Rusia y EE. UU. redoblan presión sobre Siria

Obama, “obligado” a detener la masacre.

AP

MOSCÚ.- Rusia y Estados Unidos se pusieron de acuerdo ayer en Moscú para incitar al régimen sirio y a los rebeldes a encontrar una solución política al conflicto, así como para proponer la organización “lo más rápidamente posible” de una conferencia internacional sobre Siria.

El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que tenía tanto una obligación “moral” como una de seguridad nacional para detener la masacre en Siria, pero advirtió que no podía decidir solamente en base a la “esperanza y una oración”.

Obama defendió las acciones de su gobierno con el envío de grandes cantidades de ayuda humanitaria a los refugiados sirios, la ayuda no letal prestada a los rebeldes y el aislamiento del presidente Bashar al Assad en la comunidad internacional.

“Nos pusimos de acuerdo en que Rusia y Estados Unidos deben llamar al gobierno sirio y a los grupos de oposición a encontrar una solución política” al conflicto, declaró ayer el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, tras entrevistarse en Moscú con su homólogo estadounidense John Kerry.

El acuerdo de Ginebra sobre Siria, firmado el 30 de junio por las grandes potencias, definió la vía a seguir para instaurar un gobierno de transición, sin referirse a la suerte del presidente Bashar al Assad.

Ese acuerdo no ha sido aplicado jamás ya que el cese del fuego provisional previsto en el acuerdo tampoco ha sido cumplido. “Pensamos que el comunicado de Ginebra es la vía a seguir para poner fin al derramamiento de sangre en Siria”, declaró Kerry por su parte.

Lavrov reafirmó que la partida de Assad –reclamada por los occidentales– no debe ser una condición previa para las negociaciones de paz, insistiendo al mismo tiempo en que Rusia no lo alentaba a permanecer en el poder.

John Kerry había instado al presidente ruso, Vladimir Putin a buscar puntos de vista comunes sobre la situación en Siria, con el fin de poner fin al conflicto en ese país, en el primer día de su visita a Rusia.

“Estados Unidos piensa de verdad que compartimos intereses comunes sumamente significativos en Siria”, dijo Kerry a Putin al iniciarse las conversaciones en el Kremlin, precisando que estos intereses comunes son “la estabilidad en la región, y no dejar a los extremistas crear problemas en la región o en otra parte”.

En sus primeras declaraciones, Putin no abordó específicamente las divergencias de opiniones entre Moscú y Washington sobre Siria, pero indicó que el Kremlin prepara una respuesta a un mensaje sobre las relaciones bilaterales que le envió en abril el presidente Barack Obama.

Moscú es uno de los últimos apoyos del régimen de Damasco, al cual ha suministrado armas, mientras que Estados Unidos reflexiona en una solución para armar a los rebeldes sirios. (AFP y AP)


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