Vecinos y comunidades no quieren la planta de asfalto en la meseta de Neuquén
En nombre de los vecinos del lote 34, de vecinos de la Colonia Nueva Esperanza y de la comunidad mapuche Newen Mapu, los manifestantes exigieron que la planta de asfalto no funcione en el lugar. Exigieron estudios de impacto y sostienen que contaminará el aire en el lugar y que las emanaciones afectarán a la salud
Los habitantes de la zona de la meseta en las inmediaciones del Complejo Ambiental Neuquén se reunieron este fin de semana para visibilizar el rechazo a la instalación de la planta de asfalto que la municipalidad prevé poner en marcha en el lugar. Plantearon que no recibieron respuestas sobre el impacto ambiental que provocará la actividad, en tanto sostienen que las emanaciones afectarán a las comunidades con la contaminación del aire.
Integrantes de la comunidad Newen Mapu, vecinas de la Colonia Nueva Esperanza, integrantes de la comunidad educativa de la escuela primaria y vecinos ambientalistas se manifestaron el sábado por la tarde en los portones del lugar preparado para el funcionamiento de la fábrica de asfalto.
Con consignas contrarias a la radicación de la planta, se indicó que hace varios meses se pidieron informes al municipio sobre la actividad que se pondrá en marcha en el lugar, con requerimientos del impacto ambiental del tratamiento que se le dará al asfalto.
La comuna llevó su vieja planta de asfalto a reparar a nuevo a Buenos Aires y en el verano se informó que tras el arribo de la maquinaria en piezas, sería instalada detrás del Complejo Ambiental Neuquén, a una corta distancia de la cantera municipal. La maquinaria, con los nuevos componentes y tecnología modernizada está preparada para producir 15 toneladas por hora del material que se usa para el bacheo e inclusive repavimentar zonas de asfalto deteriorado.
En estos meses se prevé el traslado al lugar del personal técnico que mantenimiento vial que hasta ahora tiene su asentamiento laboral en las oficinas de la calle Richieri. Se indicó que en breve comenzará la capacitación del personal para el uso de la nueva planta y la producción de asfalto en el lugar.
Parte del personal de mantenimiento vial, trabaja en los tráilers que están adentro del cerramiento.

«No a la contaminación», «Si a la vida» quedaron como consigna en los paredones de cerramiento del lugar. «Esta fábrica de asfalto la hicieron sin siquiera cumplir con el primer compromiso de sacar las piletas» de la meseta, dijo Maria Pichiñan, Pijan kuse (autoridad) de la comunidad mapuche.
Natalia Mora describió que vecinas y vecinos de Colonia Nueva Esperanza están alertados por el funcionamiento de la planta de asfalto y se oponen a la instalación.
También estuvieron integrantes de la escuela 366 de Nueva Esperanza con el planteo de que la mayoría de las ausencias escolares se deben a problemas respiratorios de los estudiantes que acuden al lugar y que una planta de asfalto, solo agravará la situación de una población ubicada detrás del Complejo Ambiental.
El aire corre hacia el oeste sobre la meseta, por lo que las emanaciones afectarán de lleno al denominado lote 34, donde se reubicaron casi 1000 familias en lotes con servicios, la colonia Nueva Esperanza y la comunidad mapuche Newen Mapu.
«Iban a trasladar las piletas de oxidación a 8 kilómetros de aquí y hasta ahora no ocurre», recordó Pichiñan en tanto insistió en que «no hubo ni respuestas ni movimientos que nos digan que se está trabajando en eso».
La autoridad del Lof Newen Mapu se refería al amparo que instaló la Defensoría del Pueblo (donde la comunidad es querellante) que tuvo como consecuencias que se frenara la construcción de nuevas piletas de oxidación y el inicio de la remediación de las viejas piletas que eran un depósito al aire libre de aceites y otros contaminantes que se arrojaban sin control en el lugar, a pocos metros de los portones de ingreso del CAN.
No quieren la planta de asfalto
Los presentes en el lugar fueron insistentes con el planteo de rechazar el funcionamiento de la planta allí, por la contaminación del aire que generará en el lugar, que continuamente tiene emanaciones de quema de basura, por ejemplo.

Y plantearon la demanda de una escuela y atención sanitaria, porque es el reclamo que con insistencia surgió en las reuniones que se llevan a cabo semanalmente por la problemática de la contaminación en la meseta. «No a la planta, si a una escuela» fue otra de las consignas. La escuela 366 no tiene cupos para recibir la demanda educativa del sector, el jardín que fue inaugurado en el barrio no tiene dónde llevar sus egresados. «Vamos a las escuelas del Parque Industrial porque aquí no hay lugar ni en la primaria y no hay secundaria. Queremos una escuela antes que una planta», se explicó.
«Estamos hablando y denunciando, no se puede construir esta planta acá», dijo Piciñám, mientras que Pety Piciñam, vocera de la regional Xawunko de la Confederación mapuche destacó el impacto «en el pueblo mapuche y no mapuche» de la contaminación.
El werken de la comunidad, Lefxaru Nawuel, explicó que se reclama un ordenamiento en la meseta en función de las necesidades de las comunidades que viven en el sector y no de las necesidades de fábricas que tiene el municipio. «Decimos no a la planta de asfalto, no al basural, a la fábrica de arena que nos quieren instalar en medio de la falta de todo: no hay una atención de la salud adecuada, espacios verdes para las niñeces o lugar en las escuelas», sintetizó
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