Moño Azul: “es un alivio que Sánchez la haya comprado”

La nieta de Carmelo Pirri, uno de sus socios fundadores, habló con “Río Negro” sobre la venta de la firma y señaló que “genera cierta tranquilidad”.

“El golpe duro para nuestra familia fue en 2008 cuando se vendió por primera vez Moño Azul, que ahora quede en manos de Hugo Sánchez nos genera cierta tranquilidad, porque es volver a la génesis de esta empresa”. La reflexión pertenece a Romina Pedreschi, nieta de Antonio Carmelo Pirri, uno de los socios fundadores de la firma en Villa Regina.

Ayer se informó oficialmente que el grupo PRIMA, encabezado por Hugo Sánchez, adquirió la empresa que tiene en Villa Regina una de sus plantas principales para el empaque y conservación de la fruta, desvinculándose del grupo Orsero que desde el 2008 estuvo al frente de esta empresa.

“Alivia que la haya comprado Hugo Sánchez, porque es de nuestra zona, en el 2008 se vendió a una corporación italiana. En ese momento fue muy doloroso; mi abuelo había fallecido diez años antes en 1998, pero él ya se veía venir todo esto. De hecho, hablando con gente que trabajó durante muchos años con él les había dicho lo que iba a ocurrir con la empresa, y con el paso de los años lo fueron viviendo” agregó Romina Pedreschi.

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Romina Pedreschi junto a sus hijas, parte de una historia vinculada a la producción

“Lo mejor que puede hacer Hugo Sánchez es volver a la génesis fundante de Moño Azul, porque más allá de que era una empresa, era una familia, todos se conocían y se ayudaban. Daba trabajo y colaboraba con organizaciones sin fines de lucro” relató la nieta que acompañaba a su abuelo en varias de las jornadas de trabajo en la empresa.

Una histórica: Romina y familia junto a su abuelo Antonio Pirri, en la planta en plena temporada.

Insistió que “en 2008 fue muy duro para toda la familia la venta de Moño, pero había una decisión tomada del grupo mayoritario; tras esa venta se vivió todo un proceso de deterioro de la empresa, porque no era manejada como se venía haciendo, mucha gente perdió su trabajo por las decisiones que se adoptaron posteriormente”.

“Siempre es doloroso cuando una empresa grande, una multinacional, se viene a instalar en un pueblo. Esa intervención hizo que se rompiera el grupo humano que sostenía a esa empresa; desmantelaron lo que había en Regina, se fueron a Guerrico y les fue mal. Esperemos que con esta nueva venta se modifique todo eso” apuntó finalmente.


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