El frío aumenta las enfermedades cardiovasculares: por qué hay que cuidar más el corazón en invierno
Sonia Costantini, especialista de Roca, dijo que los meses de bajas temperaturas son los de mayor demanda. Estas patologías son estacionales y es clave prestar atención a los factores de riesgo. ¿Quiénes y por qué llegan al consultorio?.
“Las patologías del corazón se manifiestan más durante el invierno”, explicó Sonia Costantini, cardióloga de Roca. Está científicamente comprobado que el frío aumenta la presión arterial, el colesterol y los coágulos sanguíneos.
Un estudio publicado en «North American Journal of Medical Sciences» revela que la incidencia de las enfermedades cardiovasculares varía según la estación del año y aumenta durante los meses de más frío.
Las bajas temperaturas activan el sistema simpático nervioso y aumentan la secreción de catecolaminas, hormonas responsables del incremento de la frecuencia y el gasto cardíaco. Esto provoca un cambio en la composición sanguínea, aumentando la presión arterial, el colesterol y el fibrinógeno en sangre, una proteína responsable de la formación de coágulos, según la Fundación Española del Corazón (FEC).
En invierno, aumenta la consulta en los centros especializados. “Lo más frecuente es lo que tiene que ver con factores de riesgo”, comentó la médica de Roca. En su mayoría, atiende a pacientes derivados por el médico clínico. Hipertensión, diabetes, sobrepeso, obesidad, enfermedad coronaria; son los diagnósticos más frecuentes.
Además, el aumento de los factores de riesgo cardiovascular se agrava no solo por una cuestión climática, sino por otros factores medioambientales y de estilo de vida durante la época de frío. La contaminación del aire, la falta de actividad física, el cambio de alimentación o la predisposición a contraer infecciones.
Pacientes chicos y grandes: la clave es cambiar hábitos
El 60% de las personas que llegan a consultar al centro de Especialistas en Cardiología de Roca, tienen más de 55 años. “La gran mayoría son pacientes mayores que vienen a hacerse a los 70 años el primer control cardiovascular, muchas veces y por desgracia tardíamente”, aseguró Costantini. A estos pacientes, es difícil darles buenas noticias porque en ocasiones es tarde para hacer cambios significativos.
“Otro pool de pacientes que vemos mucho son aquellos jóvenes que quieren empezar actividad física o se preparan para carreras”, agregó, quienes llegan para hacerse un control cardiovascular antes de una competición.
Otros concurren derivados de los gimnasios antes de empezar a intensificar rutinas y terminan descubriendo enfermedades que estaban ocultas, en personas aparentemente sanas.
En el último tiempo se agregó un segmento de chicos y adolescentes con hipertensión o prediabetes. “Es algo que vemos cada vez más. El pediatra que deriva al control cardiovascular porque tiene niños obesos. Ya tienen la base para ir desarrollando otros factores de riesgo”, detalló la profesional.
En esa edad es un momento clave para “empezar a trabajar”, postula la médica, porque es cuando “tienen una buena ventana de oportunidad para poder hacer los cambios”. En ese aspecto, dijo que el rol de la familia es fundamental para cambiar los hábitos.
“Desde cómo hacemos las compras, qué vamos a comer y la motivación para estimular la actividad física y bajar la pantalla. El tema es que hay mucha actividad que se hace sentado hoy”, fundamentó la especialista.
En las zonas frías como es el caso de la Patagonia, también influye el clima. “Los chicos están jugando mucho sentados. Las pausas son pasivas y deberían ser activas. Eso es lo que hay que empezar a trabajar”, aseguró.
“Son enfermedades silenciosas, igual que la diabetes, el colesterol: la única manera de detectarlas es con el control”.
Sonia Costantini, cardióloga de Roca.
Con convencimiento, disciplina y tiempo dedicado al bienestar, es posible retrotraer enfermedades. “Hay pacientes que, por ejemplo, retrogradan su diabetes”, aclaró Constantini. Otro punto es la paciencia: muchos de los efectos de los hábitos saludables como la actividad física se ven a mediano y largo plazo.
“Son pequeñas modificaciones que en el largo plazo tienen un enorme impacto, sobre todo en lo que es calidad de la salud”, cerró.
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Más infartos en invierno
Un estudio publicado en la Revista Española de Cardiología (2004), realizado por Enrique González Hernández, Adolfo Cabadés O’Callaghan y otros; pudo determinar que existe un patrón estacional en los infartos agudos de miocardio, con un aumento en la cantidad de casos durante el invierno y una baja en el verano.
“La edad de los pacientes condiciona el efecto de los factores ambientales en el infarto. A partir de los 65 años, los sujetos son más sensibles a los mecanismos causantes del aumento de ingresos en invierno”, concluyeron.
«El incremento de la presión arterial y el colesterol, junto con una vasoconstricción de las arterias coronarias y de los vasos del cerebro provocada por el frío, puede desencadenar un infarto o ictus, dependiendo de la zona obstruida», explica el médico Alejandro Berenguel Senén, integrante de la FEC.
Recomendaciones para cuidar el corazón en invierno
- Mantener una dieta saludable y rica en vitamina D, ya que su deficiencia aumenta el riesgo de hipertensión y diabetes.
- Controlar el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, causantes del incremento del colesterol en sangre y en consecuencia, de la aparición de arteriosclerosis.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura y abrigarse bien en invierno.
- Practicar ejercicio físico al menos una media de 30 minutos al día.
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