La iniciativa establece un régimen de promoción para la construcción de una planta anexada que incluye facilidades para la compra de bienes muebles e inmuebles, la exención de tributos provinciales y la gestión de reducciones impositivas y tarifarias.

Para acogerse a los beneficios de la ley, el inversor debería asociarse con Plafer SE -una firma estatal que se crearía para tal objetivo- y contratar para el montaje y operación de la planta de fertilizantes a la ENSI SE, la actual administradora de la PIAP.

El texto invita a la municipalidad de Senillosa a adherir a la norma para otorgar beneficios en contribuciones y otros derechos al emprendimiento.

“Hoy el país tiene esta posibilidad de construir una planta de fertilizantes nitrogenados en un lugar de estratégica ubicación en la Argentina”, argumentó en el proyecto Podestá.

Sostuvo que se encuentra “en un nodo energético, instalado al lado de un gasoducto troncal, al lado de las grandes represas argentinas y de dos grandes generadores térmicos: Mega y Capex, a sólo metros de la central Arroyito”.

La PIAP posee dos reactores de amoníaco con capacidad para abastecer a una planta de fertilizantes que produzca hasta dos millones de toneladas de urea al año. El proyecto tiene larga data en la provincia, pero volvió a cobrar relevancia por la decisión del gobierno nacional de suspender la construcción de la cuarta central nuclear y la consecuente incertidumbre sobre el futuro de la planta de agua pesada.

Es que sin la nueva central nuclear la única salida para la producción de la planta de Arroyito es la elaboración de 300 toneladas de agua pesada para la reposición en las centrales existentes.

La iniciativa presentada por Podestá indica que el país importa el 60% de los fertilizantes que consume porque las dos plantas existentes, en San Lorenzo y Bahía Blanca, no alcanzan para abastecer la demanda.

Estima por ello que anexar la planta de fertilizantes a la PIAP tendría un costo para el inversor de 402 millones de dólares, según los informes realizados por personal de la ENSI. Ese nivel de inversión se calculó tomando como referencia un precio del gas de 4 dólares por millón de BTU.

El proyecto ingresó a la Legislatura el miércoles pasado con la adhesión de los diputados Javier Bertoldi, Nanci Parrilli, Ayelén Gutiérrez y Guillermo Carnaghi del Frente para la Victoria.

El plan

Sostuvo en la argumentación del proyecto el diputado Raúl Podestá.

Hoy el país tiene la posibilidad de construir una planta de fertilizantes nitrogenados en un lugar de estratégica ubicación en la Argentina, al lado de las grandes presas y de dos grandes generadores térmicos”.

Datos

280
dólares por tonelada es el precio internacional al cual se comercializa este tipo de fertilizantes.

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Arroyito PIAP

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