Lucio Balduini: “Mis cimientos están
en Roca”

Tres discos, un premio Gardel, miles de kilómetros recorridos con su música... qué siente por su ciudad uno de los guitarristas locales más destacados de los últimos tiempos.

Aquél chico que corrió por el patio de la escuela 32, que a los 12 años comenzó un vínculo inseparable con la guitarra, que dejó Roca a los 17 y que más tarde instaló sus sueños en Barcelona, sigue haciendo camino.

No se olvida de los años de secundario en el Nuevo Siglo y en el Domingo Savio. Tampoco de aquél jugador de mini básquet que supo ser antes de que la música lo atrapara.

Y con miles de kilómetros recorridos por el mundo, tres discos editados -Lucecita en el 2007, Viento divino en el 2012 y El bosque brillante en este 2017- un premio Gardel (como integrante de Pipi Piazzolla Trío) y aplausos hasta en el imponente Centro Cultural Kirchner, Lucio Balduini tampoco se olvida de su ciudad.

En la previa del aniversario, uno de los embajadores del arte roquense, conversó con “La Comuna” sobre su evolución y aportó su mirada para potenciar el desarrollo de las actividades culturales en la tierra que lo vio crecer.

P: ¿Cómo mira a Roca un artista después de varios años viviendo fuera de la ciudad? ¿Se termina de ir en algún momento o siempre hay algo en la música que te trae de vuelta?

R: Yo siento que mis cimientos están en Roca y mientras más profundizo en mi lenguaje como artista, más vuelvo a esos cimientos. Todo eso aparece en la música y uno va decodificando esos mensajes que llegan en forma de acordes o melodías. Es un proceso muy lindo. Sí, creo que siempre hay algo en la música que te trae de vuelta.

P: ¿Qué lugar o persona de Roca aportaron para tu formación profesional? Si hoy tuvieses que reconocer a alguien por tus primeros pasos ¿en quién pensás?

R: Pienso en mis padres. Cuando yo tenía 7 u 8 años y empecé a interesarme por la música, ellos rápidamente pusieron instrumentos en mis manos y me llevaron a clases de música. En mi adolescencia cuando ya tocaba la guitarra y tenía un grupo de rock, ensayábamos en mi habitación. Yo tenía todo ahí, la batería, el bajo y los equipos. Aunque los vecinos se quejaban, ellos siempre me alentaban y soportaban el estruendo interminable que hacíamos. Cuando decidí venirme a Buenos Aires, a los 17 años, ellos hicieron todo para que a mí no me faltara nada. ¿Hay algo mas hermoso que el amor incondicional de los padres?

P: ¿Cómo era Roca a nivel cultural cuando te fuiste? ¿Cómo la ves hoy? ¿Qué experiencia incorporada por vos en otros lugares del país o del mundo crees que servirían para potenciar el desarrollo de la ciudad a partir del arte?

R: Yo tenía 17 años cuando me fui de Roca. Hoy tengo 37. Han pasado 20 años ya. Mi impresión es que en aquella época Roca estaba disfrutando un gran momento cultural. Había muchos espacios para tocar y desarrollar proyectos. Creo que hoy faltan espacios. Muchas veces los mismos artistas toman la iniciativa y generan las condiciones y los espacios para desarrollar proyectos culturales y acercarlos a la comunidad. Pero me parece muy injusto que esa responsabilidad recaiga sólo en los artistas. Creo que el Estado está muy ausente hace muchos años en ese sentido. Roca debería tener un edificio cultural con salas de concierto, exposiciones, teatro, danza, etcétera. Debería existir esa infraestructura y la actividad debería ser constante y gratuita para la comunidad. Eso, sin dudas potenciaría la actividad artística de la ciudad y de todo el Valle.

P:En una entrevista reciente con “Río Negro” dijiste que “quienes desarrollamos alguna tarea artística, sabemos que vamos en contra del mundo”. ¿Puede tomarlo como consejo alguien que está empezando una carrera en el IUPA, en un taller de acá de Roca? No resignarse, perseguir los sueños, profundizar, perfeccionar… ¿esa es la idea?

R: Creo que todos aquellos que desarrollamos una tarea artística, vamos a otra velocidad. En el mundo de hoy, todo sucede rapidísimo y no hay tiempo para nada. Los artistas somos artesanos de nuestras ideas y nuestro lenguaje en el instrumento. No podemos ir a esa velocidad. Tenemos que ser pacientes y perseverantes. Creo que no se trata de ser exitoso o famoso, creo que se trata de tocar y expresar las ideas cada día mejor. Ese es un proceso infinito. Una vez que estás en el camino, sabés que no tiene fin. Transitar ese camino es algo hermoso. Es el antídoto para todos los males de este mundo.

P: Más allá de la familia y los afectos… ¿que parte de Roca te llevarías para tus días en Buenos Aires? ¿O qué lugar, o momento, aparece si cerrás los ojos y pensás en Roca?

R: Me llevaría esos domingos de silencio, cuando estás tirado en el sillón y afuera suena el viento de verano. Me llevaría también las tardes en el río, y los atardeceres con sus cielos cubiertos de mágicos colores.

Conexión roquense

en Buenos Aires

Roca debería tener un edificio cultural con salas de concierto, exposiciones, teatro, danza. Eso potenciaría la actividad artística de la ciudad.

Lucio Balduini

Músico

Datos

P: “Río Negro” reunió en 2013 a la “armada cultural” roquense en Buenos Aires. En esa nota se hablaba de la ciudad como un gran semillero artístico. ¿Esa tendencia fue creciendo? ¿Hay conexión entre ustedes? ¿La “gran ciudad” abre sus puertas al interior?
R: Buenos Aires es una ciudad con una actividad musical muy intensa, y en ese sentido ofrece muchas posibilidades. Yo creo que cada uno va haciendo su propio camino, pero definitivamente hay conexión entre los músicos roquenses. Mi novia se llama Cecilia Rezával, y es de Roca. Es una gran violinista y ha desarrollado una carrera muy importante en Buenos Aires. También tengo la suerte de compartir proyectos con dos grandes bajistas de Roca. Con Federico Salgado coincidimos muchas veces en el grupo de Lucio Mantel. Y con Ignacio Long tocamos en mi proyecto personal. Es algo muy especial compartir la música con ellos. Es muy emocionante estar tocando con Ignacio hoy, después de tantos años. En nuestra adolescencia pasamos mucho tiempo, tocando y estudiando juntos. No sabría decirte si Roca tiene un semillero artístico. Pero sí te puedo decir que muchas veces me ha pasado de estar en diferentes ciudades del país tocando y cuando en una charla alguien me pregunta de dónde soy, y contesto “de Roca”, siempre me dicen, “ah… yo conozco a tal músico que es muy bueno y es de Roca”. Se me dibuja una sonrisa en la cara en ese momento. Es una hermosa sensación.
Roca debería tener un edificio cultural con salas de concierto, exposiciones, teatro, danza. Eso potenciaría la actividad artística de la ciudad.

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios