Preocupa el alto consumo energético en la región

Un reciente estudio afirma que falta una planificación integral del uso de recursos. Coexisten familias vulnerables al rigor climático, con otras que derrochan gas.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El alto consumo energético y las severas carencias que se superponen en las localidades andinas y la Línea Sur fueron el centro de análisis de la Mesa Energética Regional que busca mejorar la calidad de vida de la población con un manejo sustentable de los recursos.

Durante la reunión realizada el lunes pasado se elaboró un «documento marco» que establece las prioridades de acción para mejorar la situación de las familias vulnerables de la región que «están en la situación más desfavorable y de más injusticia».

En el encuentro participaron concejales y funcionarios de Comallo, Pilcaniyeu, Jacobacci y Maquinchao, asesores del Deliberante local y representantes del Ente de Desarrollo de la Línea Sur y varias organizaciones ambientalistas de la región.

 

«Alta ineficiencia»

 

El grupo de trabajo integrado por investigadores del Inta, Conicet, la Universidad del Comahue, Parques Nacionales, Bosques de la provincia y varias ongs, entre otros, partió de la idea que «el principal problema de la región no es la falta de energía sino nuestra incapacidad de distribuirla».

Los técnicos evaluaron que «existe una relación directa entre construcciones sin aislación y necesidades de calefacción» que genera una «alta ineficiencia» en el uso de los recursos.

De acuerdo a las primeras estimaciones realizadas por la Mesa la problemática energética -viviendas carenciadas y combustibles costosos- afecta a más de 10.000 familias vulnerables de la zona andina y la Línea Sur.

El coordinador general del grupo José Zubizarreta (INTA) aseguró que «estarían faltando más de 100.000 metros cúbicos de leña por año para satisfacer la demanda (de la región en estudio) que la sociedad está cubriendo sólo en un diez por ciento».

Por su parte Juan Gowda (Conicet) destacó que «lo que nos está faltando en realidad es una visión y planificación integral sobre cómo usamos los recursos».

Paradójicamente las carencias de calefacción que soportan las poblaciones rurales y urbanas empobrecidas -alimentadas con leña o garrafas- parten del mismo problema que empuja a los hogares de clase media a sostener un consumo «altísimo» de GNC para hacer frente a los rigores climáticos de la región.

El coordinador de la comisión de Viviendas de la Mesa, Alejandro González (Conicet), advirtió a «Río Negro» que «el problema energético es completamente general, va desde el Llao Llao, pasa por el centro y llega a la zona rural».

El objetivo es atacar fuertemente las deficiencias de aislamiento que caracterizan a la construcción regional, en todos lo niveles económicos, tratando de generar una «cultura del aumento de la calidad».

Debido a la falta de presupuesto, la Mesa concentrará la próxima etapa de trabajo en la elaboración de un diagnóstico regional y un documento teórico con los lineamientos de acción, a lo que sumará el asesoramiento técnico individual y colectivo para los interesados en mejorar las prácticas constructivas.

Y a medida que surjan planes y financiamiento de Nación o las provincias se buscará direccionar la inversión para resolver los problemas de los sectores más necesitados, «que están en la situación más desfavorable y de más injusticia» recordó González.


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