Sigue el alerta por la ‘vaca loca’ y protestas hacia Argentina

ESPAÑA- La Coordinadora española de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) protestó ayer contra la importación de carne de res procedente de la Argentina y Estados Unidos, al considerar que ésta no posee garantías sanitarias, pues en ambos países los animales no son sometidos a los tests para detectar el mal de las “vacas locas”.

En este sentido, el secretario general de la COAG en la comunidad de Extremadura, Luis Cortés, denunció en Mérida lo que consideró una campaña de “publicidad engañosa” por parte de la cadena de supermercados francesa Carrefour, que tiene una fuerte implantación en España.

Según la COAG, esta empresa anunció que, ante la crisis de las “vacas locas” en Europa, empezará a comercializar carnes de Argentina y de Estados Unidos, dos países considerados libres de la encefalopatía espongiforme bovina (BSE).

“¿Cuántos tests priónicos se hacen en estos países?”, se preguntó Cortés, al tiempo que puntualizó que en España es imposible hacer estos exámenes a posteriori, ya que las reses procedentes de mataderos de Argentina y Estados Unidos se importan sin cabeza, es decir, no se pueden extraer los órganos necesarios para efectuar estos análisis.

Por ello advirtió que, si Carrefour sigue adelante con esta campaña, la COAG convocará manifestaciones y movilizaciones ante las sucursales que tiene esta empresa en Extremadura.

Asimismo, la Comisión Europea decidió ayer destinar 971 millones de euros (900 millones de dólares) adicionales para financiar medidas que eviten la propagación de la enfermedad de las vacas locas.

Pero ante los temores de una posible epidemia mundial, varios científicos afirmaron que Estados Unidos no corre peligro. Los ministros de Agricultura de la Unión Europea fueron informados de que los costos para contener la crisis crecían en proporción con la caída de las ventas de carne.

Ayer, el canciller alemán, Gerhard Schroeder, defendió la decisión de su gobierno de participar en el programa de la Unión Europea (UE) de sacrificio de 400.000 vacas mayores de 30 meses, medida que ha desatado las primeras protestas de las protectoras de animales.

Para calmar un poco los ánimos, el gobierno pagará a los ganaderos alemanes 500 dólares por cada animal sacrificado. El presidente de la Oficina Federal de Agricultura y Alimentación, Günter Drexelius, adelantó que ese precio quedará fijado al kilo de vacuno antes del estallido de la crisis de vaca loca. (EFE, Reuters, DPA)