IB50K, el concurso del Balseiro que apunta a proyectos tecnológicos

El premio de 50 mil dólares se reparte entre los tres ganadores, pero hay otros aportes monetarios, mentorías y asesoramientos para el resto de los participantes.

«No buscamos genios. Buscamos personas que quieran crear sus empresas. Que tengan un buen proyecto tecnológico y que se junten como equipo». Santiago Enriquez recordó que la convocatoria de equipos de todo el país a presentarse al concurso IB50K, organizado por el Instituto Balseiro, está abierta hasta el 8 de agosto.

El objetivo, aseguró este integrante del equipo organizador, es fomentar la creación de empresas de base tecnológica, de conocimiento, por parte de jóvenes argentinos y extranjeros que hayan estudiado en universidades argentinas. «Apuntamos a jóvenes investigadores que hayan superado una instancia de idea, que tengan un proyecto tecnológico y lo quieran escalar a producto o servicio«, indicó Enriquez, miembro de la Secretaría de Vinculación e Innovación del Instituto Balseiro.

Este concurso se lleva a cabo desde 2009 con el apoyo de empresas e instituciones que hacen posible el aporte de 50 mil dólares para repartir entre los tres ganadores.

«La idea surgió entre un grupo de docentes e investigadores del Centro Atómico y el Balseiro que tenían como sueño fomentar vocaciones emprendedoras en jóvenes investigadores y la idea de que crear en el país empresas de base tecnológica«, aseguró.

La condición es que el 50% de cada equipo esté conformado por jóvenes, de 18 a 35 años, estudiantes o graduados de carreras vinculadas a la ingeniería, las ciencias básicas, exactas y de salud.

Enriquez explicó que «se buscan 5 a 10 finalistas que también resultan, de alguna manera, ganadores ya que hay otros premios que pueden ser aportes monetarios, mentorías o asesoramientos, a través de los que se adquieren nuevas habilidades».

Por lo general, entre 15 y 25 proyectos se presentan por año al concurso. En la evaluación se valora el grado de innovación tecnológica, la innovación del negocio, el grado de madurez tecnológica del desarrollo y, la calidad y diversidad del equipo.»Todos los que se presentan se llevan algo. Hay un evaluador técnico y económico para que ese proyecto crezca», advirtió.

En los 11 años que lleva la iniciativa, surgieron varios casos de éxito. «Tenemos el caso de un grupo que resultó ganador con microlaser en 2017 y hoy exporta equipos de litografía óptica a varias partes del mundo. Otra empresa que surgió el IB50K comercializa una proteína terapéutica. Son cápsulas que permiten mejorar el sistema inmune«, recalcó Enriquez.

Aclaró que los organizadores del concurso realizan un seguimiento sobre «el impacto del proyecto premiado a futuro. No es un subsidio. Tampoco implica que hay que rendir cuentas».


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