El ministro de Educación de Nación expresó su desacuerdo con prohibir el lenguaje inclusivo en las aulas

El titular de la cartera educativa, Jaime Perczyk, dijo en Bariloche que la mejora de los índices de calidad educativa dependen de las horas de clase, la formación de los docentes y la inversión en salarios.

El ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, dijo este lunes que la mejora de los índices de calidad educativa dependen de las horas de clase, la formación de los docentes, la inversión en salarios, la provisión de materiales didácticos y la contención social de las familias, y negó de plano que la prohibición del lenguaje inclusivo contribuya a lograr esa meta.

Respecto de esta última decisión adoptada por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Perczyk no quiso ahondar la polémica, pero manifestó su abierto desacuerdo y aclaró que ese tipo de decisiones no tiene vínculo alguno “con lo que dice la ciencia y la investigación” en materia educativa.

El ministro llegó este lunes a Bariloche para participar de un acto académico en la Universidad Nacional de Río Negro, en homenaje al exrector Juan Carlos Del Bello, fallecido el año pasado.

Antes del mediodía recorrió la sede que construye la UNRN en la zona este de la ciudad, un ambicioso proyecto iniciado hace casi diez años, que estaría listo para ser estrenado en el inicio del ciclo lectivo 2023.

Perczyk reconoció que las últimas evaluaciones de alumnos en todo el país para testear el nivel educativo dejaron varias señales de alarma. “Más que preocuparnos, nos ocupan”, dijo ante una pregunta de este medio.

Aseguró que las políticas en marcha están enfocadas en revertir el déficit educativo acumulado en la pandemia. Dijo que el sistema ya recuperó nueve de cada diez chicos que se habían desvinculado de la escuela, pero todavía hay que trabajar con los que faltan. “Queremos que todos vayan a la escuela, que todos aprendan, que aprendan lengua y matemática, que les da la posibilidad de aprender otros temas”, afirmó.

Perczyk atendió a la prensa luego del recorrido en la obra y a sabiendas de que los interrogantes principales tendrían relación con lo decidido por el gobierno porteño, se cuidó de confrontar, evitó cualquier apreciación técnica sobre el uso del lenguaje inclusivo en las aulas y orientó su respuesta hacia lo que “la ciencia” recomienda hacer para mejorar la capacidad de los alumnos.

“Para lograr un mayor nivel educativo son importantes los programas de alfabetización, los programas de terminalidad de la escuela secundaria, y también los salarios y la capacitación docente”, aseguró Perczyk.

La semana pasada el ministerio a su cargo cerró con los gremios de educadores la paritaria nacional que sirve como referencia a las provincias y que acordó un aumento del 60,8%, para llegar en diciembre a un salario básico testigo de 68.400 pesos.

El ministro insistió en que la recuperación de la calidad educativa “según lo que dice toda la ciencia” tiene que ver con los recursos en el aula, “más días y más horas de clase”, la formación y remuneración de los docentes y también la atención de “las condiciones sociales de nuestros chicos y chicas”.

Señaló que en torno a lo perdido durante la pandemia “hay mucho por hacer y va a llevar años”. Aseguró que el trabajo de su ministerio en esa línea incluye la provisión de más material pedagógico e informó que acaban de entregar 8,2 millones de libros y mantienen el plan de distribución de computadoras, mapotecas y útiles en general. También, señaló la existencia de “un programa de capacitación muy importante” para los docentes de todo el país.

Perczyk es licenciado en Educación Física, llegó al ministerio el año pasado y hasta entonces se desempeñó varios años como rector de la Universidad Nacional de Hurlingham. Dijo que desde ese rol conoció a Del Bello, con quien compartió gestiones y actividades.

Más universidades

El ministro de Educación consideró que la extensión del sistema universitario “es uno de los valores que tiene la sociedad argentina” y defendió la creación de nuevas casas de estudios superiores. Dijo que la UNRN, la de Hurlingham (que es de la misma generación) y las anteriores como “la del Comahue, antes de eso la del Sur o en su momento la de La Plata brindaron todas la posibilidad a las nuevas generaciones de entrar en la universidad”.

Agregó que la extensión de esa oferta “es un orgullo (para el país), porque permitir que más chicos tengan la posibilidad de llegar a la educación superior tiene un valor enorme. Y la Argentina, por los indicadores que tiene, necesita más universidades”.

El campus de la Universidad de Río Negro tiene en pleno desarrollo el pabellón II, mientras que el pabellón I quedó inconcluso luego de un contrato cumplido a medias y una licitación frustrada, que data de 2013.

Las dependencias que están en obra fueron visitadas por Perczyk, junto al rector Anselmo Torres, el vicerrector en la Zona Andina Diego Aguiar, y otros funcionarios, quienes le explicaron las características técnicas y el concepto de “sustentabilidad” contemplado en el proyecto de ingeniería. El proyecto es tenerlo listo para estrenar en el primer cuatrimestre de 2023.

Los anfitriones le aseguraron al ministro que esa obra es hoy “la más grande en ejecución en Bariloche, tal como pasa en Viedma” con la sede de la UNRN en esa localidad. El pabellón II en Bariloche tiene una superficie de 3.600 metros y albergará 18 aulas, tres laboratorios y un aula magna.


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