Damiano, el italiano que llegó a El Chocón en busca de los dinosaurios que siempre admiró

Damiano Palombi es un becario doctoral del Conicet fascinado por las constantes huellas que "se destapan" en el Cañadón Escondido, próximo a la Ruta 40.

¿Qué hacés sentado ahí, Damiano?, ¿encontraste una huella de dinosaurio?”, le preguntan al paleontólogo Damiano Palombi en un video que se difundió por las redes sociales del Museo Ernesto Bachmann de Villa El Chocón.

El investigador italiano está sentado en el sector conocido como Cañadón Escondido, un pequeño cañón de 80 metros de profundidad ubicado en Villa El Chocón, en Neuquén. En ese sector, hace 98 millones de años, un dinosaurio carnívoro dejó una huella que quedó preservada en la roca. “La huella estaba fosilizada en una capa de roca que se degradó con el tiempo, y lo que vemos es el molde interno que dejó esta icníta (huella) en el sedimento”, explicó Palombi.

Nació en Frascati, en el centro de Italia, hace 34 años. Se licenció en Relaciones Internacionales, pero entendió que no era lo que soñaba. “Hasta ahí, mi vida era bastante gris y me pregunté por qué no hacer lo que realmente me gustaba”, reconoció. Desde chico, le apasionaron los dinosaurios y decidió encarar ese camino. Italia no era el lugar propicio para sus investigaciones. De pronto, recordó su antiguo muñeco de Giganotosaurus de los años 90 y buscó a dónde podía encontrarlo. Así fue que terminó radicándose en El Chocón.

Damiano Palombi es un paleontólogo italiano que llegó a Argentina en busca de los grandes dinosaurios. Foto: gentileza

“Argentina es un lugar único y ni hablar de Patagonia. Yo estudio el Cretácico Medio y acá hay una diversidad increíble que en Europa, no hay. Llegué a Roca en 2018 y después de la pandemia, me vine a Chocón para estar más en contacto con los fósiles”, indicó Palombi, becario doctoral del Conicet en el Museo de El Chocón y docente de Biología Animal en la sede de Roca de la Universidad Nacional de Río Negro.

Explicó que los estratos del Cañadón Escondido corresponden a la Formación Candeleros, del Cretácico Superior. “Se encuentra a unos kilómetros de la villa, muy cerca de la Ruta nacional 40. Esta Formación Candeleros es preponderante entre la zona de La Buitrera en Río Negro hasta El Chocón. Preserva huellas, como pasa en la costa del lago del Chocón, y también huesos. Es algo raro porque en los estratos que preservan huellas, no hay huesos y viceversa. En este caso sí”, resaltó a diario RÍO NEGRO. Por eso, destacó que, en esa región, resulta extremadamente sencillo “tener una representación fidedigna de la fauna”.

Mencionó que toda el área está cubierta por huellas que ya fueron estudiadas. “Lo que favorece el cañadón en la costa del lago es que se pueden destapar. Pasa el agua y va erosionando, el agua misma va rompiendo los estratos de roca, a veces rompe las huellas y otras, las destapa”, puntualizó.

El molde natural en el Cañadón Escondido en Villa El Chocón. Foto: gentileza

En el caso puntual del video, aclaró, se trata del molde natural de una huella, el relleno y no la huella “verdadera”. “Lo que vemos normalmente es la impresión que deja el pie, una profundidad. En este caso, vemos algo prominente. Lo que pasó es que los estratos de abajo, a donde estaba la pisada, se fueron erosionando, pero quedó el estrato de arriba que funcionó como molde”, indicó.

Puso como ejemplo caminar por la playa y dejar huellas. “Esa arena mojada se seca y vuelve a cubrirse de otro sedimento. Puede ser cubierto por el agua y forma como una especie de paquete que, con el tiempo, se puede llegar a solidificar”, mencionó.

Por eso, explicó, el molde en el cañadón no se detecta en la roca horizontal sino en la vertical ya que “el recorrido del agua fue dejando paredones verticales”. “Lo que pisó en el estrato de abajo se fue perdiendo y lo que quedó es el estrato de arriba que todavía no erosionó. Por eso, decimos que lo que vemos, en realidad, no es la huella dejada por el animal sino el relleno del sedimento que fue cubriendo esa huella y haciendo que se fosilice”, argumentó.

El Cañadón Escondido en Villa El Chocón: un descubrimiento constante de huellas y huesos. Foto: gentileza

¿Por qué cree que se trata de un dinosaurio carnívoro? Por la forma de la huella y el tamaño del segundo dedo del pie. “En esa zona, en ese momento de la historia, los carnívoros eran bastante grandes”, respondió el investigador.

Palombi advirtió que el sector del cañadón no es simple para recorrer. Y aún no está señalizado. “Tiempo atrás, una tesis de la Universidad Nacional de Río Negro enfatizó la utilidad y necesidad de hacer geoturismo o turismo general en el Cañadón Escondido. Lo cierto es que no está señalizado. No es un recorrido fácil para hacer si uno no conoce o no está acostumbrado a los senderos de trekking. Tiene caídas, hay puntos altos y muchas veces, las condiciones climáticas no son buenas. Es medio laberíntico”, describió.

El molde natural en el Cañadón Escondido en Villa El Chocón. Foto: Gentileza.

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