La tiktoker que trasciende fronteras y celebra la cultura: “El pueblo mapuche sigue vivo y conversando”
Sofía Huaiquil, es conocida en redes como Quucho. Allí cuenta sobre la cultura de los pueblos originarios de Chile y reconoce estos lazos ancestrales que unen su país con Neuquén.
Desde la cordillera, al sur de Chile, Sofía Huaquil construye un puente entre generaciones, territorios y lenguas. Tiene 29 años y desde 2020 comparte en redes sociales contenidos sobre cultura mapuche en su cuenta en la que se identifica como “Quucho”. Hoy cosecha más de 200 mil seguidores y, en conexión con Argentina y la provincia de Neuquén, asegura: «El pueblo mapuche sigue vivo y conversando”.
Sofía nació en San Juan de la Costa en Chile, pero actualmente vive en el campo, cerca de la cordillera y aunque pasó por Santiago, creció en un entorno profundamente mapuche. “Tengo una mamá y un papá mapuche”, cuenta. “Mi familia es mapuche, mis amigos, mis vecinos también. Estoy muy inmersa en la cultura”.
Esa vivencia, sin embargo, no la alejó de la necesidad de buscar y reafirmar su identidad, sobre todo cuando vivía en la ciudad. “Igual cuando estaba en la capital, yo también buscaba a los mapuche de alguna forma”.
Ella misma aprendió mapuzungun, una de las actividades que la impulsó a conectar aún más con la cultura mapuche. “Empecé a echar raíces en la ciudad, a buscar más gente”. Esa experiencia, dice, la llevó a vivir la interculturalidad desde lo cotidiano.
También recuerda que, por momentos, guardaba su identidad para su intimidad. «En la ciudad, mi cultura era algo más privado y en la ciudad se sentía esa nostalgia, esa añoranza mapuche”. Con los años, y ya desde la adultez, siente que su vínculo con la tradición de los pueblos originarios se volvió más consciente, más profundo.

En ese camino también se cruzó con Neuquén. Aunque vive en Chile, Sofía reconoce lazos profundos con el territorio mapuche de este lado de la cordillera. “Siento que allá hay sentido identitario, hay esta búsqueda, esta hambre de rescatar el conocimiento”, dice. Y agrega: “Eso me gusta mucho porque muchas veces acá piensan que ya casi no existe, que no hay interés, y eso no es así”.
La ausencia de referentes jóvenes en su infancia fue una marca. “Cuando era pequeña me daba cuenta de que no había referentes en esta cultura. Uno piensa en pueblos originarios y se imagina gente mayor”. Entonces decidió ocupar ese espacio. “Alguien tenía que hacerlo”, sostiene. “Se fue dando como desde mi propio pensamiento hacia una realidad, como tomar acción”.
Así, comenzó a subir videos durante la pandemia, empapada por los contenidos de pueblos originarios de otras partes del mundo. Pensando que podía hacer algo similar desde su lugar, mostró su vestimenta tradicional, compartió reflexiones, habló de identidad.
“Simplemente, lo hice como una buena idea”, dice. No fue solo eso, recuerda que cuando viajaba a la ciudad vestida con su ropa tradicional se sentía ignorada o diferente, por eso creyó que debía difundir más sobre su cultura, que la gente conozca la vida mapuche.
Pero no todo fue fácil. Asegura que hablar desde una identidad de resistencia también implica exponerse. “A nadie lo preparan para ser conocido”, reflexiona y admite que, sobre todo al principio, algunos comentarios le dolieron. “Hay gente peligrosa que descarga sus sentimientos en uno: angustia, resentimiento, felicidad… Pero lo que más me afectó fue cuando ponían en duda mi propia cultura».
A pesar de esto, a Sofía no le tiembla la mano si debe defender su contenido. «Ahora bloqueo, elimino los comentarios, porque siguen siendo mis redes».
A la tiktoker a veces le cuesta encontrar los ánimos o el tiempo, para seguir creando. “Vivir en el campo tiene una rutina particular. A veces hay que ir a la ciudad, y eso demora todo. El clima, la señal… no siempre se puede”, explica.
Aun así, persiste. Tiene ideas anotadas, proyectos en pausa y una comunidad que la impulsa. “Yo siento que tengo muchas ganas de crear”, dice. Porque su contenido no responde a una moda, ni busca crear un contenido vacío. Ella muestra una forma de vida.

Así formó una comunidad de más de 300 mil personas en redes sociales que no dudaron en registrar su voto cuando fue nominada a los Love Awards, unos premios neuquinos que buscan reconocer a las mujeres y que tuvo su ceremonia en Neuquén capital. Aunque no pudo viajar, Sofía guarda un recuerdo cálido de la valoración del público, ya que ganó en su categoría de tiktoker.
“Ese cariño siempre lo he sentido cuando voy a la ciudad, cuando voy a eventos. Me piden fotos, me dicen cosas lindas… siento que es la manera en que la gente acepta mi trabajo”.
Desde un rincón del sur de Chile, Sofía Huaquil alza su voz con firmeza y día a día difunde la cultura mapuche y así también celebra el intercambio entre comunidades de ambos lados de la frontera: “Me encanta que sigamos estando vivos y conversando, como hermanos”.
Desde la cordillera, al sur de Chile, Sofía Huaquil construye un puente entre generaciones, territorios y lenguas. Tiene 29 años y desde 2020 comparte en redes sociales contenidos sobre cultura mapuche en su cuenta en la que se identifica como “Quucho”. Hoy cosecha más de 200 mil seguidores y, en conexión con Argentina y la provincia de Neuquén, asegura: "El pueblo mapuche sigue vivo y conversando”.
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