Alerta skincare: Científicas del Conicet testean productos que podrían afectar la salud reproductiva

Dos investigadoras del Conicet en el Instituto de Genética Veterinaria ofrecen un servicio de testeo para empresas o laboratorios del sector público que deseen evaluar los efectos perjudiciales de sus productos cosméticos en la salud reproductiva.

Sucede que, por lo general, al pensar en los efectos adversos de un producto se consideran los sarpullidos, las ronchas, la irritación y las alergias. Pero hay muchos otros que no son detectables a simple vista.

“Uno no sabe si quizás una crema está afectando a sus gametas, por ejemplo. O incluso por una contaminación cruzada porque no vas a ponerle una crema facial a un niño, pero si te la ponés vos y te toca la cara, te besa o abraza, hay un contacto que puede llegar a perjudicarlo”, explicó Ana Carranza-Martin a la Agencia CTyS-UNLaM.

Las investigadoras comenzaron probando alrededor de 15 tóxicos que ya se sabían que producían algún tipo de daño, para contrastarlo con los resultados a nivel mundial. El resultado fue exitoso. “Ya evaluamos antiparasitarios, antibióticos, productos para alimentos y tenemos publicaciones científicas que demuestran que el modelo es válido”, confirmó Noelia Nikoloff.

Los procedimientos que realizan son los mismos que se llevan adelante en una fecundación in vitro y abarcan el periodo de la maduración del ovocito, la ovulación, fecundación y hasta que sucede la implantación embrionaria. Para las investigadoras, se trata del “momento más crítico”, ya que “hay mucha división celular y el ADN está muy susceptible”.

Si bien el testeo lo realizan con varios productos, los cosmetológicos son los principales en la mira. “Es un sector que hay que empezar a analizar porque la preocupación es que las chicas cada vez a más temprana edad comienzan a usar todos productos de skincare y es algo que a la larga va a empezar a traer sus consecuencias”, alertó Nikoloff.

Los bloqueadores solares también integran la lista ya que tienen un compuesto que se llama Benzofenona 3 (BP-3) que produce efectos adversos en la implantación. Sin embargo, aclararon, en los últimos años, se analizó mucho este compuesto y se validó su uso en menor cantidad.

“Vemos que, en redes sociales, sugieren no usarlos más, pero no es la solución. Para eso estudiamos también las concentraciones porque no necesariamente todos los productos con determinados compuestos son tóxicos solo por contenerlo”, destacó Carranza-Martin.

En Argentina, los testeos obligatorios son solo los de corrosión dérmica, ocular e inhalatoria que también son realizados por un laboratorio de Conicet. Sin embargo, hay empresas interesadas en evaluar sus productos, a través del servicio de toxicología reproductiva.

“Hay varios compuestos que ya se vienen investigando y se ha ido reduciendo su uso o eliminando como los parabenos o ftalatos, entre otros. Hay productos que prohibidos en Europa que acá se pueden utilizar. También sucede que se pone de moda un shampoo que no contiene parabenos, pero tiene otro componente peor”, advirtió Nikoloff.

El modelo que utilizan las investigadoras emplea células bovinas, las más parecidas al del humano que se obtienen de ovarios desechados por los frigoríficos. “Lo que normalmente en la faena del día a día se tira a la basura, nosotras lo tomamos para aplicar nuestra técnica. Y esto es muy importante de resaltar porque se encuentra dentro del marco de bienestar animal y utilización de animales”, concluyeron.