Arrancar las clases y mantener hábitos saludables sin morir en el intento

Profesionales de la salud dan tips para que el regreso a las aulas mantenga la alimentación saludable. Sí a las frutas y verduras. No a los alimentos envasados. Es difícil? Tal vez, "pero se puede", aseguran.

Se terminaron las vacaciones, fin al verano y hay que volver a clases. Algunos arrancaron a full el 5 de marzo, otros a medias pilas y con solo algunas clases por la lucha docente por una nueva recomposición salarial. Pero ya las familias se pusieron en «modo año escolar». Y comienza la carrera que no tendrá meta final hasta fin de año. Mochila, guardapolvo y uniformes listos, pero y las rutinas familiares? Ahí comienza todo un desafío. Y no solo se habla de programar el despertador y acomodarse para llegar a tiempo al colegio antes de ingresar al trabajo o salir a horario para retirarlos. O llegar a tiempo para las actividades extraescolares. Hay otro tema: ¿cómo mantener los hábitos saludables de alimentación de los niños, niñas y adolescentes cuando el tic tac no da respiro?

Se llega a marzo luego de meses de panchos, papas fritas, hamburguesas, bebidas calóricas, tortas fritas. De alterar los horarios, de no desayunar porque el horario de salir de la cama se «pega» al horario del almuerzo. ¿La merienda? Olvidate. La cena a cualquier hora, total, estamos todos de vacaciones. Pero ya llega el momento en el que hay que barajar y dar de nuevo. La campana escolar suena.

Pero tranqui mamá, tranqui papá: Tal vez se encuentre la forma de reacomodar los horarios y las rutinas; sobre todo si se busca una dieta saludable en medio de tanta vorágine . Con algunos tips, las familias pueden acomodarse y transitar un poco más liviana la jornada escolar. Pediatras y nutricionistas encargados de promover una vida saludable, dan algunos consejos que sin duda serán de ayuda.

En primer lugar, los profesionales recomiendan empezar con tiempo (dos semanas antes del inicio de clases como mínimo) a readecuar los horarios de ir a dormir y levantarse a un horario que garantice al menos 8 horas de descanso pleno y por supuesto, no hay que olvidarse de medir la siesta de aquellos niños que madrugan y necesitan un descanso a mediodía.

Paso dos es que cada niño y niña en edad escolar tenga su calendario de vacunas completo y su anual consulta con el odontólogo y oftalmólogo de cabecera. Este último profesional es quien detectará a tiempo si el niño o niña tiene alguna dificultad visual que pueda obstaculizar su desempeño en el aula e incluso demorar la atención prematura de alguna patología.

Dicho esto, llega el momento en que los peques se van al colegio y empieza otra historia dividida en dos capítulos. Los que van y regresan a comer a sus casas y los que almuerzan o meriendan en el colegio. Y en este punto, tanto viandas llevadas a contrarreloj al colegio o el plato calentito en la mesa familiar requieren de una logística que merece ser tenida en cuenta.

Pero antes que nada los profesionales de la nutrición sostienen: «Niños y niñas en edad escolar viven un proceso de crecimiento que implica cambios corporales y adquisición de hábitos, asimilados de sus propios docentes y compañeros. Los adultos, por su parte, tienen un papel fundamental en el acompañamiento en esta etapa, fomentando el desarrollo de hábitos saludables. Volver a clases conlleva readaptar horarios y rutinas en los hogares. Por lo tanto, generar hábitos saludables puede resultar de ayuda para disminuir la ansiedad familiar», aseguran los nutricionistas que integran los puesto saludables del ministerio de Salud de la provincia de Neuquén.

Y acá puede parecer que se complica la cosa. Pero a no desesperar que no es para tanto. Solo requiere organización. Padres y niñes se levantan a las 6, hay poco tiempo para cargar mochilas, vestir, responder mensajes laborales de los adultos, la niña no quiere peinarse, el niño no encuentra sus zapatillas favoritas. Un caos, Entonces un café, un té con galletitas de paquete y rumbo al colegio.

Llega el mediodía, mamá y papá llegan a horario justo. El frezzer o la rotisería de cercanía lo resuelve todo. Pero si podemos parar un segundo, proyectar y organizarnos, tan vez algo se pueda hacer.

«Una buena alimentación dentro y fuera de la casa es esencial en cualquier etapa de la vida, niños y niñas tienen altos requerimientos nutricionales, debido a que se encuentran en etapas de crecimiento y desarrollo por lo que se recomienda la combinación de alimentos de distintos grupos para aportar todos los nutrientes que ellos necesitan, no puede faltar las carnes y huevos, lácteos (leche, quesos y yogur), frutas y hortalizas, cereales, legumbres y derivados», aseguró Samuel García, nutricionista.

La planificación es todo. Difícil dirán muchos! Pero a no claudicar. Los profesionales recomiendan llenar la heladera de frutas y verduras frescas y por sobre todo «siempre productos caseros antes que procesados».

«Hay formas simples de incorporar estos alimentos, en el caso de las frutas, las más fáciles de transportar son la banana y la manzana bien lavadas para ingerir como postre. Para sumar más verduras, un buen tip es agregar guarniciones de vegetales crudos o cocidos para acompañar las carnes. Asimismo, zapallitos, espinaca o papa se pueden consumir en formato de tartas o tortillas. Poner en la mochila una botellita de agua es muy importante, así como pensar en snacks saludables caseros con poco contenido de grasa y azúcar (galletitas de avena, budines, tortas con fruta, barrita de cereal casera, muffin)». recomiendan.


El kiosquito de la escuela


Todo un tema es el kiosco de la escuela. Si ofrecen una variedad de opciones no hay discusión, pero si no… Una colación de caramelos es delicia para los peques, les llena la panza antes de llegar a casa pero el nivel de azúcar es altísimo y el déficit de nutrientes no llega a ningún lado.

«En estos casos, la recomendación más importante es que (si la escuela ofrece opciones para comprar) que los niños elijan alimentos que no vengan en paquete, que no sean ultra procesados. Una fruta o una porción de frutos secos son la mejor alternativa. Para los días donde sobra un ratito para cocinar en casa, se recomienda preparar algunos snacks sencillos y saludables. Se pueden hacer budines caseros, madalenas con frutas, galletitas caseras con avena, sándwiches de queso con pan integral y tomate o pochoclo casero», recomiendan los que saben.


Lo que recomiendan los que saben


Hay una máxima: «comida sin envase». Y por ahí vamos. Estas son las cosas que los nutricionistas recomienda no sumar a la mochila de escolares:

• galletitas industrializadas, tanto dulces como saladas.

• Golosinas como turrones, alfajores, snack salados como palitos fritos, papas o chizitos.

• En el caso de las bebidas, hay que evitar las gaseosas, bebidas saborizadas y jugos en sobre. aún cuando en el sobre diga que son bajas en azúcar o light. El agua siempre y no debe faltar.


Y entonces… ¿Que llevamos en la mochi?


Probá con esto. Según los profesionales, no hay nada mejor.

Frutas frescas: Manzana, banana, uvas, frutillas o tomatitos Cherry.

Frutos secos (almendras, castañas, avellanas, nueces).

1 rebanadita de queso o 1 vaso de yogur descremado o 1 huevo.

Dos o tres galletitas de avena caseras (banana bien madura, avena, coco rallado, mezclar todo, hacer galletitas y colocar en fuente con papel manteca y llevar al horno 10 -15 min de cada lado).

«No nos olvidemos de promover la actividad física de las infancias, el ejercicio físico contribuye a mejorar la calidad de vida aportando beneficios físicos y psicológicos», cerró García.


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