Roxana sufrió violencia, escapó y ahora da clases de inglés gratis

Roxana Ortega Felicevich tiene hoy una segunda oportunidad. Luego de sufrir una golpiza que casi la lleva a la muerte, rehizo su vida y ayuda a los que necesitan aprender el idioma.

“Vi la luz blanca al final”, cuenta Roxana al relatar la experiencia de la brutal golpiza que hace 1 año y 2 meses la dejó en cama y por la que -cuando se recuperó a solas- pudo finalmente tomar el impulso necesario para escaparse de la casa en la que convivía con su ex marido en Morón, provincia de Buenos Aires, y regresar a Neuquén para dar vuelta la hoja de su historia.

Hoy, con ganas de superarse, de darle un nuevo significado a esta segunda oportunidad que le dio la vida, da clases de inglés gratis en los barrios y a domicilio a quienes deseen aprender y para que el inglés “deje de ser elitista y sea para todos y todas una herramienta”.

“Siempre fui una soñadora. Desde los 5 comencé a estudiar ingles y ya son 39 años”, cuenta Roxana y agrega que 22 son los que lleva enseñando, sin contar el período de parate en los que estuvo en pareja ya que él no la dejaba trabajar. “Sin embargo, nunca dejé de estudiar”, agrega.

“Cuando era chica creía que la enseñanza de inglés era muy injusta. No podía creer porqué mi papá me lo podía pagar a mi y otras personas no tenían acceso. Siempre me pareció muy elitista, para unos pocos- Yo hoy, en esta segunda vuelta a la vida quiero que el inglés no sea una limitante si no una herramienta para todos y todas, una llave que abre caminos”, remarca Roxana.

Además de dar clases a domicilio pagas, Roxana se reparte entre aquellos que no pueden pagarlo y, como si fuera poco, pronto comenzará a trabajar junto a la Municipalidad de Neuquén para acercar el inglés a los barrios de forma masiva.

“Nicolás Valero, director de Derechos Humanos de la Municipalidad de Neuquén escuchó mi sueño, sabe de mi historia, y me impulsó a hacer más masivo este deseo. Ya tenemos más de 30 inscriptos en el curso. Yo quiero que sean felices los chicos aprendiendo, con 1, 2 o 3 que sean felices yo ya habré ganado”, agrega Roxana.

La pesadilla aún no termina. Roxana está en proceso de espera del divorcio y a la vez luchando aún con las secuelas de la golpiza: está en estudios ya que los golpes le han dejado secuelas en el cerebro y tiene casos aislados de convulsiones que podrían ser epilepsia.

“Dar clases de inglés es una forma de resignificar el dolor hoy para mi. Si bien este es un sueño que tengo desde chiquita, ver que puedo lograrlo ahora es algo que me fortalece. Se marcó más ahora porque cuando recibís tanto golpe, tenés la necesidad de brindar más amor. Todo se puede transformar con amor. La vida es mejor cuando tenés herramientas, y el inglés es una buena herramienta para tener una vida mejor”, finaliza Roxana.


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