Charlar, compartir y sentirse acompañados: así es Ronda Adolescente, el nuevo dispositivo del hospital Heller

Está destinado a chicos y chicas que, por distintos motivos, llegan al hospital en busca de ayuda, contención o un lugar donde poder hablar.

A veces, en la adolescencia, lo más difícil no es lo que ocurre, sino cómo se vive. Y en ese camino, el acompañamiento puede ser clave. En el Hospital Heller de Neuquén, esa idea tomó forma con Ronda Adolescente, un nuevo dispositivo grupal que comienza este viernes. Está destinado a chicos y chicas de entre 13 y 17 años que por distintos motivos, llegan al hospital en busca de ayuda, contención o solo un lugar donde poder hablar. 

Verónica Biancotti es psicóloga y trabaja en el servicio de salud mental en el área infanto juvenil del hospital Heller. Según contó, Ronda Adolescente nace en función de una necesidad. “Tenemos muchísima demanda de adolescentes”, aseguró.  

Dentro del hospital hay un dispositivo de demanda espontánea adolescente. Se trata de un consultorio individual interdisciplinario que funciona los días lunes, de 11 a 13. A partir de esa experiencia, surgió la iniciativa.  

“Desde ahí evaluamos y nos dimos cuenta de que hay muchas situaciones que ameritan otro espacio, un espacio de continuidad o de seguimiento para poder darle escucha al adolescente”. 

Ese consultorio funciona como una puerta de entrada, pero muchas veces no alcanza. Es por eso que, desde el equipo, comenzaron a pensar en una alternativa que permitiera sostener un acompañamiento más prolongado.  

“El dispositivo que se da estos lunes de consultoría es a demanda, espontáneo y no tiene continuidad”, dijo. Es por esto que “En conjunto con el programa, que también tiene un consultorio de salud integral los miércoles, pensamos cómo darle seguimiento a estos adolescentes y una respuesta un poquito más continuada”. 

Salud Mental en el hospital Heller.

Así nació Ronda Adolescente, un espacio grupal que comenzará a funcionar este viernes, de 13:30 a 14:30, en un salón del hospital acondicionado como biblioteca.  

Allí, entre colchonetas y libros, se encontrarán los y las adolescentes que hayan sido derivados por diferentes vías: desde los consultorios individuales, desde guardia, desde centros de salud de la zona o incluso por otros colegas del hospital.  

“Contamos con algunas cosas acá del hospital, nos vamos armando con los recursos que nos es posible”, señaló la psicóloga.  

Aunque el grupo no está abierto al público en general, tampoco es exclusivo. Si alguien se entera de la propuesta por un amigo o vecino, puede acercarse. “Le damos el turno y, si consideramos que no es disruptivo para el grupo y que amerita estos encuentros, es bienvenido”, explicó. La idea es cuidar el espacio, preservar su funcionamiento y, al mismo tiempo, permitir que quienes lo necesiten puedan acceder. 

Biancotti explicó que el proyecto surge como respuesta a una demanda que no para de crecer. “Hay muchísima dificultad para hacer vínculos entre pares. Aparecen nuevos conflictos en los vínculos con el exterior, porque hubo una parte en la sociabilización que se cortó y eso es innegable”, dijo. “La postpandemia, el atravesamiento del aislamiento y todas las secuelas que se están viviendo ahora se ven en muchas derivaciones escolares, muchísima sintomatología”. 

La alta demanda no la sorprende a la psicóloga, pero sí preocupa: hay más consultas, más sufrimiento, más adolescentes que piden ayuda. En ese contexto, los espacios grupales como Ronda Adolescente se vuelven una herramienta necesaria.  

“Muchas veces se compara los dispositivos individuales como si fueran mejores que los dispositivos grupales, y no es así. Cada uno tiene su función y su rol. Muchas veces pares viéndose o identificándose, tiene un efecto muy positivo en el otro. De hecho, las intervenciones a veces vienen entre ellos”.  

Esa dimensión del encuentro entre pares está en el corazón de la propuesta. El grupo busca ser un espacio de escucha mutua, pero también de construcción de lazos nuevos, más sanos, más estables. “La promoción del lazo social, de los encuentros, de espacios saludables, de vínculos que también los alejen del consumo”, expuso Verónica.  

«Queremos que también se acerquen al hospital como un espacio amigable, donde ya el hospital deje de ser ese lugar de vacunatorio o de enfermedad, sino que también pueda ser un lugar de consulta».

Ronda Adolescente está pensada como un espacio que irá creciendo con el tiempo. El primer encuentro será este viernes. Todavía no saben cuántos jóvenes asistirán, pero ya tienen varias derivaciones. “Tenemos el lugar y todo preparado para esperar”, mencionó con entusiasmo la psicóloga.

Con el correr de los días, esperan que el dispositivo se consolide y que también las escuelas puedan conocerlo y derivar. “Es un espacio que también se irá construyendo y sosteniendo hasta que se haga conocido, tanto por los colegas como por los adolescentes”. 

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