Río Negro anula bajas en Ingresos Brutos y percibirá 1.000 millones

La Legislatura reformó el Código fiscal del 2020 y suspendió mejoras para unos 50 mil contribuyentes. Mantuvo beneficios en actividades primarias.

La aprobada reducción impositiva para el 2020 quedó anulada por la Legislatura aunque mantuvo las exenciones en las actividades primarias. La continuidad del actual esquema tributario significará unos 1.000 millones de pesos adicionales para el Estado rionegrino.
La modificación parlamentaria frustra bajas fijadas para unos 50.000 contribuyentes de Ingresos Brutos por sus en actividades en transporte, construcción, alquileres, energía, telefonía, internet, servicios sociales, informática, entre otros.

La reforma tributaria se formalizó sigilosamente en la sesión del viernes. El oficialismo no abundó en la cuestión de la eliminación de las reducciones de las alícuotas del 2020, tampoco lo hizo el bloque del Frente de Todos. Ambos fueron en igual sentido, aún las censuras verbales en el recinto.

Río Negro revisó su esquema tributario para el año próximo -aprobado el pasado 27 de noviembre y fijado por la ley N° 5.402- después que las provincias y la administración nacional de Alberto Fernández revocaron el Consenso Fiscal 2017 que, entre otros puntos, exigía a los distritos reducir su carga sobre sus contribuyentes.

Al asumir Arabela Carreras, el oficialismo ya tenía esas reducciones legisladas para el 2020, que favorecían a unos 65.000 contribuyentes de Ingresos Brutos.

El viernes, la Legislatura ratificó -por unanimidad- el nuevo entendimiento con Nación. Cumplió luego el segundo paso y modificó el Código fiscal 2020.

El nuevo cuadro de alícuotas ratifica la carga impositiva actual, con algunas excepciones. Se mantiene, por ejemplo, exenciones a las actividades primarias ( cultivos, crías, labranza, pesca y extracción de minerales) y ciertas caídas en rubros vinculados a las mismas. Suman algo más de 15 mil contribuyentes favorecidos.

El gobierno provincial avanzó en la modificación tras un acuerdo con Nación. Así, el oficialismo y el Frente de Todos votaron juntos esos cambios tributarios.

Curiosamente, en los últimos días, el gobierno rionegrino promocionó una propuesta de “exención total del pago de Ingresos Brutos para la producción de peras y manzanas” cuando esa liberación estaba fijada con el paquete fiscal aprobado en noviembre. En todo caso, esa decisión política, producto de la anulación del acuerdo con Nación, consistió en respetar el beneficio legislado para las actividades primarias. También mantuvo la reducción en procesos relacionados -mataderos, frigoríficos, bodegas, aserraderos, galpones de empaque- y sus alícuotas mayormente bajan del 1,5% al 1%.

En cambio, la programada merma de la presión estatal no llegará a unos 50 mil inscriptos, según las alícuotas reducidas en el inicial Código Fiscal aprobado para el 2020.

Los sectores que no tendrán aquellas disminuciones fijadas son esencialmente construcción, alquileres, transporte, servicios financieros, como también, energía, internet, telefonía, de seguros, medicina, entre otros.

Otra modificación correspondió a Sellos al modificarse que los actos y contratos tendrá una carga del 7,5 por mil, ratificando la alícuota actual, cuando el primer Código para el 2020 establecía una reducción al 5 por mil.

Alquileres, construcción y servicios públicos apartados

La baja de la presión fiscal -que buscó el Consenso Fiscal, hoy anulado- pretendía la reducción de costos de los productos y servicios. Por eso, la suspensión de las disminuciones tributarias no es un dato menor y, en especial, cuando las mismas impactaban en los valores de energía, gas, alquileres, transporte, médicos y operaciones financieras.

La exención de Ingresos Brutos en cultivos, crías, pesca y extracción de minerales fue mantenida para el 2020 cuando este año tuvieron alícuotas del 0,5%, y además gran parte de servicios relacionados con esas actividades también se ratificaron sus bajas del 1,5% al 1%.

El espectro inicial de contribuyentes beneficiados por las reducciones era de unos 65 mil, de los cuales, casi 15.000 eran inscriptos por alquileres. Su presión bajaba del 5% al 4%. Eso ya no será así. Tampoco en el transporte, con 7.500 inscriptos, que caiga a la mitad (del 2% al 1%), ni en la construcción (del 2,5% al 2%), con casi 6.300.

Los servicios de energía y agua también tenían reducciones importantes. La telefonía seguirá en el 7% cuando la ley para el año próximo preveía un 6%.

Otras actividades con mejoras impositivas suspendidas son aquellas ligadas a la informática, con unos 2.500 inscriptos. Su carga programada era del 3%, pero se sostendrá en el 4%. Las actividades sociales-médicas, con unos 7.000 anotados, permanecerán con una alícuota del 4,75% y no del 4,5% inicial.


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