Expedición del Conicet: Martín Brogger, el científico de Río Negro que releva la biodiversidad bajo el mar
Forma parte de la expedición de Conicet que, con un robot submarino, revela los secretos del mar argentino. Martín Brogger tiene 47 años y es de Bariloche.
A más de 3.500 metros de profundidad, donde la luz del sol no llega, un mundo inexplorado se abre ante los ojos de un equipo de científicos de Conicet. Entre ellos, el Dr. Martín Brogger, un investigador de 47 años, oriundo de Bariloche, que recuerda cómo su fascinación por la biología nació de niño “yendo a pescar y acampar”. Hoy, a bordo del buque R/V Falkor (too), aquel sueño de la niñez revive en una expedición histórica que está revelando los secretos del Cañón de Mar del Plata.
Expedición de Conicet: Martín Brogger, una experiencia única
Brogger es investigador adjunto del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) y trabaja en el IBIOMAR-CENPAT (Instituto de Biología de Organismos Marinos del Centro Nacional Patagónico) en Puerto Madryn. Describe la experiencia como “única”, un desafío intenso que se vive en turnos de 24 horas, casi “sin dormir”.
El momento más impactante llegó con la primera inmersión del robot SuBastian, que le permitió ver “esos paisajes profundos que nadie había registrado antes en Argentina. Verlo en vivo, con esa nitidez, fue realmente emocionante”. La expedición no solo se trata de descubrir lo desconocido, sino también de crear un nuevo capítulo para la ciencia en la Patagonia.

“Esta expedición es muy importante porque nos permite acceder a información de altísima calidad sobre ambientes que históricamente estuvieron fuera de nuestro alcance”, explica Brogger. Estas campañas sientan “bases para nuevas preguntas, nuevas colaboraciones y, por supuesto, nuevas líneas de investigación”.
Expedición de Conicet: el robot SuBastian
La herramienta central de esta misión es el robot SuBastian, que Brogger describe como una oportunidad “extraordinaria”. Con la capacidad de descender a 4.500 metros de profundidad y equipado con cámaras de altísima resolución, el vehículo submarino de última generación permite a los científicos observar los ecosistemas “en su estado natural, sin intervenir ni alterar el ambiente”.
El científico resalta que esta tecnología es “un verdadero cambio de escala en cómo se hace ciencia en aguas profundas”, ya que facilita la recolección de muestras precisas y el seguimiento de sitios clave.

Expedición de Conicet: hallazgos sorprendentes
Entre los primeros hallazgos, el científico barilochense confiesa que se han sorprendido con la “diversidad de organismos que habitan el fondo del cañón, incluyendo especies que no estaban registradas para estas latitudes o profundidades”. Estos descubrimientos, junto a interacciones entre especies y estructuras geológicas que cuentan la historia del fondo marino, ya están generando “información novedosa que va a dar mucho que hablar en el futuro cercano”.

Sin embargo, el asombro científico se mezcla con la preocupación al encontrar plásticos en un lugar tan remoto. Brogger reconoce que “encontrar plásticos a miles de metros de profundidad es impactante” y ve en ello una “evidencia clara de que las actividades humanas llegan mucho más lejos de lo que solemos imaginar”.
Ante esta realidad, el investigador subraya la importancia de la divulgación científica: “Mostrar estas imágenes y hablar del tema desde la ciencia es una forma muy poderosa de generar conciencia”.
Con las transmisiones en vivo continuando hasta el 9 de agosto, Brogger envía un mensaje a los jóvenes que sienten curiosidad por la ciencia del mar. “Es un camino apasionante, lleno de desafíos, pero también de grandes satisfacciones. La curiosidad, la paciencia y el trabajo en equipo son claves”. La posibilidad de compartir el fondo del océano en tiempo real es, para él, una forma de “acercar la ciencia a todos, sin filtros ni intermediarios”.
A más de 3.500 metros de profundidad, donde la luz del sol no llega, un mundo inexplorado se abre ante los ojos de un equipo de científicos de Conicet. Entre ellos, el Dr. Martín Brogger, un investigador de 47 años, oriundo de Bariloche, que recuerda cómo su fascinación por la biología nació de niño “yendo a pescar y acampar”. Hoy, a bordo del buque R/V Falkor (too), aquel sueño de la niñez revive en una expedición histórica que está revelando los secretos del Cañón de Mar del Plata.
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