Semana Santa: Lo que hay que tener en cuenta para no comprar pescado en mal estado

El subsecretario de Comercio de la Municipalidad de Neuquén, Gustavo Orlando, explicó que el pescado “es un alimento perecedero que debe ser conservado en condiciones especiales”.

Orlando explicó a los consumidores de pesado y frutos de mar que deben prestar atención a “su olor, color y textura de la carne”.

No tienen que oler a amoníaco, los ojos tienen que ser brillosos y nunca estar hundidos y las escamas deben estar adheridas a la carne”, explicó el funcionario municipal.

También advirtió que si un producto congelado está envasado y adentro hay escarcha, pudo haber perdido la cadena de frío, y por lo tanto sugirió no consumirlos.

  • Comprar el pescado solo en los comercios habilitados que presenten buena higiene general y exhiban sus productos frescos, conservados en abundante hielo (cubiertos) o congelados. Revisar la fecha de vencimiento de las latas, rechazando las que estén oxidadas o hinchadas.
  • El pescado fresco debe presentar un ligero olor a pescado, pero nunca a amoniaco. Los ojos, siempre brillantes y no hundidos ya que la opacidad o el hundimiento son signos de deterioro. Es fundamental que tenga las agallas rojas, las escamas adheridas al cuerpo y su carne firme y que no ceda ante la presión de la mano.
  • La pigmentación tiene que ser viva y brillante, y la columna vertebral estar firmemente adherida a los músculos; si se la intentara separar de ellos, debería romperse.
  • La sangre debe ser roja y brillante. Si no está fresco, el color se vuelve marrón pardo.
  • Se deben transportar pescados y mariscos directamente al domicilio y refrigerarlos inmediatamente para no cortar la cadena de frío.
  • Para conservar el pescado se recomienda no mantenerlo más de uno o dos días en la parte más fría de la heladera y hasta tres meses en el freezer. Los pescados y mariscos no deben descongelarse y volver a congelar y al momento de descongelarlos debe hacerse en la heladera y no a temperatura ambiente. Estos productos deben consumirse bien cocidos y lo antes posible.
  • Los camarones y langostinos, no deben tener manchas negras, olor desagradable o desprendimiento entre cabeza y tronco. Los calamares deben tener la piel lisa, suave y húmeda, sin manchas sanguinolentas o extrañas. Sus ojos tienen que ser brillantes y salientes, y su musculatura consistente y elástica.
  • Los mejillones deben tener las valvas cerradas y una vez cocidos, abrirse. Si están abiertas, hay que comprobar que se cierran con un ligero golpe.
  • Las pencas de bacalao salado deben tener un aspecto seco y sin puntos rojos o negros en su superficie, ya que ello indicaría la presencia de hongos.


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