“Respuesta a Stephen Hawking sobre la no existencia de Dios”

Me dirijo respetuosamente a todos los lectores de esta nota y en particular a quien emite los dichos que más abajo se describen, dichos que pertenecen al prestigioso científico británico Stephen Hawking, de quien fui lector de algunas de sus obras. Las citas extraídas por el diario “Río Negro” del 17 de mayo del corriente de su par británico “The Guardian”, “Irse al cielo es un cuento de hadas”, reafirman lo dicho no mucho tiempo atrás en la presentación por parte de Stephen Hawking de su último libro, “El Gran Diseño”; en el mismo sostiene entre otras cosas que Dios no es necesario para explicar el origen del universo. ¿No será ésta otra de las tantas “vanidad de vanidades y todo es vanidad”? Simplemente y por razones de espacio, voy a ser muy breve en mis reflexiones y claro y preciso en mi respuesta a los dichos del científico. Basándome en la fe y la ciencia, tal cual lo hicieran Albino Lucciani en “Ilustrissimi Signori”, al responderles a personajes de la historia –muchos de ellos pensadores, eruditos, científicos y teólogos que han ganado el mundo con los dones que Dios les dio y que por su soberbia, tal vez, hayan perdido la vida eterna–, y Juan Carlos Grisolia en “La Persona Humana”, en el capítulo que trata “El principio del motor inmóvil, Dios”, digo: Es muy difícil separar al hombre (en sentido genérico) de su todo, por lo tanto al mismo se lo puede entender a través de sus pensamientos, sus palabras y sus actos y esto es simplemente hablar de coherencia y orden; por ello “la palabra” –la Biblia– que es el “pensamiento del dios vivo” dice, entre otras: “Al árbol por sus frutos lo conoceréis”. Aquí estamos, por lo tanto, conociendo al verdadero científico en su acabada expresión. Éste, además de presentarse como un verdadero ateo, es un falso profeta. Algo muy común en nuestros tiempos. Frecuentemente se hace un uso indebido del libre albedrío. La libertad del hombre, esa libertad de poder decidir y que ni siquiera Dios puede quitar, debe ejercerse con responsabilidad. Es Dios el único que puede ejecutarla con autoridad, es quien a través y por la preciosísima sangre derramada en la cruz, por su hijo Jesucristo, tiene la potestad de perdonar los pecados, lavar, limpiar, ordenar, restablecer e instaurar “El Hombre Nuevo”, libre de las ataduras del pasado, de esas acciones que nos separan de él. San Agustín, uno de los doctores de la Iglesia, imaginaba cómo Dios, con sus tiempos, podría esperarlo en su conversión –hasta el último instante de su vida o un instante antes de la muerte, del tránsito hacia la eterna vida–… “te amaré tanto que te obligaré a amarme”…; en su conversión y por amor y obediencia a Jesús, éste dejó el “Hombre Viejo”, tomó su cruz y, junto a su madre –santa Mónica–, enseñaba la palabra y oraba por la conversión de los pecadores y la paz del mundo. Ahora, con el debido respeto, me dirijo a Stephen Haw-king. Querría presentarle a un tal Albert Einstein (1879-1955. Físico alemán nacionalizado estadounidense, premiado con un Nobel, famoso por ser el autor de las teorías general y restringida de la relatividad y por sus hipótesis sobre la naturaleza corpuscular de la luz. Es probablemente el científico más conocido del siglo XX); supongo que lo conoce… Elegí como respuesta científica en una apretada síntesis para reflexionar el pensamiento de diez de sus más de 60 frases célebres: € “Los conceptos y principios fundamentales de la ciencia son invenciones libres del espíritu humano”. € “Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen milagros, la otra es creer que todo es un milagro”. € “Dos cosas son infinitas: el universo y la estupidez humana; y yo no estoy seguro sobre el universo”. € “El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir”. € “Lo más incomprensible del universo es que sea comprensible”. € “El hombre se hace viejo muy pronto y sabio muy tarde… justamente cuando ya no hay tiempo”. € “El azar no existe, Dios no juega a los dados con el mundo”. € “Yo quiero conocer los pensamientos de Dios, el resto son detalles”. € “La oscuridad no existe, la oscuridad es en realidad ausencia de luz”. € “Más allá de ciertos límites sólo existe Dios” . Ing. Silvano Pedro José Giacolla Caruso, DNI 8.119.343 Neuquén

Ing. Silvano Pedro José Giacolla Caruso, DNI 8.119.343 Neuquén


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