«En cada municipio debe haber un tambo, un matadero y una granja para pollos y huevos»

Entrevista a Miryam Gorban, una nutricionista que lucha por el acceso a la producción de alimentos sanos por y para toda la población.

Por Victoria Rodríguez Rey (@victoriarodriguezrey)


Miryam Gorban hace más de 20 años viene transmitiendo y contagiando la propuesta política de la Soberanía Alimentaria de los pueblos. Con 88 años esta generosa y valiente nutricionista recibió en el 2019 el título de Doctora Honoris Causa por su incansable lucha por el acceso a la producción de alimentos sanos por y para toda la población. En la siguiente entrevista Miryam nos invita a pensar y llevar adelante, lo antes posible, la creación de polos de desarrollo productivo en cada ciudad.

Miryam Gorban.


¿De qué se trata esta pandemia?

Esta es una crisis capitalista del mundo entero. Esta crisis hace referencia al modelo de explotación. En la ciudad donde esto se produjo hay una explotación masiva de animales. No olvidemos que de enfermedades vinculadas a forma de producción de los animales ya tuvimos la gripe porcina, la gripe aviar, el mal de la vaca loca. El aumento del nivel de vida de las sociedades empuja el consumo hacia el excesivo consumo alimentario. Esto de la mundialización alimentaria hizo que se occidentalice la dieta en China, aumente el consumo de carne y simultáneamente en ellos aumentaron las enfermedades crónicas no trasmisibles en especial la diabetes y la obesidad

¿Cómo se aborda la situación de pandemia desde la soberanía alimentaria?

Hace más de veinte años venimos diciendo esto, cuando nadie nos llevaba el apunte, y hoy por suerte ese discurso lo están repitiendo en todos los rincones. Hay que cambiar el modelo productivo. En nuestro país la realidad es que han desaparecidos las pequeñas chacras familiares y al mismo tiempo ha aumentado la concentración de la tierra y la concentración de la riqueza, van las dos cosas de la mano. Esto ha sido acompañado de lo que se llamó extender la frontera agrícola. Y la frontera agrícola significó la desertificación de la tierra, significó liquidar nuestros bosques, liquidar nuestro Chaco impenetrable que era un tesoro para la humanidad como lo es el Amazona porque son reguladores del clima. Es así que esta pandemia fue resultado de una crisis climática que está asociada a estos temas de súper explotación de la tierra, y la sucesión de hechos como las sequías e inundaciones que arrasan con ciudades enteras. Los especialistas hablan de que los animales son desalojados de su hábitat natural y conviven más cerca de nosotros. Con los animales, los virus que mutan y se transmiten a las personas, lo señalan como el origen. Entonces, si seguimos con los feedlot, si seguimos amontonando vacas, amontonando cerdos, amontonado pollos, engordando a base de antibióticos, evidentemente estas cosas no se van a resolver con medidas paliativas. Se tiene que resolver con medidas de fondo.

Feedlot en nuestro país.


¿Cuál es rol del Estado en relación la producción y acceso de alimentos para toda la población?

La salida tiene que estar directamente vinculado a la soberanía alimentaria. El camino es la producción agroecológica tanto para animales como para vegetales, esas son las medidas de fondo que hay que tomar. Cuando hablamos de soberanía alimentaria, hablamos de autosuficiencia alimentaria. Con dependencia alimentaria de otros países al cerrar las fronteras en situaciones como estas hay problemas de desabastecimiento interno. Es fundamental que cada país produzca sus propios alimentos, los alimentos que necesita su población. El país que no produce sus alimentos tiene un problema muy serio de seguridad alimentaria. Eso es lo que hay que garantizar. Dejemos de recorrer tantos kilómetros para llevar alimentos de un continente a otro. Y a nivel país hay que pensar en el desarrollo local. En cada municipio debe haber un tambo, un matadero (de faena artesanal), la granja para los pollos y los huevos y un cordón verde que rodea la ciudad para garantizar el acceso a alimentos frescos y sanos a toda la población. ¿Por qué tenemos que llevar la papa de Salta a Lomas de Zamora o las ciruelas de Mendoza a Entre Ríos? De esa manera se agotan los recursos fósiles que además son los mayores contaminantes y causas del calentamiento global. Esa logística influye muchísimo en el costo de la alimentación. De esto se trata de desarrollar comercios de cercanía.
El rol del Estado en esta situación es fundamental. Ya no hablo de algo que no se animan mucho que es la estatización de las cerealeras sino que hablo de la distribución, de pensar en la logística, en los puertos, en los ferrocarriles que deben estar a disposición. Estas son medidas estructurales, de base que van a ayudar a bajar el precio de los alimentos. La iniciativa privada es muy valorable y podemos hacer asociaciones comunes pero el rol del Estado debe estar presente en toda la cadena productiva.
La comunicación hacia el consumidor también es fundamental. Hoy no hay un solo mensaje que hable de la calidad de la alimentación: saber qué es lo mejor para comer en cada temporada, qué aportes nutricionales hace determinado alimento. Y sobre la importancia de cocinar, sobre la comensalidad. Cocinar es el placer compartido en el núcleo familiar. Al cocinar se recupera los sabores, los colores, las tradiciones que son propias de cada pueblo, de cada familia y la globalización en la alimentación destruye estos saberes tradicionales


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