Denunciaron tala de sauces y maitenes en el río Chimehuin

La Cámara de Guías de Pesca de Neuquén denunció el apeo ilegal de varios árboles a orillas del río Chimehuin, en el campamento conocido como “Isla del Alemán”.

Juan Sacconi, presidente de la entidad, detalló que días antes de la apertura de la temporada habían hecho un relevamiento y la zona estaba en óptimas condiciones. Ya iniciada la temporada, guías habilitados advirtieron en ese sector de acampe la tala indiscriminada de ejemplares autóctonos.

“Como Cámara todos los años mandamos a hacer un reconocimiento del río Chimehuin; este año lo hicimos el 26 de octubre, y ese sector estaba en perfecto estado “, precisó Sacconi en diálogo con “Río Negro”.

El 9 de noviembre, la Cámara radicó la denuncia formal en la Dirección Provincial de Recursos Hídricos.

Según consta en la denuncia efectuada, “gran cantidad de árboles que rodean la zona habilitada de acampe se encontraron talados sobre dicha área, haciendo imposible disponer del mismo. Los árboles fueron cortados de forma ilegal, indiscriminadamente y arbitrariamente por desconocidos”.

Sacconi indicó que contabilizaron más de 10 ejemplares cortados, entre ellos sauces, maitenes y chacay que se ubicaban cerca del río. Fueron cortados con motosierra, y los restos quedaron tirados en el lugar.

“Lo hicieron adrede. El daño lo hizo algún propietario ribereño, porque sólo se puede acceder al lugar con bote o desde algunas de las estancias”, aseguró el representante.

Sobre el objetivo de la tala ilegal, Sacconi dijo desconocer los motivos. “Nunca tuvimos problemas. Es un campamento histórico que utilizamos desde el 2002. Podemos tener idea pero no a ciencia cierta, no le echamos la culpa a nadie”, apuntó.

Finalmente, los guías repudiaron el acto vandálico y señalaron que “atenta directamente contra el medio ambiente y el desarrollo de nuestra actividad, lo cual repudiamos enérgicamente. Esperamos que este acto de vandalismo sea aclarado a la brevedad, y que caiga el peso de la ley a él o los responsables”.

Las sospechas apuntan a algún propietario ribereño, ya que al lugar sólo se puede acceder con bote o desde

algunas de las

estancias cercanas.