Río Negro finaliza viviendas pero no arranca su plan Camino a Casa

Río Negro continúa con la finalización y la entrega de viviendas pendientes. La incógnita está en el futuro.

El IPPV sigue desfinanciado y demorado con su programa Camino a Casa. Recién la última semana, a un año de su lanzamiento, el IPPV anunció un convenio para infraestructura en terrenos de Fernández Oro. Fue todo.

El instituto informó del reparto de 5.272 viviendas en los seis últimos años. Pero, sin planes federales, las nuevas construcciones están muy limitadas. Los recursos del Fonavi -unos 1.000 millones anuales- están volcados a la concreción de los servicios en los barrios del Plan Federal, cedidos por los municipios al IPPV.

El presidente del organismo, Jorge Barragán proyecta que recién el año próximo se podrá disponer de esa disponibilidad totalmente, explicando su focalización en la infraestructura que Nación ya no quiso financiar. Los ingresos por recupero en cuotas -que rondan los 180 millones en el año- están orientados a las emergencias.

Las carencias se reflejan en la lentitud en la puesta en marcha del Camino a Casa, presentado el año pasado como nuevo instrumento de la política habitacional. El gobernador Alberto Weretilneck lo adelantó en su mensaje legislativo y fue presentado en abril, proyectando recursos por unos 1.000 millones, con las partidas del Fonavi.

Esa reserva no fue posible y se advierte en el presupuesto 2019, que estableció una partida de sólo 28 millones. Incluso, hasta ahora, casi nada se utilizó.

Recién el jueves pasado, el IPPV presentó su potencial primer convenio. Será con Empleados de Comercio de Fernández Oro, que cuenta con 86 terrenos. Antes, su par mercantil de Cipolletti -según informó el legislador del FpV, Raúl Martínez en la Legislatura- desistió por el adelanto exigido, que rondaría los 200 mil pesos. En cambio, Barragán vaticina que ”otras entidades intermedias se irán incorporando al programa una vez resueltos los requisitos y trámites exigidos por el sistema”.

En Fernández Oro, el convenio se aplicará a infraestructura del loteo. “Así cada uno será dueño de esa tierra y, luego, de esta primera etapa de servicios de luz, agua y cloacas, se podrá planificar la construcción de su vivienda”. La instituciones -explican en el IPPV- deben presentarse “con posesión legal y aptitud técnica de las tierras para sus obras”. Debe, además, aportar un listado de beneficiarios, con los requisitos de postulantes de las operatorias generales del IPPV. También, la entidad deberá efectuar un pago -que llaman ahorro previo- para antes de iniciar la obra y será del 20% del valor de la misma.

En Cinco Saltos, al entregar 130 unidades, el IPPV anunció un total de 5.272 distribuida en los seis últimos años. Registraba, al comenzar 2018, registraba 3.359 casas en construcción, centradas en las 2.559 del nacional Techo Digno que municipios transfirieron al IPPV, y otras 800 de planes del instituto. Casi el dos tercio ya fue entregada, y pocas decenas se iniciaron.

El retiro nacional de la ejecución de viviendas requiere de la reacción provincial. Río Negro gestó Camino a Casa aunque, todavía, un año después, no hay resultados, especialmente, por la falta de recursos.

Poco a poco, con el final de los planes en ejecución, la falencia se hace más evidente.

Barragán y la política nacional

El aporte del 2018 de Nación a Río Negro por viviendas fue un crédito de 630 millones, que se destinó a la actualización de valores. El histórico Fonavi se asignó a concluir los barrios en obra. Desde su asunción, la administración de Mauricio Macri planteó la supresión del financiamiento de los planes federales.

Esa salida se advierte. Queda pendiente la planteada reforma de la ley nacional.

En reciente reunión, Barragán pidió postergar su tratamiento y así se acordó con los otros institutos provinciales. También reclamó a Nación que se revise la “fórmula de cálculo de los porcentajes que componen el Fonavi, pues las provincias fueron afectadas por la modificación del año pasado y se advirtió una importante disminución de esas transferencias”.

En el 2017, Río Negro recibió 672 millones por participación del Fonavi y, en el 2018, superó los 850 millones.

Ya percibió unos 244 millones en el primer semestre. Ratifica la proyección de algo más de 1.000 millones en el año.

Claramente, esa evolución no sigue el proceso inflacionario, ni el costo de construcción.

La preocupación rionegrina es lógica.

Estos envíos ya son prioritarios para la política habitacional provincial.

Agencia: Viedma