Hay más de 80 comedores y merenderos en Roca: crece el hambre y los alimentos no alcanzan

Según registros oficiales, se han mantenido los merenderos en el último año, pero las organizaciones sociales aseguran que no tienen mercadería ante el aumento de precios. Algunos se ven obligados a cerrar.

Según el registro municipal enmarcado dentro de la ordenanza de Emergencia Alimentaria sancionada en 2019, en todo el ejido de Roca hay actualmente 80 merenderos y comedores comunitarios administrados por organizaciones sociales y voluntarios. 

Por etapas van funcionando de una u otra forma, ya sea como merendero o bien como comedor, sino ambas versiones. Es muy dinámico el funcionamiento ya que varían de acuerdo a la demanda que se va presentando y a los recursos que disponen quienes los llevan adelante. 

“El año pasado, 2022, comenzó con 80 merenderos y a fin de año finalizó con 76. A este mes de 2023, hay nuevamente 80 merenderos y comedores”, puntualizaron desde el área de Desarrollo Social del municipio. 

La Corriente Clasista y Combativa (CCC) es la organización social que más comedores abrió y administra en la ciudad de Roca en la actualidad. Brindan el almuerzo y en algunos casos la cena, algunos días de la semana o bien todos.

Administran un total de once merenderos y seis comedores en los barrios Nuevo, Alta Barda, Chacramonte, Noroeste. Los merenderos están en Fiske Menuco, Paso Córdoba, Alta Barda, Chacramonte, Maiten, Noroeste, Stefenelli.

«Las porciones no bajan de de las 200 personas. Se han visto casos de familias numerosas que retiran hasta por ocho integrantes. Mucha necesidad hay en el barrio», contó Pablo Collio, referente, desde barrio Nuevo.

Aseguró que a pesar de contar con la ayuda de los fondos municipales por la Emergencia Alimentaria, no es suficiente. «Hacemos un fondo común y con eso se hace una compra general, y después se reparte», comentó.

Lo cierto es que los precios de la mercadería subieron tanto que se hace imposible llegar. Una caja de leche ya cuesta arriba de los 15.000 pesos. «Hay comedores y merenderos que no llegan al mes», agregó.

«Hace una semana que el comedor (de barrio Nuevo) no está funcionando porque no no tenemos mercadería»

Pablo Collio, coordinador CCC Roca

Collio dijo que el gran incremento de comensales se dio durante la pandemia, cuando decidieron mantener abierto a pesar de la cuarentena, por la situación de hambre en la que se vieron inmersas varias familias por la falta de trabajo.

Comedores sin insumos en Allen


En la ciudad vecina de Allen, también hay varios comedores y merenderos distribuidos pero la ayuda más escasa aún.  “La situación es bastante complicada”, aseguró la coordinadora Mónica Cayupe, de los comedores en los barrios Norte y 17 de Agosto. 

“Antes trabajábamos cuatro días atendiendo a los comedores y ahora ya tuvimos que mermar los días de trabajo para dar la comida, porque no llegamos. Con la mercadería que tenemos no llegamos a cubrir el mes”, dijo la mujer, quien tiene uno de los establecimientos en su propia casa. 

“Mejor dar que recibir” y “Arcoiris” son los comedores que subsisten con el trabajo de una veintena de personas quienes además hacen el esfuerzo de sostenerlo económicamente. Solo reciben ayuda de fideos, arroz, aceite y salsa de tomate y dan el almuerzo a unas 50 familias. Por parte del municipio solo reciben leche. 

“La verdura la ponemos los compañeros, por ahí hacemos alguna venta de rosquitas, de lo que sea, y nosotros mismos compramos con ese fondito las verduras y un poco de carne”, relató la dirigente barrial. 

“Es bastante bastante complicada la situación, no se puede ya trabajar como veníamos trabajando constantemente. Ahora hay que elegir los días como para poder abrirlos”

Mónica Cayupe , referente del comedor «Mejor es dar que recibir» de Allen

En uno de los comedores también funciona un merendero a la tarde, en el que brindan la copa de leche a alrededor de 40 niños. 

“Hemos tenido ganas de cerrar, de no trabajar más, pero la gente viene y te golpea la mano, te pide un plato de comida, no puedes decirle que no. Eso hace que uno retome fuerzas y pueda seguir trabajando, luchando y aportando también para poder ayudar a ver qué lo están necesitando”, concluyó Mónica de Allen.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios