Aniversario Rincón de los Sauces: Más familias, más demanda y una ciudad que debe anticiparse
A diferencia de otras localidades de Vaca Muerta, familias enteras llegan para quedarse. Servicios, infraestructura y planificación urbana marcan la agenda en un contexto atravesado por la baja del convencional y las expectativas del no convencional.
Rincón de los Sauces es una de las ciudades más jóvenes de Neuquén y también una de las más atravesadas por los vaivenes de la actividad hidrocarburífera. La localidad creció históricamente al ritmo del petróleo convencional, pero la baja de esa actividad tuvo un impacto directo en la economía local y en el empleo.
Recién, el crecimiento del no convencional comienza a impactar la ciudad, pero todavía de manera desigual: mientras crece la obra civil en los yacimientos, la generación de empleo petrolero en la zona sigue siendo limitada, sin embargo los costos de vida continúan atados a la lógica de la industria. El crecimiento demográfico sigue en aumento, así como la demanda de servicios e infraestructura.
“Rincón es una ciudad a la que vienen familias completas a vivir”, explica la intendenta Norma Sepúlveda. Esa característica marca una diferencia sustancial con otros puntos de Vaca Muerta donde la dinámica es de trabajadores que entran y salen por diagrama.
Esa realidad comenzó a abordarse de manera planificada hace más de una década. Entre 2013 y 2014, el Municipio trabajó junto al Copade y al Consejo Federal de Inversiones (CFI) en un plan de ordenamiento territorial que permitió proyectar el crecimiento de la ciudad a mediano y largo plazo. Con estudios técnicos y profesionales de distintas partes del país, se elaboró una hoja de ruta que identificó tres ejes críticos: agua, cloacas y hábitat.
En aquel momento, Rincón tenía entre 25 y 30 mil habitantes. Hoy, la población permanente ronda las 40 mil personas, a las que se suma una cantidad variable de trabajadores que llegan por la actividad hidrocarburífera. e acuerdo con la intendenta, los planes integrales diseñados entonces apuntan a una ciudad preparada para 100 mil habitantes, una escala que obliga a pensar en obras de gran magnitud y en financiamiento externo, ya que el Municipio recibe coparticipación como si tuviera apenas 5.000 habitantes, según una ley que no se actualiza desde hace décadas.
Obras que son clave
A pesar de esas limitaciones, la gestión municipal avanzó en obras estructurales clave. En los últimos años se realizó una inversión histórica superior a los 3.000 millones de pesos para mejorar la infraestructura de agua, con la modernización de la planta de bombeo, la incorporación de nuevos sistemas de potabilización, almacenamiento y control, y la construcción de un nuevo acueducto de impulsión que permitirá reforzar el abastecimiento en toda la ciudad. “Son obras que no siempre se ven, pero que resultan indispensables para acompañar el crecimiento urbano”, remarcó Sepúlveda.
Otro hito es la puesta en marcha, por primera vez en la historia de Rincón, de un sistema de transporte urbano. Dos líneas de colectivos cero kilómetro, más de 100 paradas oficiales, garitas señalizadas, sistema de tarjetas y una aplicación móvil cambian la movilidad cotidiana.
La pavimentación es otro frente de trabajo sostenido. Se está haciendo el Plan 18 Cuadras, Etapa I, que incluye obras de cordón cuneta, badenes y pa quete estructural completo para cerrar circuitos viales y preparar nuevas zonas de expansión. Además, se mejoraron accesos estratégicos vinculados a la Ruta Provincial 6, clave para la conectividad regional.
El crecimiento acelerado también dejó problemas estructurales heredados, como loteos sin servicios y redes obsoletas. En ese contexto, el Municipio jerarquizó el área de tierras y creó el Instituto de Urbanismo y Hábitat, con el objetivo de transparentar la adjudicación de terrenos y avanzar en desarrollos con servicios básicos. La falta de registros técnicos en gestiones anteriores obligó a reconstruir información desde cero, explicó la intendenta. Una tarea silenciosa pero fundamental para planificar obras futuras.
Demanda habitacional
El crecimiento acelerado también dejó problemas estructurales heredados, como loteos sin servicios y redes obsoletas. En ese contexto, el Municipio jerarquizó el área de tierras y creó el Instituto de Urbanismo y Hábitat, con el objetivo de transparentar la adjudicación de terrenos y avanzar en desarrollos con servicios básicos. La falta de registros técnicos en gestiones anteriores obligó a reconstruir información desde cero, explicó la intendenta. Una tarea silenciosa pero fundamental para planificar obras futuras.
A estos desafíos se suma el impacto del mercado inmobiliario, con precios atados al salario petrolero que dificultan el acceso a la vivienda para trabajadores de otros rubros, como el comercio, estatales, profesores. También se siente la falta de profesionales en áreas clave como la salud, una problemática que se repite en otras localidades con alto costo de vida.
Desafíos del futuro
La explosión del no convencional ya está generando mucha expectativa. Sin embargo, Rincón enfrenta el desafío de pensar su futuro más allá del petróleo. Antes del desarrollo hidrocarburífero, la zona tenía una matriz productiva ligada a la ganadería y a la producción bajo riego.
Hoy, si bien no existen proyectos de reconversión a gran escala, el Municipio reconoce el potencial de esas tierras y la necesidad de planificar economías alternativas a largo plazo, entendiendo que el petróleo y el gas son recursos no renovables.
La intendenta destacó la resiliencia y la solidaridad de la comunidad. “Si no fuera por esa característica de la mayoría de los vecinos, sería imposible contener muchas de las situaciones sociales que se presentan”, afirma. Familias que llegan con expectativas que no siempre se cumplen, crisis laborales vinculadas a la baja del convencional y una ciudad que debe responder de manera constante.
A 54 años de su fundación, Rincón de los Sauces sigue creciendo, con grandes necesidades, pero también con planificación, obras estructurales y una comunidad que apuesta al trabajo colectivo. Una ciudad joven que, en medio del corazón de Vaca Muerta, intenta construir un futuro sostenible para quienes eligieron vivir en ella.
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