«Selva»: una historia violenta en el corazón de la jungla misionera

El realizador Iñaki Echeberría aborda en “Selva”, su primer filme, la historia de un niño reclutado por militares que lo sumergen en un derrotero de violencia sin fin. Puede verse por Cine.ar Play.

En época de pandemia se complica ir al cine. Las estrategias para ver producciones independientes y de las otras, aparecen gracias a la creatividad de los hacedores y las urgencias del público. Los actores y actrices también se las rebuscan. Es el caso de Iñaki Echeberría, quien logra presentar su película “Selva”, estrenada el jueves en Cine.ar TV y que estará disponible de manera gratuita, hasta el próximo jueves, en la plataforma de Cine.ar Play .


El filme aborda la historia de un niño que es reclutado por militares luego de un saqueo que éstos realizan en la aldea rural donde vivía. A partir de ese momento, bautizado como “Selva” por el capitán de ese grupo, el pequeño comienza a vivir junto a ellos un derrotero de violencia sin fin.
Actúan en el film Edgardo Castro y Joaquín Schöller, además de Eduardo Velázquez, Sebastián Cardozo, Horacio Fernández, José González, Gabriela Báez, Carolina Gularte, el reconocido Víctor Laplace, Katya Acosta y Malena Reynoso.
Residente de Puerto Esperanza, en Misiones, Echeberría se formó en Iluminación y Cámara en la Universidad del Cine y Dirección de Fotografía, en el Centro de Formación Profesional del SICA, en Buenos Aires. En 2010 se acercó a la realización documental al dirigir “El Mundial que nunca se jugó” con el que ganó el “Premio Nuevas Miradas de la TV-UNQ”. “Selva” es su primer largometraje director.
En diálogo con RÍO NEGRO, Iñaki Echeberria habló de “Selva”:

P: ¿Cómo fue filmar en la selva?
R: Filmar en la selva es siempre un desafío, sea por las víboras, los bichos, el calor o las posibles lluvias. Igualmente, conocemos el monte y sabemos que podemos filmar muy cómodamente, en un lugar accesible y que se vea como la selva jamás explorada. Acá la naturaleza esta todo alrededor, es importante saber cómo mostrarla. Decidimos seleccionar algunas locaciones que iban a retratar al máximo los paisajes y en ellas pusimos mayor esfuerzo logístico, pero realmente valió la pena, porque generan el contexto de inmensidad que buscamos y lucen la selva en todo su esplendor.

P: ¿Qué cosas fueron necesarias tener en cuenta a nivel técnico?
R: Las locaciones fueron seleccionadas dándole prioridad absoluta a la logística. Nos pareció fundamental la decisión de ahorrar energías en los traslados, ya que, por cuestiones escolares de Joaquín, debimos filmar en vacaciones de verano (con el calor y bicherío en su mayor expresión) y el desgaste del equipo humano iba a ser muy grande.

P: ¿Cómo fue hacer un poco de todo?
R: Cuando a uno le apasiona lo que hace, como me sucede con el audiovisual, hacer un poco de todo es algo que se da naturalmente. Para mi filmar es como respirar, es algo que no podría dejar de hacer nunca. No sobreviviría. Me formé como DF (Director de Fotografía), entonces hacer cámara e iluminar fue lo primero que llegó. Luego comencé a dirigir, documentales, video-clips, ficción… y para diferentes medios o plataformas: tevé, web, cine. A todo le pongo la misma pasión y el mismo compromiso, como creo que le sucede a cualquiera que ama lo que hace.

P: ¿Cuánto tiempo demando filmar tu primera película?
R: El proyecto es ganador del “Concurso Raymundo Gleyzer 2015”. A partir de ahí desarrollamos el guión con Luigi Serradori, presentamos al INCAA y conseguimos el financiamiento, también con apoyo del IAAViM (Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones).
Así llegamos a las 3 semanas de pre-producción y 4 semanas de rodaje en Enero/febrero de 2019. Después nos zambullimos al montaje durante 6 semanas y la post-producción de sonido llevó otras 6 semanas. Terminamos la corrección de color y la mezcla de sonido 5.1 en marzo de 2020, días antes de que comience la ASPO a causa de la pandemia. Eso nos demoró el estreno, que, aunque no nos permite ir a las salas (para donde se pensó la película), nos permite estrenar por Cine.Ar y llegar a muchos más espectadores en todo el país.

Nuestra principal búsqueda en esta película está en el desarraigo de la infancia y la transformación a la que debe resistir Joao. A través de la violencia y perversidad el Comandante Estanislao va intentando doblegar al niño, hacerlo quebrar y pasar a formar parte de su crueldad».

Iñaki Echeberría, director de «Selva».

P: ¿Cómo es encontrarte con historias violentas como esta?
R: Esta historia refleja la violencia humana, se zambulle en una relación perversa entre Joao y el Comandante Estanislao e intenta evidenciar muchas atrocidades de nuestra sociedad, de forma explícita. Nuestra principal búsqueda en esta película está en el desarraigo de la infancia y la transformación a la que debe resistir Joao. A través de la violencia y perversidad el Comandante Estanislao va intentando doblegar al niño, hacerlo quebrar y pasar a formar parte de su crueldad.
El recorrido que realiza Selva (Joao) nos muestra cómo acciona el poder sobre las personas, exigiendo y haciendo sufrir, desacreditando el esfuerzo e intentando quebrarnos, buscando que seamos parte de un sistema que necesita personas dóciles y obedientes. Dependiendo del análisis que hagamos, nos encontramos con la crueldad del patriarcado, donde el Comandante recluta al niño y lo “apadrina”, lo lleva hasta sus límites, lo incita a ser frio y mercenario, al punto de poder matar.
Creemos que este nivel de violencia explícita puede generar la repulsión necesaria para que el espectador se replantee muchas formas y costumbres de nuestra sociedad, por momentos los mismos actos de la película y por momentos, apelando a asociaciones y metáforas sobre el mundo capitalista en el que vivimos.

P: ¿Cuáles son las preguntas que te hiciste como director?
R: Una vez me dijeron que el director de una película es alguien que se debe haber hecho todas las preguntas posibles sobre la historia y haberles encontrado una respuesta considerable. Con esto me refiero a que tenemos que imaginar y proyectar, la película dentro nuestro y luego compartirlo con el equipo, con el elenco, para llevarla adelante. El cine es un arte colectivo donde todas esas preguntas y respuestas son nuevamente formuladas con cada área del equipo y allí es donde se comienza a gestar el film, en ese intercambio que se hace sobre el guión o la guía, que siempre se ve transformado en el rodaje y ahí queda registrado, grabado, para luego ser nuevamente cuestionado y revisado en el montaje. Se podría decir que hasta el estreno la película sigue mutando, aun cuando ya está terminada. Ahí es donde está la magia del cine.


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