Sergio Pitol se despide con su último libro

El escritor mexicano Sergio Pitol presentó en la noche del jueves en Ciudad de México su autobiografía, con la que, aseguró, da por concluida su labor literaria de más de medio siglo. “Una autobiografía soterrada (ampliaciones, rectificaciones y desacralizaciones)” es “mi último libro y el final de mi obra”, dijo el Premio Cervantes de Literatura 2005 con gran esfuerzo, debido a una enfermedad neurológica que le ha afectado el habla. Este libro que ahora ve la luz, comenzó a escribirse hace 44 años. Pero tuvo que esperar hasta estos días para llegar a las librerías. Pitol, de 77 años, no sólo ha dejado la escritura, sino también su trabajo como traductor al castellano de literatura anglosajona, gala, germana y eslava, de la que es un gran conocedor. “Es que tengo un problema, por eso no puedo revisar, escribir, nada. Con esta enfermedad los idiomas se fueron”, confesó a los periodistas al final de la presentación, en la que evocó a su gran amigo el escritor Carlos Monsiváis, muerto el 26 de junio. “Fui amigo de Monsiváis por más de 55 años. Le dediqué mi primer cuento ‘Victorio Ferri cuenta un cuento”, dijo el autor, al que acompañaron en el podio sus colegas Jorge Volpi y Álvaro Enrigue. Sergio Pitol Demeneghi escribió ensayos, poemas, novelas y cuentos. Fue un viajero incansable y diplomático en Moscú, Praga, Budapest y París. La autobiografía del escritor mexicano recoge pasajes de su vida como su niñez enfermiza, la muerte de su madre, un viaje a Cuba para recibir tratamiento médico, su descubrimiento de las letras y varios momentos que inspirarían sus obras. La última parte de “Una autobiografía soterrada” rescata una conversación entre Monsiváis y el autor de “El tañido de una flauta”. En su juventud, Pitol, Monsiváis y el poeta José Emilio Pacheco fueron inseparables durante poco más de un lustro. Su última reunión fue en la Feria del Libro de Guadalajara en noviembre de 2009, cuando se hizo oficial que Pacheco ganó el Premio Cervantes de Literatura. Siendo jóvenes “hablábamos sin tregua de literatura, vimos cientos de películas, íbamos al teatro, exposiciones, conciertos y manifestaciones en la calle”, recordó el creador de “El arte de la fuga”, que viajó desde Veracruz, en el este de México, donde reside, para la presentación y pese al cansancio firmó libros y se fotografió con su público durante casi una hora. Es una pena que sea su último libro. Es una suerte que llegue su autobiografía.

El escritor, premio Cervantes 2005, se retira por una enfermedad neurológica que le impide el habla.