Se fugaron hace una semana y ya habrían robado

Oscar Andrade y Angel Sangüesa son buscados en la zona de Catriel.

ROCA / CATRIEL (AR).- Dos presos que se fugaron de la alcaidía de Roca hace una semana eran intensamente buscados anoche en Catriel porque serían los responsables de un asalto a un kiosco de esa ciudad.

Se trata de Oscar «Tero» Andrade y Angel «La tonta» Sangüesa, dos peligrosos sujetos que lograron escaparse en un intento de fuga masivo en la madrugada del pasado domingo.

Aunque las autoridades de la comisaría de Catriel no habían confirmado hasta anoche algún tipo de vinculación entre los evadidos y el robo al comercio ocurrido en la noche del viernes, diversas fuentes policiales aseguraron que una de las hipótesis más contundentes en la investigación vinculaba a Andrade y Sangüesa con el hecho. Además, ayer a la tarde se envió desde la alcaidía hacia Catriel la fotografía de los fugados, lo que hace indudable la presunción de una conexión entre ambos sucesos.

El robo en el kiosco de Catriel se produjo cerca de las 3.30 de la madrugada, cuando dos sujetos encapuchados ingresaron a un local céntrico y -tras amenazar al dueño con un cuchillo y un revólver- se alzaron con los 800 pesos que conformaban la recaudación del día.

De acuerdo a lo informado por la policía, uno de los ladrones ocultaba su rostro con un pasamontañas, mientras que el otro se tapaba la cara con el gorro de un buzo.

Esta característica hizo muy difícil para los investigadores establecer la identidad de los asaltantes a partir del testimonio de la víctima del asalto. Sin embargo se supo qué se trataba de personas jóvenes.

Anoche la policía de Catriel seguía adelante con la búsqueda de datos que pudieran facilitar la captura de los responsables del robo.

Las primeras pistas apuntaron a Andrade y Sangüesa, los presos que ganaron la calle tras un escape cuidadosamente planeado que contó con apoyo desde el exterior.

Aunque sólo alcanzaron el objetivo estos dos detenidos, se cree qué al menos otros diez formaban parte del plan, pero los guardias que estaban sobre el murallón impidieron la fuga colectiva.

Los internos que lograron huir contaban con frondosos prontuarios y sus antecedentes penales hablan de mucha peligrosidad.

Oscar Alfredo Andrade tiene 27 años y cuenta con antecedentes por robo con armas, -al menos dos oportunidades- y fue detenido por una presunta violación de menores. Se supo que estaba alojado en la alcaidía por un delito de ese tipo, cuya víctima había sido una pequeña familiar suya.

El otro fugado es Angel Adrián Sangüesa, de 21 años y considerado tanto o más peligroso que Andrade.

Cumple una condena a 20 años de prisión por el crimen de José García, un taxista cipoleño qué sufrió una feroz golpiza durante un asalto y luego fue abandonado en el baúl de su auto mientras los delincuentes emprendían la fuga.

A pesar de que después de la evasión del domingo pasado se montó un operativo policial para dar con los prófugos, poco era lo que se había conocido sobre sus paraderos.

Con el hecho del viernes en Catriel, la búsqueda se reforzó en ese sector de la provincia, pero hasta anoche no se difundieron resultados positivos.


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